Cuenta Isidro Hernández, conservador de la Colección TEA, del Tenerife Espacio de las Artes, que en 1954 se organizó en París una muestra del pintor surrealista Óscar Domínguez, a la que acudieron unas 600 personas, entre ellos expertos y críticos del arte que se maravillaron por las obras del pintor. Sin embargo, la gran victoria de esta exposición, como escribió el propio Domínguez después, fue poner a la isla que vio nacer a Domínguez, Tenerife, en el centro de París.
El amor que el artista profesaba por su tierra es mutuo. Hace pocos meses que finalizó la última exposición que el TEA organizó del artista tinerfeño y desde este martes ya se puede visitar una nueva muestra del pintor surrealista. Se mantiene así el ciclo constante de divulgación y exposición que desde el área de Cultura del Cabildo de Tenerife quieren mantener en el edificio sobre Óscar Domínguez, quien es el artista tinerfeño más internacional.
Nueva muestra
En esta ocasión, la nueva exposición está conformada por 80 obras y toma como nombre el título del cuaderno poético que escribió Domínguez, y que publicó en 1947 Henri Parisot, Dos que se cruzan. El título de la exposición, tal y como explica el comisario, sirve como definición de las contrariedades del artista, y en general del ser humano, con las múltiples personalidades que nos conforman.
Esta exposición se suma además a los actos de celebración del centenario de la publicación del primer Manifiesto del Surrealismo, escrito en París en 1924 por André Breton. Por este motivo, no solo se verán en esta exposición piezas de Domínguez, sino también creaciones de Eileen Agar, Hans Bellmer, Claude Cahun, Georges Hugnet, Marcel Jean, Dora Maar, Gordon Onslow Ford, Man Ray, Yves Tanguy, Raoul Ubac.
Imprescindibles
La muestra estará conformada por una primera serie de obras de la etapa presurrealista de Domínguez, que no se habían mostrado antes en el TEA. En ella se puede observar la fascinación del pintor por la ciudad que le acogió, París, que plasmó como territorios de modernidad y libertad. En este espacio también se pueden disfrutar de obras de Álvaro Fariña, Néstor de la Torre e Ismael de la Serna.
Tampoco visto antes está el imprescindible Autoretrato parisino que Domínguez pinta de su amigo el poeta Domingo López Torres en 1928. Una novedad que llega de la mano de la colaboración con los coleccionistas particulares que han cedido las obras para la exposición. El resto de las secciones de la muestra se adentran en la biografía del pintor, e incluyen en ellas fotografías inéditas.
Muchos artistas en uno
Hernández ha destacado durante la presentación de la exposición que de Domínguez todavía hay mucho que contar porque es muchos artistas a la vez. De hecho ha destacado que a través de las diferentes etapas del artista tinerfeño se abren nuevas posibilidades a los comisarios para nuevas exposiciones y su diálogo con otros artistas y movimientos.
El conservador del TEA ha apuntado además que “tenemos la suerte” de contar con un pintor tinerfeño que formó parte de una “constelación internacional” de pintores surrealistas. Por ello ha valorado de forma positiva la apuesta insular por la que de forma permanente se organizan exposiciones dedicadas a Domínguez.
El artista insular
Quizás, si el lector pregunta a un francés sobre Óscar Domínguez podrá escuchar cómo se apropia de su procedencia y lo califica como artista francés. En cierto modo así lo fue, pues Domínguez se nacionalizó francés durante la dictadura. Pero su arte siempre fue insular, tal y como ha apuntado el conservador de arte, ya que los elementos que conforman la pintura más surrealista del pintor tienen una connotación canaria. “Domínguez es canario por nacimiento pero porque esos motivos van a acompañar su obra a lo largo de toda su trayectoria”, apunta Hernández. Un claro ejemplo son sus característicos dragos, que también se podrán ver en la exposición.
Durante la presentación de la nueva muestra, que se podrá ver hasta el 24 de noviembre, el consejero de Cultura del Cabildo de Tenerife, José Carlos Acha, ha puesto en valor la figura de Domínguez como uno de los tantos artistas tinerfeños que salieron de la isla, pero que volvieron y que se configuró como uno de los artistas más destacados del Surrealismo español. Por eso ha destacado que la intención es que “nos creamos la importancia” de Domínguez, como artista.