Su principal misión es sacar al equipo del atolladero tras cinco jornadas con solo un punto y su receta es el talento de la casa. Nada más llegar a Tenerife, incluso antes de dirigir hoy martes su primera sesión de entrenamiento, se reunió con los entrenadores de filiales, "con Suso y Ricardo, que pusieron una serie de nombres sobre la mesa", dijo Pepe Mel en su presentación junto al director deportivo Mauro Pérez en la Ciudad Deportiva.
"Es el momento de que la gente joven dé un paso adelante", aseguró el nuevo preparador que, como ya destacó en el mismo momento de su llegada a Los Rodeos, concibe la plantilla del Tenerife como un grupo que "va más allá del primer equipo porque incluye los futbolistas del B y del Juvenil". Con todo, lo prioritario es el rendimiento, no la procedencia ni la edad. "Por muy canterano que sea no va a jugar si no da el nivel pero, si da el nivel, no me importa que tenga 16 o 17 años", señaló.
Más de dos décadas después, el tecnico regresa al equipo le dio "la oportunidad de estar en Primera División" con intención de apostar por la cantera para "ir haciendo cambios generacionales, formando una base" de cara al objetivo con mayúsculas. Mucho ha llovido desde aquel 2001 pero Mel vuelve a una isla que conoce, ya con un bagaje de 200 partidos en la máxima categoría y camino de convertirse en "el entrenador con más partidos en Segunda de la historia, además de tres ascensos", recordó.
Dylan Perera, la primera apuesta
Tal y como reconoció, el canterano que más ha llamado su atención es Dylan Perera, un jugador con mucho potencial que, en sus propias palabras, le obsesiona. "Me parece un futbolista fantástico, por desgracia para mí está lesionado", lamentó. Tanto Dylan como Aarón son las opcionesl técnico como recambios para el mediocentro donde, tras la lesión de Aitor Sanz y la salida de Corredera.
En esa posición dispone de Diarra, Bodiger y Sergio, además de Teto, a quien prefiere en posiciones interiores antes que en banda. Pese a todo reconoció algunas carencias en el centro del campo. "Aparte de lo que tenemos, necesitamos jugadores que conecten con los delanteros, que sean capaces de girarse, que den el último pase, que vean el futbol de cara. Lo buscaremos en la propia casa y, si no, fuera. Me amoldo al club", comentó.
En sentido, como ejemplo de su apuesta prioritaria por la cantera, Pepe Mel tiró de recuerdos de su anterior etapa en el Tenerife. "Conmigo debutaron en Primera Vitolo y Acorán cuando me estaba jugando mi puesto así que si pongo a un jugador es porque creo que lo puede hacer bien y esta cantera tiene gente muy competente pero, si el entrenador no les da continuidad, no vale para nada", reflexionó.
Defender hacia delante
Si hoy martes ha dirigido su primer entrenamiento, Pepe Mel ya tiene este vdomingo su primera prueba, ante el Sporting en el Heliodoro. "Tenemos que defender hacia adelante, quiero que mi equipo vaya desde el minuto 1 a por el gol. Si somos capaces de meter al rival en su campo, estaremos más cerca. Tenemos que ser protagonista", aseguró.
Para ello Mel admite que el equipo debe volver a creer en sí mismo. "Cuando uno lleva un punto después de cinco partidos, baja la confianza pero esta plantilla no merece eso. Los profesionales queremos ganar, somos los primeros interesados. Ganarle al CD Tenerife tiene que ser caro", indicó.
Una coraza contra el ruido
A pesar de la manifestación convocada para el día del partido, Pepe Mel se centra en lo futbolístico porque la preocupación por el aspecto extradeportivo "no nos da nada", no aporta al rendimiento del equipo. De hecho su mayor preocupación es la concentración previa la noche anterior en el hotel, la hora del partido y la nutrición de sus futbolistas. "Dormiremos en el hotel y haremos un desayuno-almuerzo porque la hora de partido (13.00 hora local) es sui generis, muy de Tebas", comentó en referencia al presidente de LaLiga.
Por tanto, Mel afronta la convocatoria de protesta en los alrededores del Heliodoro con la naturalidad que le aporta su experiencia. "Cuando fui al Betis en 2010 me encontré un quilombo tremendo, mucho más grande del que hay aquí. Mi obsesión fue aislar a los futbolistas con una coraza. Tuve que presentar jugadores, planear viajes...y el Betis ascendió", recuerda.