La Unión Deportiva Las Palmas, de tanto perder, ya anda metida en líos cuando el calendario —apenas— avanza por los primeros días de octubre. El castañazo que se ha dado el equipo amarillo a las primeras de cambio ha sido tan monumental que, después de dejarse por el camino 21 de los primeros 24 puntos en disputa, el partido del próximo sábado (17.30 horas) contra el RC Celta de Vigo ya tiene condición de finalísima para Luis Carrión. Todo lo que no sea ganar de una vez apunta en una sola dirección: el probable despido del técnico barcelonés en un momento en el que el nombre de Quique Setién deambula, como un viejo fantasma, por la planta noble de las oficinas del representativo grancanario.
Porque más allá de lo que pueda pasar con Carrión —Canarias7 aseguró este martes que el técnico se juega el puesto en el duelo contra el Celta—, en la UD Las Palmas algunas cabezas pensantes rumian un plan B por si no queda otra que activar el relevo en el banquillo. En ese grupo ejecutivo, como no, figura Miguel Ángel Ramírez. El accionista mayoritario y presidente de la sociedad, según fuentes del entorno del club, se ha planteado estas semanas la posibilidad de recuperar a Setién, entrenador que dirigió al conjunto amarillo entre octubre de 2015 y mayo de 2017.
Aquel paso de Setién por la UD Las Palmas dejó sentimientos intensos y encontrados: desde la alegría por el buen juego que desplegó el equipo amarillo durante 15 meses —con el empate (3-3) en el Bernabéu contra el Real Madrid como obra cumbre— hasta el portazo que dio al salir tras enfrentarse a la comisión deportiva del club y registrar varios encontronazos públicos con el propietario del negocio. Hoy, siete años después, en Ramírez parece que pesan más los buenos recuerdos que vivió con un técnico que, tras pasar por la Isla, dirigió a Betis, FC Barcelona y Villarreal CF.
Baja inversión
El puesto de entrenador no es lo único que preocupa ahora mismo en la UD Las Palmas, donde también se discute —de momento, en voz baja— la baja inversión realizada para confeccionar una plantilla que compite en la liga más exigente del planeta. Un detalle, que apunta hacia la defensa —la línea más cuestionada en el primer tramo de competición tras encajar 16 goles en ocho partidos—, explica parte del problema. "La temporada pasada", apunta alguien del club, "atrás, un día normal, jugaban Valles; Araujo, Coco, Mika Mármol y Sergi Cardona; este año sólo repite Mika y no has gastado ni un euro después de vender a Coco por casi ocho millones de euros". "¿Del tope salarial, cuánto hay sin gastar? Estaría bien que Luis Helguera saliera y lo explicara", puntualizan.
Carrión o Setién, al final, en esto del fútbol, ya está todo inventado desde hace tiempo: ganan los que tienen más y mejores jugadores. Y eso, a día de hoy, parece que no es una máxima que se cumpla en una UD Las Palmas que, guste o no, es una empresa que tiene como objetivo repartir beneficios.