Entrevistamos a María Sosa, coordinadora en la Salle San Ildefonso, para conocer de primera mano la evolución que ha tenido su proyecto, “Baloncesto para todos”. La iniciativa, que ha crecido gracias a su gran acogida, surgió hace cinco años para acercar este deporte a las asociaciones de personas con diferentes discapacidades. Además, la entrenadora del United La Salle y del Club de la Piruleta hace una reflexión sobre el papel de la mujer en el deporte.
- ¿Cómo surgió el proyecto “Baloncesto para todos”?
Estudiando la carrera de psicología, compaginándola siempre con baloncesto. Mientras la estudiaba siempre seguí entrenando equipos y surgió de eso, pues en la península se llevaban a cabo proyectos relacionadas con el baloncesto adaptado y el deporte inclusivo, y aquí no se hacía nada, pues al intentar unir mis dos pasiones, pues surgió la idea de hacer algo así.
- ¿En qué consiste?
Ha evolucionado un montón porque surgió hace ya cinco años. Ahora mismo está ramificado en varios grupos: uno es baloncesto adaptado, que es tanto con la Asociación de Trisomicos 21, organización de La Laguna, como con Aspronte, y se trata de baloncesto adaptado. Luego tenemos una parte de baloncesto inclusivo, que es con las mismas asociaciones pero integrado con chicos. En Aspronte los equipos que lo integran son del colegio La Salle. Los equipos federados juegan con ellos una vez a la semana y luego tenemos al equipo de Trisomicos, el Club de la Piruleta, un grupo de niños menores de 15 años, con síndrome de Down, y sus familiares. Así, hemos hecho un equipo donde puedan convivir los dos grupos.
La verdad es que en un inicio iba dedicado a cualquier persona que quisiera practicar baloncesto y que no tuviera cabida en los clubs actuales. Era un poco acercar el baloncesto a las asociaciones de chicos con diferentes discapacidades que no tenían donde practicarlo. Luego ha ido creciendo por la demanda de dichas organizaciones y, sobre todo, por el efecto que está teniendo tanto en los chicos que forman parte de las asociaciones como por los que no, pues al trabajar con ellos, ese crecimiento y enriquecimiento está funcionando muy bien y eso ha provocado un crecimiento.
¿Qué objetivos tiene?
Dependen del grupo. Por ejemplo, el objetivo del Club de la Piruleta era acabar siendo un equipo federado y jugar cada fin de semana como cualquier otro club y lo hemos conseguido. Empezamos este fin de semana a competir en competición oficial de la Federación Insular. Ese era un objetivo planteado, que era difícil porque teníamos que tener el acuerdo de todos los clubs, pues son chicos de diferentes edades, entonces tenían que aceptar esa realidad y servirnos de ayuda para poder conseguirlo. Lo hemos logrado y el objetivo está cumplido.
El objetivo con los demás grupos, con el baloncesto adaptado, es acabar haciendo una liga donde ellos puedan competir entre ellos, donde tengan su propio espacio y que no sea como la liga del Cabildo, que es una vez, algo puntual, sino que sea algo regular pues si ellos quieren competir , tienen que tener cabida todos los fines de semana.
Y con el deporte inclusivo, la idea es que se normalice, que no se vea como algo singular, sino que los chicos crezcan sabiendo que hay otras realidades, que hay diferentes capacidades y que no pasa nada, que todos tienen cabida en el deporte.
¿Hay novedades con respecto a dicho proyecto o sigue todo tal cuál lo planteó en un primer momento?
Sí, ha crecido más de lo que estaba previsto. Al principio era algo muy pequeñito, que empezó con un grupo. Ahora ese grupo ha crecido y se ha extendido a otras asociaciones. También tenemos el aula en clave de La Salle, que son chicos con autismo, donde se practica baloncesto adaptado muy simplificado, porque demandan otro tipo de deporte, pero también está funcionando muy bien. La verdad que ha crecido un poco sin querer, gracias también al boca a boca, y al final se ha hecho un proyecto muy chulo.
¿Tiene pensado, a corto plazo, seguir ampliando el proyecto o incluso crear otros?
Ahora mismo no tendría tiempo para nada, todas mis horas libres las dedico a la parte social que hago de manera altruista y esto supone que no me queda más tiempo para que el proyecto siga creciendo. Ojalá que en algún momento tengamos el apoyo de alguna empresa o institución y que pueda seguir ampliándose, porque así lo demanda. Ahora mismo somos casi 100 chicos que están haciendo baloncesto de diferentes formas.
Por otro lado, es evidente que ahora el deporte femenino está en auge. ¿Cómo ves el papel de la mujer en el deporte?
Siempre he dicho que me encantaría que se hablara de deporte pero de capacidades, igual que lo digo con los chicos, ocurre lo mismo con las chicas. Hay un montón de mujeres válidas en el deporte, tanto deportistas como técnicos, incluso personas que dirigen clubs. El problema no es que no estemos capacitadas, no es un tema de formación, sino lo que pasa es que hay que dar oportunidades. Es lo que hay que cambiar. Pero de resto no creo que tengamos que tener un impulso mayor porque la necesidad de la sociedad es así. Creo que nos lo hemos ganado.
Yo siempre he dicho que soy entrenadora y he tenido la suerte de que nunca he tenido ninguna pega por ser mujer y creo que cuando tú no haces esa distinción y siempre estas preparada para formarte por tus capacidades, lo demás viene solo. Es importante que no sea solo un empuje de la sociedad sino que venga con un empuje económico. Al final el baloncesto femenino crecerá, el deporte femenino crecerá cuando las instituciones y los medios de comunicación entiendan que todo lo que acaba saliendo es lo que nos vende. Hubo un auge de Fórmula 1 porque siempre se sacaba, y nosotras ahora lo que necesitamos es visibilidad, que salga el deporte femenino, que se nos de un espacio porque al final eso hará que las empresas se interesen, que las deportistas puedan ser igual que los deportistas masculinos, porque ellos se pueden dedicar exclusivamente a ello y nosotras no, nosotras tenemos que compaginarlo porque económicamente lo que repercute el deporte, no te da para vivir. Cuando consigamos esa igualdad de visibilidad, será más fácil todo, pero si es verdad que ahora estamos mejor que hace cinco años y esperemos que dentro de otros cinco, estemos aún mejor.
¿Qué le pareció que Tenerife fuera la sede del Mundial de Baloncesto Femenino de este verano? ¿Qué nos puede decir sobre ello?
Creo que fue una lección para todos. La gente dudaba que aquí hubiera tanta afición de baloncesto femenino y se llenaron los pabellones. Es verdad que en las fases era más difícil porque fue entre semana, pero en las fechas importantes se llenaron. Mucha gente de fuera y de aquí se movilizó para verlo, con lo cual, no es tan difícil apoyar al baloncesto femenino, porque la gente quiere baloncesto femenino de calidad, pero hay que traerlo, fomentarlo, visualizarlo.
Para haber tenido un Mundial aquí, a mí me faltó mucho más. Si llegan a estar aquí Lebron y Carry habría sido un espectáculo de medios, saldrían en todos lados, por las calles se harían más eventos para movilizar a la gente. Pero aun no haciéndolo, se llenaron los pabellones. Me refiero, que está muy bien pero falta pensar en global. Si hubiésemos tenido aquí lo mejor del mundo en masculino, yo imagino que esto hubiera sido impresionante, como se hubiera movilizado el mundo para darle cabida. En china se retransmitían los partidos y los veían millones de personas, en cambio en España no. Yo eso no lo entiendo, no entiendo como Teledeporte no lo fomentó, que las televisiones de aquí no lo hayan puesto todos los días. Me faltó ese boom que si tuvo el aficionado, me faltó que viniera respaldado por el resto de la sociedad.
Por su parte, ¿Cómo ve la cantera del baloncesto femenino en la Isla?
Cantera hay porque en Canarias hay talento, en cualquier deporte hay. Tenemos la suerte de que competimos y en los campeonatos de España de selecciones siempre estamos arriba. Lo que pasa es que es muy difícil que esas niñas sigan, que cuando tengan los 18 años alguien les de la oportunidad. Ese salto en chicas cuesta más que en chicos, porque con ellos es más fácil tener un respaldo. En chicas no va a darles una vida profesional, por ello los padres prefieren que estudien. Es muy difícil, pero hay talento para hacerlo, lo que pasa es que falta un proyecto asentado y a largo plazo, tipo lo que está haciendo el Canarias, pero con gente de aquí.
Por último, ¿Cómo ves al Clarinos este año en la Liga Femenina 2? ¿Crees que tiene opciones de ascenso?
Yo creo que sí. Este año tiene una plantilla muy buena, pero no solo eso, también están en una dinámica positiva. Creo que llevan siete victorias consecutivas y eso es muy difícil cuando viajas desde aquí, cuando tienes que trasladarte fuera, es complicado. Es verdad que tienen una plantilla de muchas profesionales que pueden dedicarse mañana y tarde a ello, y eso es ganar en calidad. Yo creo que esa es la diferencia con respecto a otros años, pues al tener jugadoras de fuera, más profesionalizadas, pueden hacerle competencia a equipos de la península que también luchan por el mismo objetivo. Pero la liga es una cosa y la fase es otra. Si mantienen esta línea positiva y cuando lleguen a la fase sean capaces de ser un buen grupo, como lo están haciendo en la liga regular, además de hacer piña cuando las cosas no vayan bien, creo que este año puede ser que den el salto.
- ¿Cómo surgió el proyecto “Baloncesto para todos”?
Estudiando la carrera de psicología, compaginándola siempre con baloncesto. Mientras la estudiaba siempre seguí entrenando equipos y surgió de eso, pues en la península se llevaban a cabo proyectos relacionadas con el baloncesto adaptado y el deporte inclusivo, y aquí no se hacía nada, pues al intentar unir mis dos pasiones, pues surgió la idea de hacer algo así.
- ¿En qué consiste?
Ha evolucionado un montón porque surgió hace ya cinco años. Ahora mismo está ramificado en varios grupos: uno es baloncesto adaptado, que es tanto con la Asociación de Trisomicos 21, organización de La Laguna, como con Aspronte, y se trata de baloncesto adaptado. Luego tenemos una parte de baloncesto inclusivo, que es con las mismas asociaciones pero integrado con chicos. En Aspronte los equipos que lo integran son del colegio La Salle. Los equipos federados juegan con ellos una vez a la semana y luego tenemos al equipo de Trisomicos, el Club de la Piruleta, un grupo de niños menores de 15 años, con síndrome de Down, y sus familiares. Así, hemos hecho un equipo donde puedan convivir los dos grupos.
La verdad es que en un inicio iba dedicado a cualquier persona que quisiera practicar baloncesto y que no tuviera cabida en los clubs actuales. Era un poco acercar el baloncesto a las asociaciones de chicos con diferentes discapacidades que no tenían donde practicarlo. Luego ha ido creciendo por la demanda de dichas organizaciones y, sobre todo, por el efecto que está teniendo tanto en los chicos que forman parte de las asociaciones como por los que no, pues al trabajar con ellos, ese crecimiento y enriquecimiento está funcionando muy bien y eso ha provocado un crecimiento.
¿Qué objetivos tiene?
Dependen del grupo. Por ejemplo, el objetivo del Club de la Piruleta era acabar siendo un equipo federado y jugar cada fin de semana como cualquier otro club y lo hemos conseguido. Empezamos este fin de semana a competir en competición oficial de la Federación Insular. Ese era un objetivo planteado, que era difícil porque teníamos que tener el acuerdo de todos los clubs, pues son chicos de diferentes edades, entonces tenían que aceptar esa realidad y servirnos de ayuda para poder conseguirlo. Lo hemos logrado y el objetivo está cumplido.
El objetivo con los demás grupos, con el baloncesto adaptado, es acabar haciendo una liga donde ellos puedan competir entre ellos, donde tengan su propio espacio y que no sea como la liga del Cabildo, que es una vez, algo puntual, sino que sea algo regular pues si ellos quieren competir , tienen que tener cabida todos los fines de semana.
Y con el deporte inclusivo, la idea es que se normalice, que no se vea como algo singular, sino que los chicos crezcan sabiendo que hay otras realidades, que hay diferentes capacidades y que no pasa nada, que todos tienen cabida en el deporte.
¿Hay novedades con respecto a dicho proyecto o sigue todo tal cuál lo planteó en un primer momento?
Sí, ha crecido más de lo que estaba previsto. Al principio era algo muy pequeñito, que empezó con un grupo. Ahora ese grupo ha crecido y se ha extendido a otras asociaciones. También tenemos el aula en clave de La Salle, que son chicos con autismo, donde se practica baloncesto adaptado muy simplificado, porque demandan otro tipo de deporte, pero también está funcionando muy bien. La verdad que ha crecido un poco sin querer, gracias también al boca a boca, y al final se ha hecho un proyecto muy chulo.
¿Tiene pensado, a corto plazo, seguir ampliando el proyecto o incluso crear otros?
Ahora mismo no tendría tiempo para nada, todas mis horas libres las dedico a la parte social que hago de manera altruista y esto supone que no me queda más tiempo para que el proyecto siga creciendo. Ojalá que en algún momento tengamos el apoyo de alguna empresa o institución y que pueda seguir ampliándose, porque así lo demanda. Ahora mismo somos casi 100 chicos que están haciendo baloncesto de diferentes formas.
Por otro lado, es evidente que ahora el deporte femenino está en auge. ¿Cómo ves el papel de la mujer en el deporte?
Siempre he dicho que me encantaría que se hablara de deporte pero de capacidades, igual que lo digo con los chicos, ocurre lo mismo con las chicas. Hay un montón de mujeres válidas en el deporte, tanto deportistas como técnicos, incluso personas que dirigen clubs. El problema no es que no estemos capacitadas, no es un tema de formación, sino lo que pasa es que hay que dar oportunidades. Es lo que hay que cambiar. Pero de resto no creo que tengamos que tener un impulso mayor porque la necesidad de la sociedad es así. Creo que nos lo hemos ganado.
Yo siempre he dicho que soy entrenadora y he tenido la suerte de que nunca he tenido ninguna pega por ser mujer y creo que cuando tú no haces esa distinción y siempre estas preparada para formarte por tus capacidades, lo demás viene solo. Es importante que no sea solo un empuje de la sociedad sino que venga con un empuje económico. Al final el baloncesto femenino crecerá, el deporte femenino crecerá cuando las instituciones y los medios de comunicación entiendan que todo lo que acaba saliendo es lo que nos vende. Hubo un auge de Fórmula 1 porque siempre se sacaba, y nosotras ahora lo que necesitamos es visibilidad, que salga el deporte femenino, que se nos de un espacio porque al final eso hará que las empresas se interesen, que las deportistas puedan ser igual que los deportistas masculinos, porque ellos se pueden dedicar exclusivamente a ello y nosotras no, nosotras tenemos que compaginarlo porque económicamente lo que repercute el deporte, no te da para vivir. Cuando consigamos esa igualdad de visibilidad, será más fácil todo, pero si es verdad que ahora estamos mejor que hace cinco años y esperemos que dentro de otros cinco, estemos aún mejor.
¿Qué le pareció que Tenerife fuera la sede del Mundial de Baloncesto Femenino de este verano? ¿Qué nos puede decir sobre ello?
Creo que fue una lección para todos. La gente dudaba que aquí hubiera tanta afición de baloncesto femenino y se llenaron los pabellones. Es verdad que en las fases era más difícil porque fue entre semana, pero en las fechas importantes se llenaron. Mucha gente de fuera y de aquí se movilizó para verlo, con lo cual, no es tan difícil apoyar al baloncesto femenino, porque la gente quiere baloncesto femenino de calidad, pero hay que traerlo, fomentarlo, visualizarlo.
Para haber tenido un Mundial aquí, a mí me faltó mucho más. Si llegan a estar aquí Lebron y Carry habría sido un espectáculo de medios, saldrían en todos lados, por las calles se harían más eventos para movilizar a la gente. Pero aun no haciéndolo, se llenaron los pabellones. Me refiero, que está muy bien pero falta pensar en global. Si hubiésemos tenido aquí lo mejor del mundo en masculino, yo imagino que esto hubiera sido impresionante, como se hubiera movilizado el mundo para darle cabida. En china se retransmitían los partidos y los veían millones de personas, en cambio en España no. Yo eso no lo entiendo, no entiendo como Teledeporte no lo fomentó, que las televisiones de aquí no lo hayan puesto todos los días. Me faltó ese boom que si tuvo el aficionado, me faltó que viniera respaldado por el resto de la sociedad.
Por su parte, ¿Cómo ve la cantera del baloncesto femenino en la Isla?
Cantera hay porque en Canarias hay talento, en cualquier deporte hay. Tenemos la suerte de que competimos y en los campeonatos de España de selecciones siempre estamos arriba. Lo que pasa es que es muy difícil que esas niñas sigan, que cuando tengan los 18 años alguien les de la oportunidad. Ese salto en chicas cuesta más que en chicos, porque con ellos es más fácil tener un respaldo. En chicas no va a darles una vida profesional, por ello los padres prefieren que estudien. Es muy difícil, pero hay talento para hacerlo, lo que pasa es que falta un proyecto asentado y a largo plazo, tipo lo que está haciendo el Canarias, pero con gente de aquí.
Por último, ¿Cómo ves al Clarinos este año en la Liga Femenina 2? ¿Crees que tiene opciones de ascenso?
Yo creo que sí. Este año tiene una plantilla muy buena, pero no solo eso, también están en una dinámica positiva. Creo que llevan siete victorias consecutivas y eso es muy difícil cuando viajas desde aquí, cuando tienes que trasladarte fuera, es complicado. Es verdad que tienen una plantilla de muchas profesionales que pueden dedicarse mañana y tarde a ello, y eso es ganar en calidad. Yo creo que esa es la diferencia con respecto a otros años, pues al tener jugadoras de fuera, más profesionalizadas, pueden hacerle competencia a equipos de la península que también luchan por el mismo objetivo. Pero la liga es una cosa y la fase es otra. Si mantienen esta línea positiva y cuando lleguen a la fase sean capaces de ser un buen grupo, como lo están haciendo en la liga regular, además de hacer piña cuando las cosas no vayan bien, creo que este año puede ser que den el salto.