Sin rencores y con profundo agradecimiento al club, a los jugadores y al entorno, Óscar Cano compareció por última vez como entrenador del Tenerife en la sala de prensa del Heliodoro y, aunque señaló que "después de 30 años en el fútbol nada me sorprende", tampoco ocultó que se marcha "con mal sabor de boca porque quedar fuera en la quinta jornada de una competición tan larga, con 42 partidos, suena a inexplicable", lamentó.
"Vivimos en la sociedad de la inmediatez y la realidad te devora. Puedes aceptarlo o alejarte", asumió sobre una destitución que considera prematura, más aun considerando que se había generado "un clima de trabajo extraordinario que irradió a los demás miembros en la Ciudad Deportiva" y el equipo aún no había tenido tiempo "para mostrar su mejor cara".
Con todo, aceptó esta decisión en el contexto pasional y de resultados inmediatos que exige este deporte y se refirió a una frase certera para definirla. "Cuando uno trabaja en fútbol tiene que levantarse pensando que es el último día pero trabajar como si fuese el primero", pronunció.
Puntos y caprichos de la pelota
"Un punto de 15 son números bajos", reconoció el extécnico, "aunque hemos tenido a muchos de los rivales que van a estar arriba, con un calendario exigente y ni una pizca de fortuna", matizó. Por este motivo reconoció que "durante toda la noche me preguntaba, ¿si tuviésemos tres puntos más? Con cuatro puntos hoy no estaría aquí sentado", sentenció.
Al repasar sus cinco partidos al frente del Tenerife, Cano se lamentó lamentó de "lo caprichosa que es la pelota" en referencia al gol anulado a Teto en Cádiz, el remate de Gallego en Ipurúa que fue al larguero o el fallo en una marca de córner pero finalmente aceptó que "son cosas del fútbol que desencadenan estos acontecimientos así que, a partir de ahora, animaré, como un chicharrero más", comentó.
Decisión de Garrido
Fue el máximo accionista José Miguel Garrido quien comunicó a Óscar Cano mediante una llamada su destitución. "Tanto cuando me contrató como ahora Garrido fue una persona muy sincera conmigo y le vi dolido, porque la decisión de que yo viniera aquí en gran parte le correspondió a él. Es el dueño del club, evalúa y decide lo que hacer", admitió Cano.
De cara al futuro del equipo, Cano vaticinó que "vienen dos meses muy prósperos en cuanto a puntos" para el grupo que en breve comenzará a dirigir Pepe Mel y, aunque dijo desconocer quién será su sustituto, se puso "a disposición de lo que necesite el nuevo entrenador o cualquier persona de este club".
Por último se reafirmó su "confianza en la capacidad de esta plantilla para jugar el play-off" y calificó como "algo único haber pertenencido a una entidad como el Tenerife".