El deporte, como casi cualquier otro sector, presenta un escenario profesional y económico diverso, tanto en temáticas como en dimensiones. No todo, por supuesto, son empresas o clubes de fútbol globales, cadenas de gimnasios por todo un país o tiendas gigantes de material deportivo. Existe, dentro de ese mismo ecosistema una larga lista de niveles, y todos suman para representar alrededor de un 2% del producto interior bruto español, cifra con todos los visos de continuar su crecimiento.
En esa escala también cohabitan los emprendedores rasos, personas físicas que como autónomos o a través de sociedades limitadas unipersonales desarrollan una idea de negocio con la meta de que se convierta en su modo de ganarse la vida. Muchas veces da igual la actividad, solo se mira –con toda la licitud, por descontado- la rentabilidad económica del proyecto. Pero otras muchas veces esto se combina con una pasión, una afición o una tendencia personal que, traspasados los lógicos miedos e inseguridades, representan una apuesta laboral en toda regla.
Antecedentes familiares
Este último es el caso de Guillermo Ramírez, un grancanario de 31 años cuya familia practicaba natación. Sus padres y hermanos lo hacían, pero antes su abuela, Magdala Socorro Soto, que llegó a ser campeona de España a finales de la década de los 50 del siglo pasado. Esos antecedentes llevaron a Guillermo a sentirse “algo obligado” a tirarse a la piscina cuando era un niño, pero después de algún alejamiento puntual, su amor por este deporte renació con fuerza.
Tras completar una prueba en aguas abiertas en Soria, vio como la llama interior se agitaba con vigor y comenzó un camino que se mantiene hasta el día de hoy. Por un lado, como nadador, Guillermo ha sido campeón de España de relevos en categoría Master. Por otro, el mayo de 2023 se quitó de encima cualquier complejo y empezó a compartir vídeos en las redes sociales en los que, grabándose en la piscina, explica detallada y muy pedagógicamente cómo mejorar la técnica de nado.
Crecimiento exponencial
La manera cercana y rigurosa de trasladar sus conocimientos y la pasión que transmite en lo que hace han ido construyendo una amplia comunidad de seguidores en el mundo online, con más de 380.000 seguidores en Instagram, casi 223.000 en Tik Tok y 158.000 en Facebook. Acumula enormes cifras de visualizaciones y ‘me gustas’, gracias igualmente a unos contenidos con una buena calidad de imagen y sonido, lo que no es tan usual en la redes y menos en perfiles de su temática.
“Ha habido un claro proceso de mejora técnica en la realización del material”, explica Ramírez. “El primer vídeo, que salió con una voz algo robótica, tardé en editarlo un día entero. Ahora empleo una media de 3 o 4 horas para completar uno, por la experiencia acumulada y también porque he ido invirtiendo en material y en software, aunque no son necesarias grandes cantidades”, revela.
Cuestionado sobre su voluntad de que esos primeros contenidos compartidos se convirtieran en algo más a nivel profesional, cuenta que aunque su intención existía, también el rápido éxito de los materiales hizo el resto, pues empezó a aglutinar followers. Una mala experiencia como una multinacional en la que trabajaba en remoto, que nada tenía que ver con el deporte – Guillermo es graduado en Derecho y con un máster en IE Sports & Business-, y una apendicitis hicieron el resto para que se decidiera a emprender esta aventura desde “un espíritu autónomo que siempre ha estado presente”.
Necesidad de monetizar
Pero como el mismo dice, “los seguidores en redes sociales no dan de comer, sino los clientes”, por lo que ahora se encuentra en plena expansión de su negocio múltiple. Su proyecto –Oposwim, como se le puede encontrar en las redes- está creciendo con fuerza a través de la determinación y la capacidad de sacrificio de quien lo impulsa, ofreciendo servicios de tecnificación y perfeccionamiento, videoanálisis, asesoramiento online y, en resumen, mejorando la eficiencia en el nado de todas aquellas personas que lo requieran, de cualquier nivel, desde aquellas que lo hagan por puro gusto hasta las que están compitiendo u opositando y necesitan avanzar de manera más profunda.
Oposwim también ofrece material de natación –“todo lo que vendemos esta testado porque antes lo he utilizado yo para nadar”-, tanto en www.oposwim.es como en Runize, un establecimiento situado frente al CN Metropole, en cuyas piscinas graba Guillermo la mayoría de sus vídeos.
Y en estos días está celebrando su primer retiro de natación, un evento para el que cubrió las plazas de manera inmediata, teniendo que ampliar el cupo. “Esta iniciativa está pensada para aquellos que quieran nadar y mejorar por placer, pasándolo bien”, asegura. El retiro consiste en unos 5 o 6 días en los que, además de nadar con Ramírez y otros entrenadores, se realizan otras actividades lúdicas y excursiones por el sur de la isla de Gran Canaria. Una opción de la que se sale con mayor conciencia de cómo se nada, dentro de unos días de relax y de disfrute del entorno, de la gastronomía y del ocio en general.
Futuro prometedor
¿Puede un emprendedor como Guillermo Ramírez, con miles de seguidores en redes sociales y un negocio incipiente, obtener los suficientes beneficios económicos de este proyecto? “Ahora mismo trabajo muchas horas y ya puedo vivir de esto, aunque no holgadamente”, cuenta, aunque sus previsiones son positivas pues su empeño y su claridad de ideas presentan en escenario optimista para el crecimiento de Oposwim, a quien quiere convertir “en un referente”.
Guillermo Ramírez es plenamente consciente, mejor que nadie, de que aunque las redes sociales no dan dinero de manera directa, han sido un vehículo fundamental para que su negocio empiece a despegar. Al ser requerido por un consejo para los muchos que pretenden labrar una senda parecida, lo tiene claro: “Creo que es importante pensar como un usuario y analizar qué contenidos te gustaría ver cuándo buscas información sobre un tema. Analizar la competencia e intentar diferenciarte gracias a un contenido de valor que aporte algo más a quien lo consuma. Gastar algo en publicidad dentro de estas plataformas, que no es cara, y ser constante en la frecuencia de publicación también ayuda. Pero sobre todo, no hacer demasiado caso a las críticas, confiar en ti y seguir tu ilusión”. A él, ilusión y ganas de le sobran.