El CD Tenerife venció por 2-1 al Burgos en el Heliodoro con un golazo Roberto López en el minuto 64 tras una jugada magistral de Fer Medrano con Corredera y, posteriormente, un tanto de Enric Gallego desde los once metros en el minuto 69. Fueron cinco minutos gloriosos para un Tenerife que se había quedado con un jugador menos al filo del descanso por la expulsión de Dauda. El extremo ghanés, que fue titular por la baja de última hora de Luismi Cruz, vio la segunda amarilla por un codazo en un salto en el área y provocó la pena máxima que Soriano se encargó de detenerle a Curro Sánchez para evitar que el Burgos se adelantara antes del descanso.
En el minuto 77 el Tenerife cometió otro penalti, en esta ocasión por mano de Amo. El pichichi Curro Sánchez volvió a tomar la responsabilidad y esta vez sí batió a Soriano para poner emoción con un 2-1 a un tramo final de partido en el que los banquiazules consciente de que tenía un hombre menos, tuvo que defender el resultado. El triunfo coloca como líder provisional al Tenerife, a falta de que jueguen sus respectivos partidos el Zaragoza y el Espanyol.
Un voluntarioso Dauda
Desde el inicio el Tenerife movió la pelota de un lado a otro sin encontrar ninguna brecha en el muro burgalés. Por la izquierda, Dauda se llevó el premio al más voluntarioso aunque, con dos y hasta tres hombres encima, le costaba salir airoso de sus propios regates. Tan atenta estaba la zaga al ghanés que Fer Medrano se coló sin invitación por ese costado para ganar línea de fondo y ceder atrás. Gallego quedó como estatua, echándose las manos a la cara, cuando la defensa le robó el caramelo.
El Burgos no estaba por la labor de crear, pero sí de presionar y buscar el error. Sergio González se lío en la salida de balón y Espiau olió sangre. Suerte que Loïc apareció con la guadaña. El toque de atención del Burgos espoleó al Tenerife, que armó una contra con Dauda por la izquierda. En el corazón del área apareció Gallego en velocidad pero impactó el balón por debajo y le salió una buena patada, si esto fuera rugby.
Aerolíneas Gallego
Y hablando de deportes contundentes, Gallego fue al salto con Espiau y en las alturas se les unió Loïc, rememorando la jugada del martes, pero ahora fue el central quien salió peor parado. Tanto Gallego como Loïc fueron atendidos y se repusieron. Cuando se trata de disputar un duelo aéreo Enric solo ve el esférico. Y que se aparten los demás, sean de los míos o de los contrarios.
Precisamente esta virtud de cabeceador estuvo a punto de valer el primer gol del Tenerife en un córner sacado por Roberto López, cuando Enric apareció como un avión, marcando los tiempos en el salto y girando el cuello para que el balón saliera pegadito al palo. En la jugada anterior también había cabeceado Dani Ojeda, pero casi con la coronilla. Aun así fue el primer remate entre palos. ¿Por qué será que siempre destacan los canariones cuando juegan en el Heliodoro?
Penalti, expulsión y paradón
En el minuto 43 se le complicó la tarde al Tenerife cuando Dauda saltó con Elgezabal y le impactó con el codo en la cara. Era la segunda, apenas cinco minutos después de haber visto la primera amarilla. Ya venía cabreado el Heliodoro de una amonestación anterior a Corredera pero la roja a Dauda acabó de calentar a la grada, indignada con el árbitro. Todo el estadio firmó un pacto tácito: si Moreno Aragón pregunta por un guachinche para cenar, mándenlo al más hediondo que conozcan.
Pero los penaltis hay que meterlos y Curro Sánchez tomó la responsabilidad. Fue hacia el balón con tantas paraditas que más parecía un paseo de jubilado por la avenida Anaga. Soriano le aguantó. A mí no me pillas con esas, por muy pichichi que seas y lleves cuatro goles de penalti. Al final el intimidador acabó intimidado por la templanza del portero. Ni siquiera lo ajustó, tan solo un poco a la derecha de Soriano, que lo repelió abajo casi sin estirarse. Al descanso, empate sin goles.
Incisivo Medrano
Con el Tenerife en inferioridad, las fuerzas se fueron igualando. Era preciso marcar pronto porque, con el paso de los minutos, la brecha entre los dos equipos se agrandaría. Por eso Medrano intentó una galopada por la izquierda y centró para que Gallego tratara de controlar en un intento de dejada que Roberto López no interpretó.
Pero el Burgos también la tuvo, y fue bastante clara. En el primer palo Espiau remató ante Soriano un centro desde la izquierda de Matos. El portero del Tenerife cubrió su palo y salvó de nuevo a un Tenerife que estaba a punto de desatar una tormenta sobre la portería de Caro.
Cinco minutos de gloria
Fer Medrano seguía con ganas de romper por la izquierda así que se apoyó en Corredera, que le devolvió la pared con un toquecito picado, y se plantó en el área para cederla atrás a Roberto López, con todo a favor para abrir el marcador. Un jugador con su pegada no falla esas ni en la Play. Minuto 64 y, pese a tener un jugador menos, el Tenerife se adelantó en el luminoso.
Solo cinco minutos después, Sergio González cayó en un forcejeo en el área y el árbitro pitó penalti para el Tenerife. Gallego fue a los once metros y lo ejecutó colocado, buscando la escuadra, alto, fuerte, imparable. El Heliodoro estalló de alegría, a sabiendas que la expulsión había puesto el partido cuesta arriba pero ahora parecía, y solo parecía, que el Tenerife no iba a sufrir.
Marca Curro de penalti
En el minuto 77 Curro Sánchez tuvo ocasión de redimirse de su fallo desde los once metros. La mano de José Amo fue clara y Moreno Aragón indicó de nuevo pena máxima para el Burgos. Esta vez fue más efectivo y recurrió al tradicional fuerte y pegado a la base del palo, sin paraditas, ni fintas, ni nada. Soriano se lo adivinó pero no alcanzó a atajar.
Con el 2-1 en el marcador tocaba sufrir en el tramo final, pero sin renunciar a un gol que podría ser definitivo. Así que Garitano alineó a Ángel y Teto para que Gallego y Waldo disfrutaran del aplauso de la grada y un merecido descanso. El colegiado prolongó ocho minutos y, para aguantar el resultado, salieron al campo Pablo Hernández y Buñuel. Los balones llovían sobre los dominios de Soriano y Álex Bermejo cazó uno, pero quedó solo en un intento de reivindicarse ante su antiguo club.
Sufrir y celebrar el liderato (provisional)
Cada córner era una taquicardia y hasta el guardameta Caro subió al área para buscar un gol que le valiera al Burgos el primer punto de la competición a domicilio. Pero, como suele decirse, el partido estaba para un Tenerife que había sido capaz de reponerse a una expulsión y de marcar dos goles en cinco minutos.
Con el pitido final, el estallido en el Heliodoro fue tremendo. No era para menos. Estaban ante el líder de la categoría. Ahora solo queda esperar los tropiezos de Zaragoza y Espanyol.
Alineaciones
CD Tenerife: Soriano, Mellot, Loïc, Amo, Medrano, Sergio González, Corredera, Waldo, Dauda, Roberto López y Gallego.// Bodiger por Loic (46'), Angel y Teto por Waldo y Gallego (79'), Pablo Hernández y Buñuel por Roberto López y Mellot (91')
Burgos CF: Caro, Borja González, Córdoba, Saveljich, Matos, Atienza, Elgezabal, Curro, Dani Ojeda, Andy y Edu Espiau.// Andy y Dani Ojeda por Álex Bermejo y Ander Martín (46'), Miguel Aitenza por Miguel Muñoz (57'), Ricoy por Córdoba (76'), Borja González por Sancris 888')
Incidencias
Estadio Heliodoro Rodríguez López: 18.383 espectadores.
Árbitro: Moreno Aragón. Asistentes: Blázquez Sánchez y Martín-Consuegra-Díaz. VAR: Milla Alvéndiz y Tejero García.
Amonestados: Andy (14'), Dauda (37'), Corredera (42'), Córdoba (49'), Miguel Muñoz (68')
Expulsados: Dauda (44')