Mario González se marcha. El periodo de préstamo del jugador propiedad del Sporting de Braga llega a su fin y el delantero debe regresar a la disciplina del club portugués. Desde su incorporación al Tenerife en el mercado de invierno, el atacante ha sido una pieza clave del ataque de Ramis, sumando seis tantos y situándose como tercer máximo goleador de la plantilla, por detrás de Enric Gallego y Elady.
Su primer partido como blanquiazul fue en Alcorcón a mediados de febrero pero sería la siguiente jornada, en casa ante el Ibiza, cuando estrenaría su cuenta goleadora, con dos tantos en menos de 20 minutos que sirvieron de carta de presentación del delantero ante la hinchada del Heliodoro. Aunque jugara en distinta posición, su participación en el equipo y sus goles compensaron la baja intermitente de Shashoua en la segunda vuelta del campeonato, aquejado de unas molestias que le acompañaron hasta el final de temporada. Para Ramis supuso una alternativa en ataque, donde Mario podía actuar como acompañante de Gallego en punta, desplazando a Elady a la banda.
Al igual que ya hicieron Mollejo y Andrés Martín, Mario González también ha querido despedirse con un mensaje en redes sociales en el que agradece al club, a los compañeros, al cuerpo técnico y a la afición. Aunque se lamenta por el final "muy duro e injusto" de esta temporada, el delantero consuela a la afición destacando que "ha marcado el camino para que el CD Tenerife esté más pronto que tarde donde se merece, en Primera División". Para concluir, Mario abre una declaración inequívoca sobre su sentimiento por el club: "Nadie sabe lo que deparará el futuro, pero después de lo vivido lo tengo claro: ¡ETERNO BLANQUIAZUL!".