"Se llama Maradona, es zurdo, juega de interior izquierdo y, aunque no tiene mucha talla, es un espectáculo verlo jugar. Es valiente, rápido, tiene una técnica muy depurada, es muy hábil y de fuerte remate. Se mueve por todo el campo y la única manera de pararlo es a base de patadas”. Así rezaba el informe que recomendaba en 1978 el fichaje por el CD Tenerife de uno de los mejores jugadores de la historia, entonces en edad juvenil.
"Piden 80 millones de pesetas por su traspaso", explicaba mediante dicho documento el emisario blanquiazul Olimpio Romero. Por aquel entonces el representativo había descendido a Segunda B y económicamente era complicado fichar a tal prometedor jugador que luego haría historia en el mundo del fútbol, pero no imposible. La principal razón por la que no se produjo el fichaje fue más bien burocrática.
Tal y como refleja el libro “El CD Tenerife en 366 historias”, por no barajar la opción de contratar a Maradona para luego cederlo a un club de superior categoría y tras despuntar con la albiceleste en el Mundial de Japón, la posibilidad de incorporarlo a la disciplina blanquiazul terminó esfumándose.
"Piden 80 millones de pesetas por su traspaso", explicaba mediante dicho documento el emisario blanquiazul Olimpio Romero. Por aquel entonces el representativo había descendido a Segunda B y económicamente era complicado fichar a tal prometedor jugador que luego haría historia en el mundo del fútbol, pero no imposible. La principal razón por la que no se produjo el fichaje fue más bien burocrática.
Tal y como refleja el libro “El CD Tenerife en 366 historias”, por no barajar la opción de contratar a Maradona para luego cederlo a un club de superior categoría y tras despuntar con la albiceleste en el Mundial de Japón, la posibilidad de incorporarlo a la disciplina blanquiazul terminó esfumándose.