El CD Tenerife naufragó en su visita a Anduva para dar un paso atrás en sus aspiraciones de acercarse al ascenso directo frente a un CD Mirandés que rompió una dinámica de tres derrotas consecutivas, mientras evitaba la tercera victoria seguida de los blanquiqazules, estrenándose Joseba Etxebarría como local con triunfo ante el único equipo al que había dirigido en la categoría de plata.
Había advertido el técnico donostiarra de que irían a buscar el partido desde el inicio y lo demostró su equipo, ambicioso y presionando arriba a un rival que quizá no esperaba esta puesta en escena.
El Mirandés sale mejor
Los locales avisaron primero con un disparo de Hassan rechazado por Soriano y poco después Camello estuvo a punto de darse la vuelta ante León para encañonar tras un pase atrás de Riquelme, pero a la tercera llegó el tanto al recoger Imanol García un balón al borde del área, para acomodarse con su pierna menos buena, la derecha, para sacar un remate ajustado al palo.
El 1-0 pareció despertar al conjunto tinerfeño al menos para intentar buscar la portería jabata pudiendo lograr la igualada en un lanzamiento al palo en falta directa de Álex Corredera, pero de una forma similar encajó el segundo tras lanzar Imanol García al palo una falta y aprovechar el rechace Camello para anotar el 2-0.
Reacción del CD Tenerife
Con este marcador tan adverso al equipo chicharrero solo le quedaba volcarse sobre el área rival y empezó a llegar con peligro, con un disparo de Mario González, para después errar Elady una clara ocasión que enmendó en el descuento al recoger una dejada de Mollejo para enviar a la escuadra y sumar el décimo tanto de la temporada.
La puesta en escena en la segunda parte volvió a repetir el inicio de encuentro con un Mirandés intentando llevar la iniciativa, lo que pudo darle resultado con un tanto anotado por Íñigo Vicente en un envío al área que no llegó a tocar de tacón Capellini y al estar en defensor en posición antirreglamentaria, el tanto sería revisado y anulado.
Toda la pólvora
Luis Miguel Ramis decidió jugarse la baza del ataque dando entrada a Enric Gallego para, junto con Elady y Mario González, buscar la portería de Lizoain que, sin embargo, había estado bastante tranquilo la segunda mitad.
Lejos de mejorar el juego visitante Camello pudo poner el tercero en un remate al larguero y, a renglón seguido, llegó la dura entrada de Aitor Sanz, que ya estaba amonestado, pero que tras golpear el tobillo de Álex López fue expulsado.
A balón parado
En inferioridad numérica el Tenerife se encomendó al balón parado y a intentar sorprender en una contra ante un equipo local que buscaba controlar el partido y hacer valer su diferencia en el marcador para sumar una victoria importante en su objetivo de la permanencia.
Aún así, a la desesperada, el equipo de Ramis se volcó sobre la puerta rival y disfrutó de varias opciones en el descuento de haber logrado, al menos la igualada que, quizá, por los méritos contraídos, hubiera sido demasiado botín.