La Filmoteca Canaria cumple 40 años y con motivo de la celebración de este aniversario, el Gobierno, a través de la Dirección General de Cultura y Patrimonio Cultural y del Instituto Canario de Desarrollo Cultural (ICDC), se ha planteado una serie de acciones y objetivos centrados en poner en valor la labor de esta entidad en cuanto a la conservación y difusión del legado audiovisual canario.
Una de sus mayores metas, que ha sido solicitada a lo largo de los años por profesionales del sector sobre todo, es que la base de datos y archivos de la Filmoteca sea de acceso público, como es el caso de la FEDAC. Se marcan lograr esta acción a finales de año en 2024, según indicó Mari Carmen Naranjo, coordinadora de la Unidad de Patrimonio del ICDC a los medios de comunicación. “Lo que queremos es abrir la Filmoteca, sacarla a la calle para que la gente la conozca”, expresó.
"Un viaje en el tiempo"
Miguel Ángel Clavijo, director general de Cultura y Patrimonio Cultural, expuso que la intención del gobierno es “darle un impulso” a esta entidad de conservación, aportando “dinero y personal” para que cumpla su cometido “con las debidas garantías”, pues considera que su labor está “poco valorada”.
Para el director general del área, la Filmoteca ofrece una “esencia distinta”, permitiendo “ver el pasado de una forma diferente a los archivos tradicionales”. “Es un viaje en el tiempo”, manifestó Clavijo. Un mensaje que se ha tratado de reflejar en el nuevo acrónimo de la marca, conformado por un botón de rebobinar.
Preservar el pasado
Esa labor de “preservar el pasado para el futuro”, como señaló Naranjo, quiere dejarse reflejada en el programa de actividades para 2024. En primer lugar resaltando el papel del cine y de las filmotecas en esta reflexión del pasado con la celebración de tres ciclos. Durante febrero y marzo será ‘Hasta que el futuro nos alcance’, enfocado en la ciencia ficción con la proyección de títulos como ‘La naranja mecánica’ (1971) y ‘Fahrenheit 451’ (1966).
Los meses de abril y mayo serán el turno del ciclo ‘Cámara, acción, olvido: el cine memoria viva’ en el que se reconoce la preservación y restauración de películas como un acto crucial para mantener viva la memoria cinematográfica. El documental ‘Cine, registro vivo de nuestra memoria’ (2021) de Inés Toharia Terán será el encargado de abrir esta serie de proyecciones.
La labor de las filmotecas
A su vez, desde febrero hasta noviembre, se celebrará por segunda vez ‘Tiempo de memoria, memoria en el tiempo’, con la intención de mostrar experiencias, creencias, costumbres, valores y sucesos del pasado a través de documentales y películas de temática histórica, cultural y patrimonial. Asimismo, las proyecciones del documental del mes se seguirán llevando a cabo en el Teatro Guiniguada (Las Palmas de Gran Canaria) y el Espacio la Granja (Santa Cruz de Tenerife).
Desde la Filmoteca se seleccionarán también 30 carteles antiguos de cine para conformar una exposición. Y, por último, Esteve Riambau, director de la Filmoteca de Catalunya, realizará una conferencia sobre ‘La conservación y difusión del patrimonio cinematográfico en el siglo XXI: La experiencia de la Filmoteca de Catalunya’.
Atraer público
Más allá de la labor de conservación, ambos cargos destacaron la característica didáctica que ofrece el fondo de la entidad. La importancia de estos documentos se percibe en la capacidad de mostrar “el papel de la mujer en Canarias hace 70, 80 o 90 años o la evolución de los transportes”, entre otros hechos, afirmó Clavijo. A través del programa Enseña, por ejemplo, se fomenta el “acceso de los escolares”, añadió.
El fomento de su potencial didáctico, el acceso público y el programa de actividades componen el plan para “conseguir hacer atractivo el trabajo de la Filmoteca”, atestiguó Naranjo, pues “en esas estamos”, haciendo una “revisión crítica de cómo atraer nuevo público”, causando “un pequeño interés que lleve a consultar” las funciones de este archivo audiovisual.
Desde su creación el 3 de noviembre de 1984, la Filmoteca Canaria ha recuperado alrededor de unas 7.040 películas, así como filmaciones caseras; unos 1.500 libros de cine; unos 8.000 programas de mano y unas 10.000 revistas de cine en sus fondos.