Parece que el Museo de Bellas Artes de Gran Canaria (Mubea) ya tiene prevista una nueva fecha en la que se prevé que abra sus puertas a la ciudadanía después de tantos contratiempos desde 2018, entre ellos la pandemia de la COVID-19 en 2020 y la presencia de un cica - especie protegida - en el patio del edificio que trasladó la inauguración prevista entre finales de 2023 o mediados de 2024 hasta finales de 2026.
Así lo ha hecho saber el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, que ha realizado una visita junto a la alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, Carolina Darias, así como la consejera de Cultura insular, Guacimara Medina, y el concejal de Cultura, Adrián Santana, al que era el Hospital de San Martín en el barrio de Vegueta para ver cómo continúan las obras del espacio, que según el arquitecto del proyecto, Pedro Romera, terminarán dentro de nueve meses tras intervenir una tercera parte del edificio.
Las obras acabarán en nueve meses
Este nuevo espacio es “imprescindible para la cultura” en Gran Canaria, indicó Morales, pues “recogerá la historia del arte de nuestra isla”. Para ello, el Cabildo ha invertido “hasta el momento en la obra alrededor de seis millones de euros” y “está previsto” para entre este año y el próximo “la incorporación de tres millones más de inversión”.
El arquitecto a cargo apunta que “queda muy poco para terminar”, estableciendo un plazo de nueve meses. Esos últimos tres millones de euros se destinarán a finiquitar las tareas pendientes, resaltando entre ellas el acristalamiento de la galería de madera. La intención es “devolverla como era originalmente y se convierta en un patio canario, pero acristalado”, señala Romera, que explica que esta intervención se debe a las normativas de Europa, que no permiten que un museo dé al exterior ante el peligro de que “una termita o cualquier bicho pueda atacar un cuadro o una obra de arte”. En lo que respecta a la planta, el techo del patio quedará abierto.
Rehabilitación del edificio
Romera expone que el edificio “ha sufrido muchas intervenciones y cambios”, tanto en “la etapa del hospital militar como en la de las monjas”. Con la rehabilitación se ha intentado crear “espacios neutros”, combinándolo con los materiales originales como la piedra de Arucas, “a la par de dotarlo de la máxima tecnología”, climatización para regular la temperatura y humedad “para no estropear ninguna obra de arte”, además de establecer “una serie de condiciones de seguridad”, como vidrios de máxima seguridad y sistema de cámaras.
Asimismo, entre los planes de restauración y adaptación del espacio, la ermita se convertirá “en un pequeño salón de actos para las presentaciones de las exposiciones y otras cuestiones”, adaptada también para “grabar en streaming”. Contará con sala de restauración de las obras, oficinas para el personal y otras instalaciones. “Son casi 15.000 metros de espacios expositivos”, destaca el arquitecto.
Colección de piezas del Cabildo
La consejera de Cultura insular indica que se ha intervenido una tercera parte del edificio que era lo que estaba previsto “hace cinco años” cuando ella se incorporó al grupo de gobierno. La figura jurídica sigue sin estar decidida, manifestó el presidente del Cabildo, quien apunta que lo más probable es que se gestione desde la propia institución insular junto a una figura intermedia, pero sigue sin definirse todavía.
El futuro Mubea acogerá “la colección que ha atesorado el Cabildo durante tantos años”, expuso Medina, que “se ha mantenido en los bajos de la Casa Colón y del CAAM” y por fin tendrán “un lugar definitivo”. La intención es que albergue una exposición permanente, así como algunas temporales abordando diferentes temáticas.