El Real Valladolid ganó a domicilio al CD Tenerife por 1-4 en un partido en que los de Pacheta supieron gestionar la ventaja obtenida en la primera parte, en la que se adelantaron en el marcador, para, ya en la segunda, castigar con calidad el atrevimiento y la prisa de los blanquiazules. De esta forma el cuadro pucelano se consolida en el tercer puesto y deja al Tenerife a 6 puntos del ascenso directo.
Para el Tenerife, la ocasión era inmejorable. Sin restricciones de aforo y con la ilusionante andadura del equipo, la afición asistió masivamente al Heliodoro: 18.587 almas ocuparon su localidad provistos de cuartillas impresas con letra del himno de Benito Cabrera y la forma de la camiseta del centenario, que se estrenaba en partido oficial.
Durante los primeros minutos de partido, el Tenerife llevó la iniciativa en ataque, principalmente con incorporaciones de Mellot, y provocó errores del rival con una presión alta. Ante el arreón inicial, los pucelanos optaron por la contundencia defensiva. Los jugadores blanquiazules se dolían sobre el césped mientras la grada recriminaba al árbitro, pero Hernández Maeso ordenaba que siguiera el juego.
Ventaja para el Valladolid
Así, el cabreo del respetable llegó a su máxima expresión cuando Mellot fue amonestado y el Valladolid dispuso de una falta cerca del área, que supondría el primer gol. Sergio León desvió de tacón el centro al área para despistar a Soriano, que sacó una buena mano, pero el rechace favoreció el gol de El Yamiq. El VAR puso algo de suspense, pero el tanto fue concedido.
El Tenerife quería reponerse pronto y dispuso de varias oportunidades para el empate. La más clara fue una jugada en la que Mellot dobló a Mollejo y llegó hasta línea de fondo para poner una asistencia que cruzó el área hasta encontrar a Bermejo, pero el tiro se marchó por encima del larguero. El Tenerife le ponía mas voluntad que acierto, y los pucelanos manejaban el tiempo sin prisa, dando trabajo a un equipo médico que con frecuencia intervenía para atender dolencias efímeras. Por si fuera poco, las amarillas proliferaban. Mollejo, Bermejo y Pomares, fueron amonestados, al igual que Toni Villa, por parte del Valladolid.
Segunda parte
En la segunda parte el Tenerife buscó recuperar el ritmo perdido en una primera parte demasiado accidentada. Carlos Ruiz envió un disparo al larguero después de aprovechar el rechace de un córner en el borde del área. Cuando el equipo parecía recobrar el impetu, el Valladolid amplió la ventaja con un gol de Gonzalo Plata, recién ingresado en el terreno. Sergio León se lo sirvió en bandeja después de regatear a Carlos Ruiz con una preciosa maniobra que combinó finta y bicicleta.
Con dos goles de desventaja, Ramis revolucionó el once. Bermejo, Gallego y Sergio González dieron paso a Corredera, Mario González y Nahuel. Bajo la batuta de Corredera, el Tenerife parecía encontrarse consigo mismo pero otra acción a balón parado les penalizó. El saque de falta fue cabeceado por Javi Sánchez ante la salida en falso de Soriano. Un contundente 0-3 en el minuto 64.
Para intentar el milagro, Shashoua saltó al campo por Elady. La apuesta ofensiva tuvo premio en forma del primer gol de Andrés Martín como blanquiazul. El pase en profundidad fue para Mario González pero Masip repelió su disparo y a punto estuvo de atajar por segunda vez, pero el balón acabó en la red.
Sentencia final
Con el 1-3 y todavía veinte minutos por disputarse, el equipo recuperó un atisbo de fe pero, en el minuto 80, Luis Pérez, el lateral exblanquiazul, suprimió toda esperanza. El utrerano marcó picando el balón de cabeza al incorporarse al ataque en un contragolpe y dirigió sus disculpas a la grada de un Heliodoro que, con el 1-4 en el marcador, comenzaba a vaciarse.
Dura derrota para un Tenerife desacertado que sufre mucho con el marcador el contra y valiosa victoria para un Valladolid que supo ser pragmático en la primera parte y demoledor en la segunda. De esta forma abre brecha en la clasificación respecto a los blanquiazules y presiona a Almería y Eibar, en plazas de ascenso directo.