Tranquilidad, que este vlog no va sobre la investidura de Pedro Sánchez ni hablaremos de la amnistía. Nos centraremos en asuntos más terrenales, pero también más gratos: el reconocimiento internacional a Quevedo, gloria coronada la noche del jueves en Sevilla al ser premiado —junto a Bizarrap— con un Latin Grammy como autor de la mejor canción urbana del año por Quédate.
El triunfo de Quevedo, junto a la irrupción de artistas como El Bejo, Cruz Cafuné, Abhir Hathi, Maikel Delacalle, Juseph o la notoriedad conquistada por escritoras como Andrea Abreu, Meryem El Mehdati o Aida González Rossi tiene una importancia capital para Canarias, sobre todo porque manda un mensaje contundente y muy claro: hay talento entre la juventud de las Islas.
La situación de su generación en el Archipiélago, sin embrago, si rascamos un poco, no es nada fácil: en Canarias, según los últimos datos ofrecidos este año, el paro juvenil (hablamos de menores de 25 años) sobrepasa el 30% y el suicidio se ha convertido en la principal causa de muerte en el grupo de población de 15 a 29 años. Un drama.
Dura realidad
Durante años les hemos pedido que fueran responsables, que se formaran y que no se salieran de la senda con la promesa de un futuro perfecto. Sin embargo, la realidad les tritura con falsas esperanzas. Emanciparse, por el precio de la vivienda, es una quimera. Y el acceso a un empleo que no sea precario es casi un asunto de ciencia ficción.
“No existen oportunidades, ni el tiempo va volver pa’trá’; pero la vida una vez te enseña, y tú si que eres dueño del "¿Qué pasará?”. Esto que acaba usted de leer es parte de la letra de una canción de Quevedo. Tiene razón cuando habla de que cada uno marca su propio destino, pero no estaría de más pensar en cómo podemos ayudar a los jóvenes de Canarias. Tienen talento y vale la pena echarles una mano.