Momento de hacer balance de la temporada y el presidente Paulino Rivero tomó la palabra en rueda de prensa este lunes. Lo primero fue reconocer la "decepción" por no haber conseguido luchar hasta final de liga por alcanzar el playoff. Pese a todo la asistencia media al Heliodoro superó la del curso pasado: 15.773 aficionados de media ocuparon su butaca (3.701 más que la temporada anterior) con una tasa de ocupación de casi el 70%, "una de las tres más altas de la categoría".
Después de repasar este y otros aciertos del curso -como el ascenso del Tenerife B, el impulso al fútbol femenino, los convenios con 70 clubes de Canarias, o la apuesta por la inclusión a través del equipo EDI- el presidente lidió con las cuestiones acerca del máximo accionista, José Miguel Garrido, si bien abogó por "aislar a la entidad de cuestiones particulares" en relación al juicio en el que el empresario reconoció fraude fiscal. "Una cosa es la entidad y otra los accionistas", matizó.
"La afición es el alma del Tenerife, aunque tenga una serie de administradores que hoy están y mañana no se sabe si estarán. Esto no es una empresa que hace bloques, es una empresa que administra sentimientos y como tal pertenece a la gente. El sentimiento se traslada de padres a hijos, las acciones, no", zanjó el presidente.
Dirección deportiva y accionariado
Acerca de la influencia de Garrido en la elección de Óscar Cano como nuevo técnico, al que ya conocía de su etapa en el Castellón, Rivero explicó que "la decisión de quién es el entrenador del Tenerife le corresponde al área deportiva y la compartimos en el Consejo". Así, acerca de la influencia en decisiones meramente futbolísticas, Rivero señaló que "no me consta que haya habido implicación en el área deportiva".
Con todo, el presidente reconoció que "los accionistas tienen su papel, los que tiene muchas y los que tiene pocas" y, aunque "lo ideal es que participe todo el mundo, las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) son así", admitió Rivero. Por eso Rivero señaló que "me gustaría un Tenerife con acciones acotadas como antes del 92, pero las cosas cambian y vinieron las SAD", como forma jurídica de los clubes profesionales.
En este sentido, a pesar de los rumores sobre movimientos entre los accionistas de referencia, Rivero señaló que el "accionariado tiene una salud de hierro y no me consta ninguna discrepancia". Por otra parte también reconoció que "si hay quien quiera vender y quien quiera comprar, se puede producir en cualquier momento" pero "lo importante no es que quieras venderlas si no quien te las compre".
Por último señaló reiteró que "el accionariado está muy repartido y si alguien quiere comprar acciones tiene que preguntar si se las venden y a cuántos las paga", sintetizó. En cualquier caso recalcó que "los accionistas no forman parte de la estructura del club, sino que marcan un rumbo presupuestario".
Mercado de fichajes
Aunque el director deportivo Mauro Pérez ya anticipó en la presentación de Óscar Cano que trabajan por reforzar las posiciones de ataque, el mercado parece estar en un momento de pausa por la disputa de la Eurocopa. "Entre los equipos que han descendido y los que se quedan, vamos a tener que trabajar duro", indicó Rivero sobre las competencia por los jugadores más cotizados en el categoría.
La base de la plantilla está confeccionada siempre que se consiga retener talentos, entre ellos Luismi Cruz, ya que "el deseo mayoritario es que siga en el Tenerife". Asimismo habría que sumar nuevos nombres de perfil atacante, entre los que ha sonado el tinerfeño Maikel Mesa. Según Rivero "encaja en el objetivo de canarizar el equipo pero tiene contrato en vigor con el Zaragoza".