La compañía Abubukaka estrena este viernes su nuevo espectáculo llamado La metamorfosis, basado en el relato de Kafka, pero con un giro de 180 grados.
El Teatro Guimerá abrirá las puertas el 18 y 19 de octubre a una obra que sigue la línea cómica del cuarteto cómico, pero que, como siempre, guarda un mensaje social de calado, justo en una semana que finalizará en la gran manifestación Canarias se agota, el 20 de octubre.
Sobre todo ello se ha expresado Carlos Pedrós, uno de los cuatro actores de Abubukaka, en una entrevista concedida a Atlántico Hoy, desvelando ese giro de 180 grados de La metamorfosis.
Giro a la historia original
“La decisión más curiosa que hemos tomado es darle la vuelta a la historia en el sentido de que no es una familia de humanos en la que uno se convierte en bicho y eso le dificulta trabajar, sino al revés, somos una familia de bichos y uno se convierte en humano, el protagonista, que es Gregorio Sams”, explica Pedrós.
Una muestra mas de la creatividad de Abubukaka que con este nuevo trabajo cumplen con su identidad y sus proyectos. “Siempre hacemos un espectáculo de sketch todos los años y luego, cada dos años, queremos hacer algo que nosotros le llamamos de trama continua”, contextualiza sobre el origen el nuevo espectáculo. “Algo más grande y normalmente lo que elegimos es una obra conocida, casi siempre. Cogemos los ingredientes que tiene esa obra en particular y lo usamos en una versión libre, con un texto libre, lo destrozamos, y lo deconstruimos”, agrega Pedrós.
Mensajes sociales
Siempre desarrollando temas de calado social vestidos de comedia, Abubukaka quería hablar de un tema diferente en esta ocasión. En la última obra, En el nombre de la rosa, hablaban de los límites del humor, y en predecesor, Drácula, un poco de feminismo. “Ahora queríamos hablar del trabajo, de la alienación que sentimos a veces por el sistema que nos obliga a currar para pagar una hipoteca, un coche, que no nos permite conciliar y, si conciliamos, lo hacemos de una forma con una calidad pésima”, argumenta Pedrós.
En el caso de La metamorfosis, el actor explica que “es ver cómo una persona, cuando deja de ser productiva, pasa a ser un problema”. En esa tesitura, Abubukaka recogió esos ingredientes que da la trama y se metieron en su cocina de la calle Heraclio Sánchez de La Laguna. “Los mezclamos, le metemos encima un texto con estupideces, absurdeces, chistes y sátira y lo cocinamos para darle el ADN de la compañía”, afirma.
“No sabemos que ha salido, pero tiene esos ingredientes de cosas sin sentido que te ríes porque es tan malo que te ríes. Momentos profundos, momentos dramáticos, todo mezclado”, agrega Carlos Pedrós.
Reflexionando sobre el 'trabajo'
Sobre el porqué elegir La metamorfosis de Kafka, Pedrós reconoce que estaban entre esa opción y La divina comedia, de Dante. “Lo que pasa es que La divina comedia es un ladrillo en el sentido de grande y La metamorfosis es un relato muy cortito”, indica, aunque lógicamente no fue la vara de medir para la elección, sino el mensaje que querían dar.
“Es un texto que es comedia y que también tiene partes dramáticas, pero usamos esta obra para hablar de las ofertas de trabajo que hay, de la cantidad de gente que tiene que coger dos trabajos para poder salir adelante, de la gran mentira de que trabajar te dignifica. Bajo esas consignas mucha gente pierde la vida, literal y metafóricamente, y cómo a veces nos autoesclavizamos para ser productivos y dar, de cara a la sociedad, una imagen de superación, de control de nuestra vida, de productividad, de éxito, y cómo eso influye luego en la salud mental, en las relaciones que tenemos y cómo, a veces, eso desemboca en tragedias, como pasa en esta obra”, expone Pedrós sobre el ideario de La metamorfosis.
Manifestación del 20 de octubre
Tras las representaciones del 18 y 19, la tercera cita de los componentes de Abubukaka estará en las calles de Santa Cruz, con la gran manifestación del sábado, Canarias tiene un límite. Pedrós, el componente más activo de los cuatro en este contexto, resalta que la manifestación “que es algo real que ocurre en la vida real fuera de los teatros, tiene que ver con la obra que hacemos: un montón de gente cansada, trabajando un montón, sin poder tener un proyecto de vida, una casa o pagar un alquiler, pero produciendo y trabajando y trabajando y gastándose el 70% de su sueldo en, por ejemplo, tener un techo”. En este contexto, valora la labor de Abubukaka al respecto. “Para nosotros es siempre así, hilar el trabajo artístico que hacemos con la realidad y en este caso el 20-O lo apoyamos y hemos grabado un vídeo para que la gente se anime a ir y, por supuesto, iremos”.
En este sentido Pedrós abunda en que “al final hay que presionar, hay que tirar de la cuerda para que ocurran cosas y los políticos y los empresarios se den cuenta de que la gente está caliente y que hay que cambiar cosas”. Asimismo, finaliza señalando que “no van a cambiar las cosas si nos quedamos solo en las redes sociales o en los teatros. Está guay porque te desahogas, porque transmites, porque la gente reflexiona, pero eso tiene que traducirse en acciones concretas como puede ser esta manifestación”.