"Quería comunicar que estos serán mis últimos dos partidos en el Tenerife", anunció Asier Garitano en la rueda de prensa de este viernes previa al viaje a Burgos. Después de muchas habladurías, entre ofertas de renovación rechazadas y finalmente retiradas, el entrenador vasco confirmó que se marcha. Buenas palabras para el equipo, para el la directiva club y para la afición, "que es lo mejor que hay aqui".
Pero también dejó un último recado para "un virus maligno con nombre y apellidos, muchas veces alimentado desde dentro, que hay que extirparlo, pero no debo hacerlo yo, debe ser gente capacitada y valiente", señaló el técnico. "Hay mucho ruido, hay alguna situación que el club debe intentar solucionar. Para conseguir algo deportivo todos tenemos que ir en la misma dirección", dijo para zanjar el asunto del ruido y el virus.
El momento adecuado
"Me han dado la posibilidad de ser yo quien elija cuando comunciarlo. Alargar más esta situación creo que no ayuda a nadie y creía que este era el momento", dijo Garitano acerca de las facilidades por parte de José Miguel Garrido y Paulino Rivero para anunciar su marcha.
"Desde antes de llegar el club me ofreció un contrato medio-largo y me han ofrecido la renovación en diferentes momentos de la temporada pero ahora creo que es mejor para el club empezar con una cara nueva la próxima temporada", explicó Garitano.
"Agradezco a Paulino su cercanía y a la afición el respeto que ha tenido hacia mí y por encima de todo una persona como José Miguel Garrido que me ha dado mucha confianza durante todo el año. Deseo que a este club las cosas le vayan bien", indicó el entrenador saliente.
Dignidad entre lesiones
Como balance del curso, Asier Garitano destacó que empezó con "una buena pretemporada que se trasladó a un gran inicio liguero, con buenas sensaciones y resultados" pero luego, en torno al mes de octubre y noviembre, "pasamos por una sangría de lesionados, por encima de 1.300 días de baja para la plantilla del primer equipo. Eso no te da posibilidad para estar con los mejores", justificó Asier.
"La sensación en la segunda vuelta era que íbamos muy al límite para poder sacar algo pero la temporada ha sido digna", destacó antes de recordar que el equipo demostró que "a un partido podría competir con cualquiera, como se ha visto en la Copa del Rey, donde eliminamos al vecino y peleamos contra el finalista".
En cuanto a las posibilidades de ascenso, Garitano admitió que "hemos estado más cerca por puntos que por sensaciones, aunque no creo que hubiéramos llegado nunca a esas posiciones". Para los dos partidos que quedan, Asier sigue confiando en su grupo, para el que siempre ha tenido buenas palabras, como hacia el aficionado y el club. "Cuando un grupo está habituado a competir, va a salir a dar el máximo sabiendo de la dificultad por lo que se juegan los rivales", finalizó