La nueva serie de Atresplayer, Las noches de Tefía, recoge lo vivido en la Colonia Agrícola Penitenciaria de Tefía. Este campo de trabajo forzoso se creó en 1954 con la intención de encarcelar a los condenados por la Ley de Vagos y Maleantes, en la que se incluían a los homosexuales. La serie trata de mostrar la crudeza de una de las partes más oscuras de la historia de España, la situación de la comunidad LGTBI durante el franquismo.
Protagonizada por Patrick Criado y Marcos Ruiz, entre otros, la producción se ha inspirado en el libro del escritor Miguel Ángel Sosa, Viaje al centro de la Infamia. En la novela se narran los testimonios de Juan Curbelo y Octavio García, que estuvieron recluidos en la colonia por haber sido penados por su disidencia sexual.
"El espíritu de la realidad de Tefía"
Víctor M. Ramírez, activista LGTB del Colectivo Gamá y ex director general de Diversidad del Gobierno de Canarias, considera vital que una serie abarque este tema. “Lo que pretende la serie, y creo que lo hace muy bien, es reflejar el espíritu de la realidad de Tefía y, en general, la situación de las personas disidentes sexuales y de género durante el franquismo”, ha manifestado.
A las personas homosexuales se les consideraba peligrosos sociales y, por tanto, sancionables y condenables a través de la Ley de Vagos y Maleantes. Ramírez ha destacado que la comunidad LGTB se enfrentó a instrumentos de represión, censura y malos tratos, aspectos que trata de recoger la serie de televisión creada por Miguel del Arco.
El espectáculo como medio de resistencia
Para el activista, la producción refleja el espíritu de una época y la situación del colectivo. Más allá de la represión y la dureza que tuvieron que confrontar, también se exponen los instrumentos de resistencia de las personas LGTB de la época, que se “enfrentaban al franquismo siendo ellas mismas, a pesar de todo, arriesgándose a acabar siendo retenidas, apaleadas, violadas o encarceladas”.
Se destaca, asimismo, como el “espectáculo fue un medio de resistencia y de vida junto a la prostitución, sobre todo en el ámbito de las mujeres trans”, ha expuesto Ramírez. La necesidad de utilizar estas vías se vio marcada por la imposibilidad de encontrar trabajo o de poder contar con una educación debido al rechazo de la época a las personas disidentes.
Testimonios
Aunque no se pueda considerar que los hechos contados en la serie correspondan tal cual a la realidad dado su carácter ficticio, “en ese sentido acierta” en la representación de lo vivido “tanto en Canarias como en el resto del territorio”, ha puntualizado.
A día de hoy, no se sabe si aún queda alguna persona viva de las que estuvieron recluidas en el que se denominaría como campo de concentración, a causa de la crudeza de las experiencias vividas en él. “Las únicas dos personas que estuvieron en Tefía y que dieron su testimonio fueron Octavio García y Juan Curbelo. Estuvieron los primeros años, durante 1954 y 1955”. La colonia se cerró en el año 1966.
Otros presos
El activista y también investigador de la memoria histórica de la disidencia de Canarias ha resaltado que en la colonia no solamente iban homosexuales, sino también otras personas consideradas peligrosas sociales de distintas categorías, como toxicómanos, pequeños delincuentes reincidentes e, incluso, algún preso político.
Tefía no se trataba de un centro exclusivo para encarcelar a homosexuales. Según los expedientes de vagos y maleantes analizados “la minoría eran homosexuales”. Se estima que de los entre 300 y 350 presos que asiló la prisión, solo 20 de ellos lo fueron por su disidencia sexual. “En la serie se refleja que habían homosexuales que tenían su grupito”, ha detallado.
Escape a través de la fantasía
La serie Las noches de Tefía se encuentra disponible en la plataforma de Atresplayer. En ella, se muestra la dura experiencia de los presos de la Colonia Agrícola Penitenciaria del pueblo majorero con un toque de fantasía.
Los condenados escapan de la horrible vida en el campo de trabajo forzoso a través de su imaginación y viajan al cabaret El Tindaya, donde pueden vivir sus profundas fantasías desde el alter ego de cada uno de ellos.