José Naranjo, algo más que gol. El nuevo refuerzo del CD Tenerife no pudo demostrar su potencial real en las dos últimas temporadas, pero busca un acicate a nivel personal, y en la Isla podría volver a encontrarse con su mejor versión.
El polivalente atacante, propiedad del Genk belga fue verdugo, en su día, del representativo, y maneja un amplio repertorio de recursos en área rival. Un delantero determinante a todas luces.
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AMPLIO REPERTORIO DE RECURSOS EN ÁREA RIVAL
Temple, velocidad de reacción, frialdad en el mano a mano...numerosas virtudes posee el próximo delantero que se ha enrolado este viernes a las filas blanquiazules.
Otro punto fuerte a favor, su polivalencia en la parcela ofensiva, al igual que otro onubense como Juan Villar. Extremo izquierdo o derecho, segundo punta o ariete son roles en los que Naranjo puede emplearse con suficiencia. Esto es, la cantidad de variantes que poseería Etxeberria en su zona de ataque, al alcance de pocos equipos de la Liga 123.
SALTO DE GIGANTE DESDE TARRAGONAEl curso 15-16 fue el de la consolidación como jugador de élite, con un esplendoroso porvenir por delante. Tras debutar en Segunda División con el Recreativo de Huelva, fue capaz de anotar 16 goles con el Nàstic, dato que le sirvió para entrar en la agenda de una ingente cantidad de equipos de élite.
Uno de ellos lo encajó el CD Tenerife en tierras catalanas. Una definición que aúna determinación, precisión y mucho talento. El golpeo con el exterior de su pie derecho, una exquisitez.
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DOS CURSOS CON MÁS BAJOS QUE ALTOS
Naranjo, que pasó desapercibido en los seis meses que formó parte del Celta, llegó a la Primera División de Bélgica, la Jupiler League, casi como una estrella a razón de dos millones de euros en concepto de traspaso. De marcar 16 tantos en un solo curso pasó a marcar ocho en dos campañas, con tres equipos diferentes: 7 con Racing Genk y uno con el Leganés.