Visto el partido que hizo el Tenerife en el Carlos Tartiere uno se pregunta por qué algunos futbolistas tienen un puesto en este equipo y otros, como los canteranos Alassán, David Rodríguez o Aarón Martín, ven la mayor parte del encuentro desde el banquillo.
Fue un esperpento de equipo el que se presentó en el Tartiere. Frente a un muy buen Real Oviedo, perfectamente trabajado y con un Santi Cazorla (casi 40 años) fenomenal, el Tenerife hizo el ridículo una vez más, como ya ocurrió en Granada y en algunos otros encuentros de esta temporada aciaga.
El entrenador del Tenerife, Pepe Mel, decidió repetir su esquema de los últimos encuentros, con cinco atrás, aunque en esta ocasión formó Adri Pérez junto a José Jeón y Josep Gayá, mientras que el doble pivote, en principio, estuvo conformado por Diarra y Sergio González, y prescindió de Aarón Martín, el último descubrimiento de la cantera blanquiazul.
Trabajo, no gol
Confió en Marlos Moreno abierto a la banda, como Luismi Cruz, el más desequilibrante del equipo tinerfeño a lo largo de la temporada. Delante, buscó una vez más el trabajo de Enric, más que el gol, debido a las características mostradas por el catalán a lo largo de esta temporada.
Moreno se pegó a la banda izquierda y trató de ayudar en la presión a Fernando Medrano,; sin embargo, no habían pasado dos minutos de partido y el extremo oviedista Hassan, desequilibrante siempre, se enfrentó a la “pareja” tinerfeñista y puso un pase de gol que no encontró rematador por poco.
El choque se volvió un poco loco a partir de entonces, el Tenerife se volcó mientras el Oviedo le dejó terreno por el que transitar, sobre todo por la zona izquierda, por la que Luismi llegó en un par de ocasiones con peligro, que se convirtieron en los primeros saques de esquina para los visitantes. Pero como es habitual, el balón parado no es el fuerte de los preparados por Mel y ambos saques no tuvieron consecuencias.
Mazazo
En el “toma y daca” de los primeros instantes, un error en cadena de la defensa del Tenerife, el balón llegó franco a Sibo, que envió un lanzamiento poco dañino para la meta de Carrasco, que la dejó pasar a su portería después de rozar el balón. Mano blanda y primer mazazo.
El “mediocentro” del conjunto blanquiazul no estuvo bien coordinado, se notó la ausencia del juvenil Aarón Martín, y de esta forma los locales se volcaron ante la inoperancia de la defensa blanquiazul y de esta forma era lógico que pronto llegaran las oportunidades oviedistas. Y así llegó el segundo tanto local. Otro mazazo.
Dadas las circunstancias, Mel renunció a su idea original y colocó a Adri Pérez en el centro del campo, entre Diarrá y Sergio. Un cabezazo de Pérez fue el adelanto a la posibilidad más clara de gol del Tenerife, en un penalti por manos de Sibo que lanzó Luismi Cruz al centro de la portería. Allí permaneció impávido Aarón Escandell, que desvió el lanzamiento. Tercer penalti fallado por el conjunto blanquiazul en los últimos encuentros -dos en Liga- y el despropósito continúa. El tercer mazazo.
Los canteranos David Rodríguez y Aarón Martín fueron los revulsivos que buscó Pepe Mel al inicio de la segunda parte. Adri Pérez, que había cambiado su posición, fue uno de los sacrificados; el otro, el amonestado Fer Medrano, que no tuvo su mejor día.
Despropósitos
La primera jugada de este período fue una ocasión para el Tenerife, pero los oviedistas volvieron a hacerse con el mando y se volvieron a repetir los despropósitos del primer tiempo. Una defensa sin cabeza, sin fundamentos, jugadores sin nivel para la Liga Hypermotion. Un desastre de organización deportiva cuyos resultados se ven domingo tras domingo, semana tras semana, partido tras partido.
En técnico madrileño mandó al banco a Enric Gallego antes del cuarto de hora de la continuación y puso en escena al canterano Alassán. El recién incorporado hizo tres o cuatro acciones que hacen que el aficionado se pregunte por qué no juegan más estos jóvenes con un futuro muy brillante por delante.
Pero esto no es así y aunque el equipo blanquiazul logró marcar un gol cuando ya era tarde, en una falta muy bien puesta por Luismi Cruz, el Oviedo se enfureció y encerró a los canarios en su parcela, lo que terminó con un enfrentamiento desnivelado por la diferencia evidente entre dos equipos, uno de Segunda División y otro que no sabemos de qué categoría es.
Ficha técnica:
Real Oviedo: Escandell; Luengo, Dani Calvo, Jaime Vázquez, Ahijado; Sibo (Seoane, 58´), Colombato (Viñas, 71´); Hassan, Cazorla (Del Moral, 71´), Chaira (Moyano, 58´); y Alemao (Paraschiv, 26´)
CD Tenerife: Salvi Carrasco; Mellot, Gayá, León, Adri Pérez (Aarón Martín, 46´), Medrano (David Rodríguez, 46´); Sergio González (Teto, 65´), Diarrá; Marlos (Cantero, 73´), Luismi Cruz; y Enric Gallego (Alassán, 58´).
Árbitro: Germán Cid Camacho, del Comité Castellano-leonés. En el VAR estuvo Milla Alvéndiz. Mostró tarjetas amarillas a Medrano (19´), Lucas Ahijado (33´),
Mellot (69´)
Estadio: Carlos Tartiere. Con capacidad para 30.500 aficionados, presentó una muy buena entrada.
Goles:
1-0. Min. 9. Sibo, desde la frontal del área.
2-0. Min. 16. Centro al área pequeña de Alemao desde la parte izquierda del ataque ovetense, que remata Hassan, ganando la posición a Medrano.
3-0. Min. 68. Seoane marca un gran gol, tras hacer una pared con Sebas Moyano.
3-1. Min.81. Falta ejecutada por Luismi Cruz que cabecea José León.