El tinerfeñismo vivió este jueves una tarde de recuerdos en el acto de imposición de la insignia de oro y brillantes del club a Jorge Valdano por su labor en el banquillo del Tenerife entre 1992 y 1994 cuando, en algo más de un centenar de partidos, cambió para siempre la historia del representativo. Tres décadas han pasado desde ese estreno en la Copa de la UEFA pero el fútbol tiene esa cualidad de perdurar, como dice el propio homenajeado, "porque es un vehículo de emociones, y las emociones tienen muy buena memoria".
"Antes que entretenimiento el fútbol es emoción, no es solo para pasar el rato, es para que la gente recuerde, en días como hoy, lo que sucedió hace 30 años", aseveró Jorge Valdano en una reflexión sobre los recuerdos imborrables que genera el fútbol en la mente colectiva.
Ante un Teatro Guimerá lleno, el quinto entrenador con más partidos en la historia del Tenerife recibió el reconocimiento de manos de del presidente Paulino Rivero tras una charla con el periodista Carmelo Rivero en la que se proyectaron imágenes de ese debut en 1993, cuando el Tenerife eliminó a Auxerre y Olympiakos para finalmente caer eliminado a la Juventus de Turín, a pesar de la victoria en el partido de vuelta en el Heliodoro.
Un equipo mortecino que revivió
Pero la transformación del equipo se había producido la temporada anterior, concretamente en los últimos ocho partidos de Liga. Pese a su fama de persona racional, Jorge Valdano asegura que toda las decisiones importantes en su vida las ha tomado por "intuición, que es la velocidad máxima de la inteligencia", citó el hoy comentarista.
La misión del técnico argentino cuando llegó en abril de 1992 era salvar al club del descenso y, en su primer entrenamiento, tanto Jorge Valdano como Ángel Cappa se encontraron con "un equipo mortecino", sin confianza ni convicción. Así que lanzaron un ultimatum a la plantilla en la primera sesión. "Les dijimos que si seguían así los últimos 25 minutos que quedaban de entrenamiento nos íbamos", recordó Valdano. Al fin y al cabo el contrato aún no estaba firmado.
Entonces los futbolitas sorprendieron al cuerpo técnico con una final de sesión intenso, a la altura de un grupo que creía en su salvación. "Parecía que hubiera tomado algún estimulante energético prohibido por la ley", bromeó Valdano. A partir de ese momento, el equipo renació y el curso 1991-1992 terminó con la permanencia y la primera de las dos ligas célebres que el Real Madrid perdió de manera consecutiva en la isla.
Un mano a mano en sueños
Entre todos sus recuerdos futbolísticos en la isla hay uno que, aún a dia de hoy, sigue apareciendo en los sueños de Jorge Valdano. Era su primer partido y el valencianista Fernando encaró a Agustín, el portero del Tenerife, en un mano a mano que, si hubiera acabado en gol, habría cambiado y tal vez imposibilitado todo lo que vino después. "Todavía sueño con esa parada y alguna vez acabará en gol", comentó entre risas.
"Cuando llegó el Barça de Cruyff ya habiamos descubierto la épica", recordó Valdano sobre el siguiente partido. Para el duelo ante los blaugrana, el entrenador advirtió a Dertycia desde el lunes que Koeman no podía salir con el balón jugado. Tanto insistió Valdano en este aspectos que el legendario jugador blanquiazul le aseguró que su mujer "le había puesto un marco en la mesilla de noche con la foto de Koeman", volvió a recordar entre carcajadas del público.
La llamada de Ramón Mendoza
La victoria del Tenerife ante el FC Barcelona reforzó aún más la confianza de un grupo que ya había descubierto su potencial frente al Valencia. El principal beneficiado, en ese momento, fue el Real Madrid y después del partido ante el Barça Valdano recibió la llamada del entonces presidente blanco Ramón Mendoza "para agradecerme que le hubiera puesta la liga en bandeja". Quizá el único que advirtió del peligro de visitar el Heliodoro fue Johan Cruyff que, en la rueda de prensa posterior a la derrota, recordó que el Madrid aún tenía que jugar en Tenerife.
Valdano también recordó las palabras del por aquel entonces vicepresidente del Barcelona, Joan Gaspart, en las que dio por sentado que el Tenerife cedería ante el Madrid, habida cuenta del madridismo confeso del entrenador argentino, y una vez que la permanecia ya estaba asegurada. Aquel comentario hirió a Valdano, aunque también relató que recibió una llamada de Gaspart para disculparse. Y finalmente no solo venció al Madrid ese año, si no también en la siguiente temporada, para certificar la histórica clasificación para la UEFA. "Menos mal que en aquella época no había redes sociales. Hubiera sido una carnicería", reconoció Valdano entre el chascarrillo y la crítica.
Tan solo un representante
Desde el primer momento Jorge Valdano admitió que, aunque sea representate de un época, "este reconocimiento me excede". Por eso quiso acordarse de su cuerpo técnico, con Ángel Cappa y Ángel Félix, asi como de algunos jugadores de renombre como "Redondo, Pizzi o Felipe Miñambres, gente muy inteligente y que se vaciaba en el campo".
También quiso recordar al presidente Javier Pérez, un hombre que soñaba a lo grande y "cumplió con todos las prioridades que se marcaron en sus reuniones semanales, excepto la de habilitar vuelos chárter", comentó Valdano. Por otra parte, algunos de esas peticiones tampoco eran grandes exigencias y, entre ellas, había actuaciones tan básicas como librar los vestuarios de cucarachas, recordó Valdano. Asimismo la insistencia del entrenador consiguió que se cambiara el césped del Heliodoro porque "el equipo ya estaba jugando bien y necesitaba un escenario a la altura".
Sobre el cambio del terreno de juego, Valdano aprovechó la foto de familia con la Junta Directiva del club, la presidenta del Cabildo y el alcalde de Santa Cruz para bromear con el regidor capitalino. "Al alcalde también tuve que convencerle para cambiar el césped y, aunque arastró un poco los pies, finalmente accedió", recordó Valdano refiriéndose a la época en que José Manuel Bermúdez era consejero de Deportes del Cabildo.