El partido entre el Costa Ayala y el Huracán B, correspondiente a la Liga Juvenil Interinsular de fútbol, acabó a piña limpia, con siete expulsados y la intervención de la Policía Local para intentar calmar los ánimos.
El asunto empezó a torcerse en el minuto 68, cuando un aficionado —"no identificado", según recoge el acta arbitral"— se acercó a uno de los asistentes (menor de edad) y se dirigió a él en los siguientes términos: “Qué haces, jodío retrasado”.
Triunfo visitante
Tras avisar al delegado de campo, el ambiente se calmó un poco tras cuatro minutos de parón el partido pudo reanudarse y completarse con un triunfo visitante (1-2).
El pitido final, sin embargo, desató una batalla campal. Numerosos espectadores, aficionados de ambos equipos, invadieron el terreno de juego.
Puñetazos y patadas
Lo que comenzó como una disputa verbal escaló rápidamente a una serie de agresiones físicas, donde jugadores y aficionados lanzaron puñetazos y patadas.
El árbitro tuvo que expulsar a varios jugadores por su participación en la pelea, aunque decidió no mostrar tarjetas rojas en el momento debido al peligro que podría suponer en una situación tan caótica.
Por el Costa Ayala fueron expulsados cuatro futbolistas —dorsales 8, 11, 12 y 7—, mientras que por el Huracán vieron la roja tres jugadores —números 12, 6 y 2—.
Policía Local
Ante la gravedad de la situación, una aficionada contactó con la Policía Local, quien se encargó de identificar a los participantes en la pelea.
Los agentes intervinieron mientras jugadores y aficionados se dirigieron a la zona de vestuarios, donde la violencia continuó.