Quevedo ya suena en las radios, en los tiempos muertos del basket y en todo el mundo. Así empezaba el speech introductorio del último —y primer— disco del artista grancanario y se ha convertido en un especie de oráculo de lo que será su futuro. Pedro Luis Domínguez Quevedo, hasta hace relativamente poco, era un chico más de las islas, pero con un sueño claro —siempre lo ha dicho— porque nunca se vió a sí mismo ni en una oficina ni en un trabajo cotidiano. Y vaya que si no tiene un trabajo para nada normal.
Su voz, guste o no, distintiva dentro del panorama musical y sus letras han conseguido que todo tema que publique se convierta en uno de los más escuchados en las playlists del mundo entero. Donde quiero estar es el nombre de este disco que le ha abierto —aún más— las puertas del éxito. Ya su gira por España terminó con un concierto en su isla vecina, Tenerife, y ha dado el salto a latinoamérica. Un álbum que habla de sus raíces, de esos sueños que tuvo y que le llevaron a donde está ahora y de su futuro —brillante, esperamos y, sí, aseguramos—.
De Canarias al mundo
Pero, y antes de este disco de un pibe de 21 años, hay una canción en concreto —una que, aunque ya la tenemos bastante quemada, si suena esta noche en la discoteca no habrá persona que no la cante y baile—. Es la Bzrp Music Sessions, Vol. 52 o, para abreviar, Quédate, una canción que sigue siendo de las más escuchadas tanto del artista canario como del productor, Biza. Más de mil millones de escuchas en Spotify —sí, muchas de ellas han sido de nosotros—.
“Lo soñé hace 10 años en la 011. Soñé que todos los que iban en la guagua conmigo, que llevaban los cascos puestos, estaban escuchando a algún artista canario”. Se cumplió, pero no solo los que van en la guagua escuchan a este canario, lo hace el mundo entero. Y es que Quevedo está donde debe estar: esta noche en Sevilla y el resto de días en nuestros cascos.
Desde la alfombra
La emoción se empezó a sentir en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla sobre las seis de la tarde cuando empezaron a llegar los primeros invitados —casi 5.000 entre artistas, productores y miembros de la industria musical—. Es la primera vez que los Latin Grammy se trasladan fuera de Estados Unidos y lo han hecho para aterrizar en España en su 24 edición. Una edición que marcará un antes y un después para la vida del joven canario.
Los galardones reconocen lo mejor de la música latinoamericana e iberoamericana producida en América Latina, España y Portugal; así como producciones de la comunidad latina en Canadá y Estados Unidos.
Los premiados
En la premiere se repartieron los 46 primeros premios de la noche, entre ellos el de Quevedo que comparte el podio de los ganadores con otras voces conocidas a nivel mundial como Bad Bunny, Natalia Lafourcade o Karol G. Sin embargo, la canaria Valeria Castro se quedó a las puertas al no conseguir el premio a mejor canción de cantautor por La Raíz.
Otros gramófonos de oro se han ido de la mano de Pablo Alborán, Julieta Venegas, Alejandro Sanz, Camilo, Sebastián Yatra, Juan Luis Guerra, Peso Pluma, María Becerra, Camila Cabello, Manuel Turizo, Maluma, Shakira con su polémica canción, aquella con la que consiguió facturar más de dos millones de dólares en cuatro días.
La gala
Una potente Rosalía se arrancó en medio del escenario con la canción Se nos rompió el amor de Rocío Jurado en medio de vítores y aplausos de los asistentes. La cantante dio el pistoletazo de salida a la gala que repartiría el resto de premios y consiguió poner los pelos de punta a las 5.000 personas del público.
Antonio Banderas fue el conductor junto a Sebastián Yatra, Roselyn Sánchez, Danna Paola y Paz Vega de las tres horas de gala que siguieron a la puesta en escena de la catalana. “Bienvenidos a la noche más importante de la música latina” dijo Antonio Banderas, que precedió la entrega del resto de los premios.