El entrenador del CD Tenerife, Pepe Mel, no tiene nada claro lo que hacer con el equipo para mejorar las prestaciones de sus jugadores. Ante el Albacete volvió a cambiar el equipo inicial y a lo largo del encuentro alteró su primera idea y puso en liza a dos delanteros, los jóvenes Alassán y Yanis. Otro bandazo.
Lo más relevante es que fue sustituido Aarón Martín, uno de los mejores futbolistas en este y en anteriores encuentros, en lugar de recolocar el conjunto con Sergio González como central y mandar a la caseta a dos centrales que no aportan nada positivo como son Gayá y Alves. El primero se quedó en el vestuario; el segundo, de nuevo en el césped para seguir con la ristra de despropósitos.
Al comienzo Mel mantuvo su esquema de cinco defensas, pero sorprendió con la entrada de dos ex jugadores del Albacete, precisamente, el meta Tomeu Nadal y el media-punta Maikel Mesa, que se situó como centro delantero, muy cerca de Luismi Cruz. Sin embargo, la tendencia de Maikel es posicionarse por detrás de la línea de vanguardia, con lo que el Tenerife jugó mucho tiempo sin un ariete al uso.
Los despropósitos de siempre
Aun así, después de una primera fase del juego en la que el juego no se movió del centro del campo, la defensa del Tenerife volvió a los despropósitos de siempre, en una jugada en la que Gayá se jugó la expulsión cuando paró con un empujón la internada de Higinio, que se iba hacia fuera, hacia la banda, sin excesivo peligro para la meta de Nadal. Se ganó la tarjeta amarilla y menos mal.
El Albacete empujó algo en la parte media del primer período, pero sin peligro para el Tenerife. Sólo un corte de Diarra, que tuvo que lanzarse al piso para cortar un centro de Juanma, supuso un córner y la consiguiente opción de los manchegos, que poco a poco se fueron apagando y el conjunto blanquiazul se aprovechó para estirarse y crear ocasiones.
En este capítulo, tres saques de esquinas casi consecutivos le dieron a los visitantes las opciones más claras de la fase inicial, sobre todo un remate de Maikel Mesa y una internada de Luismi Cruz, por quien pasaba casi todo el escaso peligro creado por los tinerfeñistas.
Error infantil
Cuando mejor estaba el Tenerife, un error infantil de Rubén Alves, que derribó a Higinio dentro del área, supuso el penalti que “resucitó” al Albacete, porque el propio Higinio lo convirtió en el gol que acusó el conjunto canario y dio aire a los albaceteños.
No le salió bien el cambio de cromos a Pepe Mel, que esta semana había dicho que se sentía “culpable” por haberse referido a la próxima ventana de fichajes para resolver el problema que presenta este equipo. Y bien hizo el entrenador al citar la posibilidad de contratar al menos tres o cuatro futbolistas porque la mitad de los titulares en el partido de hoy no dan el nivel para el fútbol profesional, sobre todo los centrales, con excepción hecha de José León.
Por si fuera poco, en un contragolpe local, Juanma se quedó sólo ante Tomeu Nadal y la mandó fuera. Perdonó el Albacete, pero como para equipos como el blanquiazul todo son problemas, antes del descanso se lesionó, una vez más, Fernando Medrano, que tuvo que ser sustituido por David Rodríguez.
Imagen deplorable
Con tres cambios al inicio de la segunda parte y otro al minuto 65, el Tenerife de Mel mantuvo la misma imagen deplorable del primer tiempo. Los manchegos se hicieron con el dominio y al entrenador se le ocurrió quitar del equipo a Sergio González, para mantener a futbolistas que no aportan nada, que ni ganas parecen tener para irse arriba en busca de algo positivo.
Después de muchos minutos de tembleque para la defensa blanquiazul, Alassán llevó el balón a las inmediaciones del área local. Yanis intentó rematar pero lo hizo tan defectuosamente que el balón quedó suelto y Maikel Mesa lanzó un disparo raso que no vio el grancanario Raúl Lizoain y el empate subió al marcador.
Pero hubiera sido una sorpresa, por no decir un milagro, que el Tenerife pudiera mantener ese punto, que tampoco habría servido de mucho. Y así fue. Mellot desapareció de su sitio y dejó a Morcillo solo para que marcara el dos a uno que volvía a poner las cosas como estaban.
El Tenerife B es tercero de la clasificación en el grupo V de la Segunda Federación, de la que ha sido líder en varias ocasiones. ¿Qué ilusión pueden tener unos jóvenes futbolistas que se ven con opciones de ascender y observan como no lo van a poder conseguir porque “sus mayores” no sacan la garra que se les espera? Porque este Tenerife es carne de Primera Federación, la antigua Segunda B. Y no tiene pinta de que nadie pueda resolver el grave problema que padece el enfermo, cada vez más desahuciado.
FICHA TECNICA:
Albacete: Lizoain; Rueda (Alvaro, 73´), Ros (Jon García, 85´), Lalo, Alcedo; Medina, Riki Rodríguez, Javi Villar (Pacheco, 34´); Quiles, Higinio (Nabil, 73´) y Juanma García (Morcillo, 73´).
CD Tenerife: Tomeu Nadal; Mellot, Gayá (Alassán, 46´), León, Alves, Medrano (David, 43´); Aarón Martín, (Yanis Senhadji, 46´) Sergio González (Teto, 72´), Diarra; Maikel Mesa (Dani Fernández, 81´) y Luismi Cruz.
Árbitro: Miguel Sesma Espinosa, del Comité Riojano, con Iván Caparrós Hernández en el VAR. Mostró tarjetas amarillas a Gayá (13´), Agus Medina (51´)
Estadio: Carlos Belmonte, con capacidad para 17.424 espectadores. Registró algo más de media entrada, concretamente 9.259 personas en las gradas.
Goles:
1-0. Higinio, de penalti (34´)
1-1. Maikel Mesa, en un disparo desde la frontal del área (76´).
2-1. Un nuevo desajuste de la defensa tinerfeña lo aprovecha Morcillo, absolutamente solo, para batir a un desacertado Tomeu Nadal.