El cuadro navarro no sabe lo que es ganar en la Isla en partido de liga (si lo hizo en Copa del Rey hace cuatro décadas), siendo una victoria local el resultado predominante en los antecedentes entre ambos conjuntos. En los dos últimos compromisos blanquiazules y rojillos se repartieron los puntos (2-2 en la 15-16 y 0-0 en la 17-18), pero en las tres anteriores visitas de Osasuna se dieron triunfos tinerfeñistas (dos de ellas en Primera División, en la 09-10 y en la 01-02).
La historia reciente sonríe al CD Tenerife, pero lo cierto es que la dinámica osasunista asusta, ya que engloba ocho victorias de nueve posibles (cuatro de ellas consecutivas y algunas de gran impacto como el 1-2 en Málaga). Este viernes habrá nueva prueba de fuego para el equipo tinerfeño en busca de un necesario punto de inflexión, y de paso, prolongar su meritoria imbatibilidad en el Heliodoro con Osasuna como rival.