Turki Al-Sheikh, hombre de confianza del príncipe heredero de Arabia Saudí, se convirtió en propietario de la UD Almería a golpe de petrodólares. Adquirió el 96% de las acciones de la entidad andaluza por unos 27 millones de euros. La revolución en la plantilla y algunas controvertidas acciones como sorteos, tantear la posibilidad de cambiar el escudo... son seña de identidad de una apuesta decidida por ascender a Primera.
La controversia de los inversores exóticos en el mundo del fútbol
La llegada de Al-Sheikh a la UD Almería incrementa una lista de inversores exóticos que, por varios casos, generan desconfianza a los máximos accionistas. Así lo saben a pocos kilómetros de Almería, hace 9 años que el jeque Al-Thani recalase en el Málaga CF y, tras un descenso a LaLiga SmartBank, la situación se ha vuelto inestable. El Málaga CF no ha podido inscribir a varios de sus fichajes. Su popularidad, sin duda, ya nada tiene que ver con el amor de una afición que le adoró cuando llegaron a semifinales europeas.Un terremoto ha generado Peter Lim en Valencia. La destitución de Marcelino Toral y algunas decisiones cuestionables han originado el rechazo a su presidencia por parte de la afición y el silencio de un vestuario que no está conforme con sus decisiones. Tampoco olvidan por Santander y Vitoria las intenciones de ser presidente-entrenador de Dmitri Piterman, antes de abandonar a ambos clubes.
El fútbol moderno ha incluido este nuevo agente en su panorama económico. Apuestas exóticas, apuestas arriesgadas que pueden llevar al cielo... y, cuando se acaba la ilusión del jeque, regresar al infierno.