Cada generación de escritores de las islas desde hace más de dos siglos ha visto en las revistas literarias y los suplementos culturales la plataforma de exposición perfecta para dar a conocer su obra. Siempre fue el paso previo a la publicación, como un camino marcado que nacía en los espacios donde todos tienen algo que decir. Estas plataformas, que han tendido a la desaparición, han ido cediendo su capacidad de escaparate a las redes sociales, que son más flexibles y manejables. Sin embargo, lo romántico del espacio comunitario literario sigue siendo el motor que da vida a nuevas revistas literarias.
Fue justo la necesidad de crear una plataforma estrictamente centrada en la creación literaria canaria la que unió a las jóvenes escritoras Ana Marante González, Sophia Hidalgo Hernández, María Gómez García y Andrea Sánchez Villamandos para crear la recién nacida Revista Literaria Aguaviva. Se trata de una publicación tanto digital como impresa que aglutina diferentes formatos literarios en torno a una temática. El primer número, el de primavera, estuvo dedicado a los comienzos. El segundo, en elaboración todavía, estará dedicado al viaje.
El comienzo
Ana y María ya se habían lanzado a crear el micro abierto del Café 7, un espacio que cada jueves sirve de expositor para cualquier autor de las islas. Fue en el propio café lagunero donde Sophia les reunió para animarles a crear una revista autogestionada, y fue la propia actividad del micro abierto la que certificó el potencial que hay en las islas, y que alimenta la revista. “Nuestra idea es que tengan un lugar en el que expresarse y en el que crear, porque realmente hay mucho talento en Canarias y merecen que les demos voz y que les conozcan”, explica Sophia sobre el proyecto.
El primer número se publicó el pasado marzo, con 56 páginas entre las que hay artículos, reseñas, narrativa y mucha poesía, con nombres como Elena Villamandos, Nayra Bajo de Vera, Antonio Martín Piñero o María Ángeles Jiménez González, entre otros.
Los retos
Sobre la participación explican que no han sufrido de la baja visibilidad que al comienzo suele afectar a este tipo de proyectos, ya que explican que les llegaron numerosas propuestas. De hecho, a raíz de los límites de la maquetación muchos textos enviados tuvieron que ser descartados. Justo la maquetación admiten que fue un importante reto ya que ninguna es estudiantes de la rama de diseño, pero Andrea decidió asumir el reto de maquetar la revista, algo que admite que la “enganchó”
Pero sin duda para ver nacer un proyecto de este estilo el mayor reto siempre es la burocracia. “No se entiende nada”, comenta Ana entre risas al narrar el periplo por el que han tenido que pasar para conseguir los diferentes permisos, como el darse de alta como asociación o el recibir la ayuda para jóvenes creadores, ya que su objetivo es dotar de profesionalidad el proyecto. “Es un proceso largo pero estamos intentando tener paciencia”, comenta también entre risas Sophía.
Cículo abierto
Las autoras rehúyen de los círculos cerrados que siempre han dominado los circuitos literarios, por ello en su línea editorial cabe todo el mundo que tenga relación con Canarias. Tal y como opina Andrea existe una frontera entre el mundo literario joven y el mundo literario adulto, por ello señala que buscaban crear con su plataforma una unión intergeneracional. “A la gente joven sí veo que se les está dando más oportunidades que a escritoras de 50 años que no tienen una voz consolidada”, explica Andrea.
Sobre el panorama literario actual María opina que ahora existe una corriente literaria en la que los autores de las islas suelen escribir sobre temáticas similares aunque con técnicas diferentes, “pero fuera de Canarias sí que se quejan de que escribimos con canarismos y nos lo ponen complicado”. Frente a esto Ana celebra que surjan nuevos espacios como la Vendimia, un encuentro organizado cada 15 días por el Ateneo de La Laguna, que permite conocer a autores tanto consagrados como a nuevas voces.
“Ahora precisamente se está extendiendo el foco, da igual quién seas y qué hayas estudiado, puedes escribir y puedes hacerlo bien, de hecho pasa. Es importante crear espacios amplios que no sean elitistas ni reservados para cuatro personas”, subraya Andrea al respecto de cómo ha cambiado el circuito literario con espacios que son más abiertos a la participación.