La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, ha descartado este miércoles la compra de acciones del CD Tenerife porque supondría "una interferencia" por parte de la corporación insular que actualmente "el mayor patrocinador del club". Con todo, Dávila detalló que la pretensión del Cabildo es que la transacción que arrebate el control del club a José Miguel Garrido se produzca "lo antes posible".
La presidenta insular aseguró que no contemplan en estos momentos la propuesta, formulada por parte del Grupo Socialista, de que el Cabildo adquiera acciones porque "ya hay vendedor y un comprador", señaló, y la intromisión del Cabildo supondría distorsionaría el proceso y "metería ruido donde no se necesita".
Una oferta interesante
Según Dávila esta oferta de compra de acciones "está sobre la mesa desde principios de septiembre", a pesar de que el máximo accionista aseguró en una entrevista a Canarias Radio La Autonómica que no había recibido ninguna oferta. "Si llega una oferta interesante, la estudiaré", comentó José Miguel Garrido.
El desacuerdo podría radicar, por tanto, en la cuantía de la oferta presentada por el exfurbolista y empresario tinerfeño Rayco García, que a finales del año pasado ya amplió su cuota accionaral en el club. Tal y como publicó El Día, la oferta presentada por el inversor tinerfeño rondaría los 12 millones de euros, lejos de los 15 millones en que Garrido habría cifrado su paquete accionarial.
Protesta y desencuentro
Por una u otra vía, la salida de José Miguel Garrido del club se antoja inevitable debido al clima generado en toda la sociedad tinerfeña, desde la afición, a las instituciones e incluso el organigrama interno del club, con declaraciones en tono crítico tanto de Mauro Pérez como de Paulino Rivero. Todo ello, con una manifestación programada para este domingo en los alrededores contra un modelo de gestión intervencionista que, en resumidas cuentas, pide la marcha de Garrido.
Tan necesario era el relevo en el banquillo, con un equipo colista y un solo punto de quince disputados, como oportuno para calmar los ánimos de una afición que necesitaba algún incentivo tras un arranque de campaña nefasto. Pero el tinerfeñismo parece haber dictado sentencia ante un máximo accionista demasiado intervencionista en las decisiones del club.
En línea con este sentir generalizado, la propia presidenta del Cabildo señaló que "le dije al máximo accionista que tenía que dar un paso a un lado. La situación extradeportiva, judicial, y sus decisiones han interferido en la marcha deportiva del club. Espero que con el fichaje de Pepe Mel podamos remontar en lo deportivo, pero eso no recupera la situación que vive el club", zanjó