Lo decía Etxeberria, que Alexander Mesa "es un jugador especial". De hecho lo es. Aprendió a correr antes de saber andar. Su punto de gravedad bajo, dominante en categoría juvenil y competitivo en la élite, le ha ido permitiendo quemar etapas a una velocidad muy superior a la de su evolución como jugador. Pero, ¿cuánto mejoró en este proceso? ¿Cuándo se desarrolló como futbolista?
Salvo en ese tramo de la 14/15, en la que su cesión al CE L'Hospitalet le escoró al extremo izquierdo, convirtiéndole en un elemento encima a la profundidad y a la determinación, aprovechando así su calidad física y su talento para romper desde muy lejos hacia portería, Nano Mesa no pudo redondear su formación hasta la vuelta de su préstamo a su casa, al CD Tenerife. Quizás porque el suyo, pese a todo, es el típico caso del '9' que necesitaba un tiempo para ordenar su fútbol una vez su potencia ya no consigue marcar tantas diferencias. Y lo hizo en una temporada, la 15/16, sensacional. No solo a los números, sino a la capacidad de generar peligro al espacio, con balón y sin él.
No obstante, nada ni nadie es eterno. Y eso en Tenerife lo saben bien. Nano, el gran artífice, la nota positiva de aquel conjunto blanquiazul que jugaba en el limbo de los puestos de emergencia en la 15/16, emigró. Decidió subir un escalón más de dificultad a la partida. Y le pesó. La carga fue mayor debido a que Nano se convirtió en el fichaje más caro de la historia de la SD Eibar. En consecuencia, las expectativas naufragaron por las cotas más altas, pero la realidad supuso que el delantero besara la lona y viajara por diversos clubes sin tener un proyecto de firmeza alguna. Con lo cual, Nano viene de completar un viaje en un determinado tiempo en el que no ha podido sostener con goles las constantes vitales de sus equipos, ni tampoco ha mostrado una evolución constante en su crecimiento táctico y técnico.
En todo caso, no debería extrañarnos si, en esta nueva temporada de la mano de Exteberria, el delantero lagunero vuelve a explotar, a golear. Porque el talento lo tiene. Le falta coordinarse mejor, conocerse más a sí mismo y fundirse de mejor manera con el contexto que le rodea, que precisamente creo que es el idóneo para su crecimiento futbolístico, tres cuestiones que se van aprendiendo y asimilando con el pasar de los partidos.
Nano celebra un gol con el Sporting | @laliga
Sea como fuere, el presente de Nano da suficiente de sí como para no enfocar cada línea a su futuro. El punta tinerfeño seguramente encontrará en el sempiterno juego de parejas de Joseba un rol perfecto para lo que sí es a día de hoy: la única referencia como tal del CD Tenerife (siempre y cuando se considere a Malbašić y Naranjo como dos falsos '9'). Partiendo desde la punta de lanza, Nano tiene la habilidad de aprovechar cada espacio para cerrar partidos, abrir goleadas e impulsar una ola de optimismo en el entorno de la afición chicharrera que anhela, desde hace un tiempo, la figura de un jugador determinante proveniente de su fábrica de talentos.
En este Tenerife, Alexander Mesa, solo o en compañía, sin parecer necesitar ni una cosa ni la otra para tener impacto, producirá a partir de lo mínimo -en cantidad y calidad- que le llegará. Da igual que al equipo le cueste salir, hilar o, por supuesto, desbordar, que con un envío directo al ‘9’ lagunero basta para sentir de cerca el gol. A partir de su velocidad y de su juego de espaldas, sin rehuir el contacto con los centrales, Nano siempre logra hacerse el espacio necesario y sacar el tiempo justo para convertir en peligrosa una situación de juego que antes no tenía nada de amenazante. Y ahí reside el as que siempre guarda Alexander Mesa "Nano" bajo su manga.En conclusión, a día de hoy, hablamos de tres conceptos: velocidad, desmarque y remate. Y en el contexto del CD Tenerife, esta gran suma de cualidades se muestran más útiles que nunca. Sus 16 goles y 3 asistencias (las cifras de su última temporada en el conjunto blanquiazul) son la mejor prueba de ello. El reto de mezclar mejor con Naranjo y Malbašić todavía está por ver y superar. Al igual que manejarse en menos espacios o entender que no todo movimiento tiene que tener una influencia directa en la jugada cuando se enfrente a rivales que no estén por la labor de adelantar sus líneas. Pero Nano ya ha encontrado su sitio, el Tenerife de Etxeberria, y el rol que tendrá, que, por fin, se ajusta muy bien a sus posibilidades. Gozará de continuidad, de confianza y de un punto de acierto en la definición que sólo puede traer cosas buenas. A sus todavía 23 años, no lo olvidemos, Nano ya puede -volver a- impulsar su carrera dónde ya lo hizo una vez no hace mucho tiempo.