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Deportes

Tony Rojas, el DJ canario que compone la banda sonora del vóley-playa en los Juegos de París 2024

En su quinta cita olímpica, que se celebra bajo la Torre Eiffel, se ha convertido en todo un referente en lo que a la música en grandes competiciones

Christian Afonso / EFE

4 minutos

La música en el torneo olímpico de vóley-playa, a los pies de la Torre Eiffel en el Campo de Marte, corre a cargo del DJ grancanario Tony Rojas. / DAVE HUNT-EFE

Cinco Juegos Olímpicos, entre verano e invierno, suma ya Tony Rojas (Las Palmas de Gran Canaria, 1975), el DJ canario que compone la banda sonora original del torneo de vóley-playa en los Juegos de París 2024, que comenzaron el viernes y se extenderán hasta el 11 de agosto.

Tony Rojas se ha convertido en todo un referente en lo que a la música en grandes competiciones respecta, con una "obra" que conforman Juegos Olímpicos, Juegos Paralímpicos, mundiales de distintas disciplinas, eventos de Fórmula 1, Juegos Panamericanos o maratones por todo el planeta. Algo que le hace estar "lleno de orgullo" porque siempre se acuerden de él para este tipo de torneos, según asegura en conversación con Efe desde la capital francesa.

Origen canario

Un espectáculo que, ha recordado, empezó en el Archipiélago: "El show del vóley-playa fue creado por nosotros en Canarias a principios de los años noventa y de ahí lo exportamos a todo el mundo".

El equipo español compuesto por Liliana Fernández y Paula Soria celebran su victoria ante las italianas Valentina Gottardi y Marta Menegatti. / JULIO MUÑOZ-EFE

En poco tiempo, el vóley-playa no solo se ha convertido en deporte olímpico, sino que también ha ganado una masa de seguidores que compite de tú a tú con los eventos de atletismo en las citas cuatrienales más importantes del deporte. Poco a poco, va sumando adeptos gracias a un cóctel que mezcla la adrenalina de la disciplina con el espectáculo que la envuelve.

"Hemos logrado que además del deporte en sí, la música sea un factor muy importante, te diría que imprescindible, para una disciplina como esta. Y todo ello mezclado con que se relacione al vóley-playa con sol, playa, gente divertida y buen ambiente, ha hecho que este deporte sea de los primeros en el mundo", explica Rojas, que se muestra encantado con haber contribuido con su granito de arena a que esto haya sido así.

Discoteca en Las Canteras

Y es que el DJ grancanario, que se estrenó en el mundo musical a principios de los noventa en una discoteca del paseo de Las Canteras, compara su trabajo con el de un compositor: él crea bandas sonoras para acompañar a su película particular, el partido que le toque ambientar.

Liliana Fernández, residente en Canarias, saluda tras su triunfo ante la pareja italiana. / JULIO MUÑOZ-EFE

"Cuando hay momentos top, la música también lo es. Cuando hay momentos de incertidumbre, pues el sonido también da esa sensación... Tenemos que tener la música para cada momento, desde que se pare la pelota, para que la gente siga animada, baile, cante, mueva los pies", detalla.

Preparación continua

Para hacer este tipo de espectáculos, realiza un trabajo previo de "horas, horas y horas delante de un ordenador para escuchar, volver a escuchar y traducir canciones". Todo ello con el objetivo de estar al tanto de las nuevas corrientes musicales, de los acordes tradicionales de cada país y de cuidar que no tengan mensajes políticos o que puedan herir a ciertos colectivos.

"Durante el año, yo trabajo por todas las partes del mundo, lo que me sirve para recopilar música de cada país, y además siempre estoy en contacto con el deporte. Al ser el creador de este formato, para mí es mucho más fácil porque estoy continuamente pensando en qué más se puede hacer, así que cuando yo lo plasmo en un evento, pues al final es copiado por el resto", indica Tony Rojas.

Anécdotas

Y gracias a ese trabajo, recuerda dos anécdotas que le llamaron la atención en sus más de tres décadas de trayectoria. Una de ellas fue en el Mundial de balonmano en Barcelona, y la otra en una prueba en las Islas Maldivas.

En la ciudad condal, un señor mayor se le acercó una vez concluyó el torneo y le preguntó si era él quien se había encargado de la música, lo que pilló desprevenido a Rojas que pensó que iba a decirle algo malo por usar a Manolo Escobar y su ¡Qué viva España!. Pero no, lo que le refirió es que hacía muchos años que asistía a eventos deportivos y le quiso dar la enhorabuena porque ese mundial había sido el mejor en el que había estado gracias a su ambiente.

Por su parte, en el archipiélago del Índico, un promotor que todo el mundo describía como alguien serio, que no hablaba con nadie y que siempre mandaba a su personal a encargarse de todo, se le acercó, se arrodilló ante él en la arena y le agradeció su trabajo musical: "Me trató como si fuera el hijo del gran jefe, todo el mundo estaba alucinando con verle así".

Imagen panorámica del estadio de vóley-playa situado en el Campo de Marte. / JULIO MUÑOZ-EFE

Escenario impresionante

El escenario en el que se disputan los partidos de vóley-playa en estos Juegos, el estadio de la Torre Eiffel en pleno Champ de Mars (Campo de Marte), es sin duda uno de los más espectaculares de la cita olímpica de la capital gala, con el mítico monumento como telón de fondo y en pleno corazón de París.

"Es la mejor ubicación de todos los deportes, y por eso todos los focos están puestos ahí. Son unas 15.000 localidades, es una barbaridad", refiere Rojas, quien agrega que le impresionó mucho cuando lo vio por primera vez en directo al llegar a París.

Desde que pusiera un pie en la capital francesa, ha estado "a full, porque llegas y está el esqueleto formado, pero luego hay que rellenarlo todo". Y se ha desempeñado los días previos chequeando que todo esté en orden para ofrecer el mejor espectáculo posible.

Deseo

Sobre lo que espera de París 2024, Rojas lo tiene claro: "Estar ahí con el atletismo o ganarle (en cuanto a espectáculo), sería un hecho histórico para el deporte del vóley-playa".

Y en lo que respecta a sí mismo, solo espera que quede bien clara "la calidad made in Canarias" en este torneo, y que él tenga parte de la responsabilidad de que el vóley-playa sea tan amado como él mismo lo ama.