El CD Tenerife venció por 0-1 al Girona FC en un duelo directo en la lucha por ascender a Primera División. Los blanquiazules se adelantaron en el marcador con un gol de cabeza de Mario González al final de la primera parte y supieron gestionar la ventaja en la segunda mitad con un Jérémy Mellot que salvó en varias ocasiones el empate del conjunto catalán. En la oportunidad más clara para los rojiblancos, el lateral francés del Tenerife sacó sobre la línea un remate de Christian Stuani que la grada reclamó como gol, pero no fue concedido por el árbitro. Con esta victoria en Montilivi, donde el Tenerife certificó el ascenso de 2009, los blanquiazules se afianzan en la cuarta posición a falta de nueve puntos por disputar, con un colchón de seis sobre los puestos de promoción y a cinco del ascenso directo.
El Tenerife saltó al verde con intensidad en los primeros minutos, buscando adelantarse pronto en el marcador. La primera ocasión llegó en una jugada ensayada de córner que desembocó en un centro de Mellot, aunque Elady no llegó a definir. Ambos conjuntos derrochaban esfuerzos, con un fútbol de altas revoluciones que demostraba la tensión de un duelo en la zona alta entre rivales directos. El Girona empezó a asomarse al área tinerfeña, sobre todo por banda izquierda, con un centro de David Juncá en el que Stuani se estiró a ras de césped pero no alcanzó a tocar el balón con la puntera y, a continuación, en una jugada de Álex Baena, que se coló hasta línea de fondo y sacó un centro, repelido por Soriano. Al rechace apareció Iván Martín con todo a favor pero el portero blanquiazul desvió el disparo en una doble intervención que desbarató una ocasión clarísima para los catalanes.
Enric asiste, Mario marca
Tras estos embates del Girona, el partido perdió presencia en las áreas pero mantuvo la intensidad. Parecía que faltara una acción determinante para que los ánimos se encendieran y, en el minuto 40, llegó el gol del Tenerife. Nació de una recuperación de Aitor Sanz, que abrió a la izquierda para el centro de Enric Gallego. En el corazón del área, Mario González se alzó entre los centrales rojiblancos y se anticipó con su cabezazo al puño del portero Juan Carlos, firmando su sexto gol desde que llegó al Tenerife en el mercado de invierno.
En la siguiente acción, la tensión acumulada se desbordó sobre el césped, avivada por el descontento de la grada de Montilivi con el marcador en contra. En una jugada de ataque del Girona, José León forcejeó para intentar que el balón se perdiera por línea de fondo e impactó a Arnau Martínez con el brazo. El atacante se dolía reclamando una agresión y el ambiente de caldeó tanto que, en la siguiente jugada, Stuani fue al choque y se enganchó con Soriano. El árbitro zanjó el tema. Amarilla para Stuani y también para Soriano.
Mellot salvador
En la segunda parte, Alex Corredera sustituyó a un Pablo Larrea, que se había lesionado en un cambio de ritmo al final de la primera parte. Apenas se habían consumido unos segundos y el Girona ya llevó el peligro a la portería tinerfeña, con la primera intervención de Mellot para desviar el disparo de Arnau y, posteriormente, de Soriano para atajar el rechace. El Tenerife sufría un asedio pero las ocasiones del Girona llegaban más por insistencia que por acierto en la construcción de las jugadas. Atrincherado atrás y con la grada en contra, el conjunto tinerfeño le echaba constancia en defensa y, con paciencia, esperaba disponer de algún contragolpe.
El técnico del Girona, Michel, movió el banquilo buscando el revulsivo con Jairo y Samu Sáiz mientras que Ramis alineó a Shaq Moore y Andrés Martín por Mario y Elady. Los cambios animaron las contras del Tenerife, que hasta entonces solo había pisado el área en la segunda mitad con un remate de Gallego, aunque Moore y Andrés también estuvieron desacertados cuando se incorporaron al ataque.
En el minuto 75 de nuevo Mellot justificó su renovación, firmada esta misma semana, cuando despejó con la punta de la bota un disparo de Stuani después de un centro servido por banda derecha. El defensa desbarató la ocasión en el último momento, metido dentro de la portería y sacando la puntera de su bota para evitar que el balón sobrepasara la línea y así Soriano lo blocara. La grada reclamaba el gol y Stuani se desesperaba, pero el árbitro ordenó continuar con el juego.
Paso al frente
El partido encaró la recta final con un Girona ofuscado y un Tenerife impaciente por el pitido final. Las protestas se sucedieron, así como las amonestaciones. En el Tenerife vieron amarilla Aitor Sanz y Andrés Martín mientras Ramis mandaba a Sipcic y Sergio Gonzaléz a saltar al campo para amarrar el resultado en los útlimos minutos. Al final, los blanquiazules se llevaron la victoria de Girona, en un campo recordado por el tinerfeñismo por el ascenso conseguido en 2009 y donde los de Ramis dieron un paso al frente importantísimo para asegurarse una plaza entre los seis primeros de la categoría y luchar por un nuevo ascenso.