Por Miguel Alayón
La base del CD Tenerife ha vivido una de sus mejores temporadas en los últimos años. A la disputa del filial en los playoff de ascenso a Segunda División B, se ha sumado la gran campaña realizada por su Juvenil A.
Con Cristo Marrero y Samantha Tormo a la cabeza, el conjunto de la División de Honor logró el título de liga por delante de la UD Las Palmas. Disputando, además, la Copa de Campeones y la Copa del Rey.
Sobre todo ello habló la primera entrenadora del equipo blanquiazul. Una Samantha Tormo que no se pone ningún techo en el panorama futbolístico.
¿Cómo ha vivido esta temporada de ensueño donde han conseguido el título de liga con el Juvenil A? ¿Qué nota le pondría al curso?
“Con muchas ganas y mucha ilusión. Ya el curso pasado conseguimos números que nunca se habían visto y aún así fuimos subcampeones. Sin embargo, para esta temporada el principal objetivo era el de conseguir ese título de liga; algo que por fortuna pudimos lograr. Además buscábamos pasar de ronda en la Copa de Campeones, pero no pudo ser. Aún así competimos y vivimos una gran experiencia. Luego nos tocó el Real Madrid en la Copa del Rey. De esa eliminatoria, pese a la eliminación, sacamos sensaciones positivas porque le plantamos cara a un rival de entidad en los dos choques”.
¿Qué ha aprendido este año en los banquillos formando tándem junto con Cristo Marrero?
“He aprendido de todo, tanto en lo personal como en lo profesional. La manera de vivir el fútbol y el Tenerife de Cristo es increíble. A mí, particularmente, me ha ayudado a crecer en todos los aspectos. Especialmente en la manera de trabajar para un club y no mirar solo por tus propios intereses. En estos tres años he experimentado una etapa de crecimiento brutal”.
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Ahora le viene la aventura en solitario, ¿qué espera de ello?
“Creo que estoy capacitada. Cierto es que ahora me podré equivocar, pero es algo normal y que creo que está dentro de la etapa de aprendizaje”.
¿Cómo vivió la participación de los suyos en la Copa del Rey?
“Personalmente la viví de manera diferente. Ya no tenía ese escudo que era Cristo Marrero. Ponerme al frente del equipo fue una experiencia brutal. Cierto es que al principio me entraron algunas dudas, pero luego– cuando me vi ahí – me di cuenta que podía con ello. Me sentí con mucha energía e ilusión; pero también es cierto que había algunos nervios. Aunque, en definitiva, se me hizo fácil”.
¿Se ve llegando al fútbol profesional como primera entrenadora?
“Es un puesto bastante complicado y no es sencillo llegar, algo de lo que soy consciente. Yo lo que quiero es llegar lo más lejos posible y disfrutar al máximo de este mundillo que es el que me apasiona. No tengo prisas por alcanzar ese objetivo, ya que considero que todavía estoy en esa etapa de aprendizaje; pero es posible y no lo descarto”.
¿Cree que esta iniciativa del CD Tenerife confiando en una mujer preparada como usted para los banquillos debería llevarse con mayor asiduidad en el resto de equipos?
“Creo que se debería realizar esta política en más clubes. Si hay mujeres preparadas tendría que normalizarse que puedan ocupar estos cargos de importancia. Esto es algo que ocurre en el CD Tenerife. Yo entré hace tres años y, desde ese entonces, no han parado de entrar más compañeras en otros puestos importantes como la preparación física, oficinas...”.
El primer equipo está cerca de conseguir la permanencia en la Segunda División. Actualmente, junto con Luis César Sampedro se encuentra Cristo Marrero. ¿Ve a su ex compañero en los banquillos capacitado para dar el salto definitivo?
“Es una conversación que hemos tenido bastante la verdad. Es tanta la ilusión que tenemos por aprender que no nos importa seguir en la base. Sin embargo, de llegarnos esa oportunidad creo que estaríamos bastante preparados. Conozco muy bien a Cristo Marrero y para él este club es un sentimiento y es algo que me ha conseguido transmitir a mí en todo este tiempo”.
La base del CD Tenerife ha vivido una de sus mejores temporadas en los últimos años. A la disputa del filial en los playoff de ascenso a Segunda División B, se ha sumado la gran campaña realizada por su Juvenil A.
Con Cristo Marrero y Samantha Tormo a la cabeza, el conjunto de la División de Honor logró el título de liga por delante de la UD Las Palmas. Disputando, además, la Copa de Campeones y la Copa del Rey.
Sobre todo ello habló la primera entrenadora del equipo blanquiazul. Una Samantha Tormo que no se pone ningún techo en el panorama futbolístico.
¿Cómo ha vivido esta temporada de ensueño donde han conseguido el título de liga con el Juvenil A? ¿Qué nota le pondría al curso?
“Con muchas ganas y mucha ilusión. Ya el curso pasado conseguimos números que nunca se habían visto y aún así fuimos subcampeones. Sin embargo, para esta temporada el principal objetivo era el de conseguir ese título de liga; algo que por fortuna pudimos lograr. Además buscábamos pasar de ronda en la Copa de Campeones, pero no pudo ser. Aún así competimos y vivimos una gran experiencia. Luego nos tocó el Real Madrid en la Copa del Rey. De esa eliminatoria, pese a la eliminación, sacamos sensaciones positivas porque le plantamos cara a un rival de entidad en los dos choques”.
¿Qué ha aprendido este año en los banquillos formando tándem junto con Cristo Marrero?
“He aprendido de todo, tanto en lo personal como en lo profesional. La manera de vivir el fútbol y el Tenerife de Cristo es increíble. A mí, particularmente, me ha ayudado a crecer en todos los aspectos. Especialmente en la manera de trabajar para un club y no mirar solo por tus propios intereses. En estos tres años he experimentado una etapa de crecimiento brutal”.
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Ahora le viene la aventura en solitario, ¿qué espera de ello?
“Creo que estoy capacitada. Cierto es que ahora me podré equivocar, pero es algo normal y que creo que está dentro de la etapa de aprendizaje”.
¿Cómo vivió la participación de los suyos en la Copa del Rey?
“Personalmente la viví de manera diferente. Ya no tenía ese escudo que era Cristo Marrero. Ponerme al frente del equipo fue una experiencia brutal. Cierto es que al principio me entraron algunas dudas, pero luego– cuando me vi ahí – me di cuenta que podía con ello. Me sentí con mucha energía e ilusión; pero también es cierto que había algunos nervios. Aunque, en definitiva, se me hizo fácil”.
¿Se ve llegando al fútbol profesional como primera entrenadora?
“Es un puesto bastante complicado y no es sencillo llegar, algo de lo que soy consciente. Yo lo que quiero es llegar lo más lejos posible y disfrutar al máximo de este mundillo que es el que me apasiona. No tengo prisas por alcanzar ese objetivo, ya que considero que todavía estoy en esa etapa de aprendizaje; pero es posible y no lo descarto”.
¿Cree que esta iniciativa del CD Tenerife confiando en una mujer preparada como usted para los banquillos debería llevarse con mayor asiduidad en el resto de equipos?
“Creo que se debería realizar esta política en más clubes. Si hay mujeres preparadas tendría que normalizarse que puedan ocupar estos cargos de importancia. Esto es algo que ocurre en el CD Tenerife. Yo entré hace tres años y, desde ese entonces, no han parado de entrar más compañeras en otros puestos importantes como la preparación física, oficinas...”.
El primer equipo está cerca de conseguir la permanencia en la Segunda División. Actualmente, junto con Luis César Sampedro se encuentra Cristo Marrero. ¿Ve a su ex compañero en los banquillos capacitado para dar el salto definitivo?
“Es una conversación que hemos tenido bastante la verdad. Es tanta la ilusión que tenemos por aprender que no nos importa seguir en la base. Sin embargo, de llegarnos esa oportunidad creo que estaríamos bastante preparados. Conozco muy bien a Cristo Marrero y para él este club es un sentimiento y es algo que me ha conseguido transmitir a mí en todo este tiempo”.