María Hernández-Ojeda (Las Palmas de Gran Canaria, 1971) es profesora en el Hunter College de Nueva York; ha realizado una importante labor investigadora sobre literatura femenina contemporánea y ha impulsado el Centro Canarias-América en Estados Unidos
- Tras varios años de residencia como profesora en Nueva York, ¿qué extraña de las islas? ¿Es conocida la literatura canaria en los Estados Unidos? ¿Qué opinan los estudiantes de habla hispana sobre el acento y la identidad canaria?
Llevo fuera de las islas muchos años y extraño mucho a mi familia y amigos. Además echo de menos el carácter de nuestra gente y el sentido de comunidad que existe en Canarias. Nueva York es una ciudad atractiva por su diversidad étnica y por la posibilidad de acceder a cualquier tipo de actividad cultural, pero el anonimato de la gran manzana tengo que compaginarlo con visitas anuales a las islas.
Los estudiantes de habla hispana a los que imparto clase en Nueva York están familiarizados con nuestro acento. Muchos de ellos son hablantes de herencia, segunda generación de ascendencia dominicana, cubana o puertorriqueña y conectan con los textos que leemos de Tomás Morales, Pedro Lezcano o Elsa López, entre otros. La experiencia canaria, al igual que la idiosincracia lingüística, es un punto en común para estos estudiantes que viven entre varias fronteras culturales y geográficas.
En el Hunter College ha impulsado la creación del Centro Canarias-América, ¿cómo surge el proyecto y qué experiencias se han desarrollado hasta la fecha? ¿Cuentan con bibliografía especializada en literatura o historia de las islas? ¿Hay apoyo de las instituciones canarias para su proyección en el futuro?
En el otoño del año 2010 Hunter College (City University of New York) y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria comenzaron una serie de intercambios académicos. Esta conexión se dio a raíz de la invitación que extendí al profesor Germán Santana Pérez, de la ULPGC. Durante un mes Germán Santana ofreció varios seminarios sobre la historia de Canarias a estudiantes de grado y posgrado en Hunter College, Montclair State University y Hofstra University, así como un seminario conjunto conmigo en el Bildner Center. Asimismo, varios profesores de Hunter College ofrecieron distintos seminarios en la ULPGC.
Durante esta serie de conferencias sobre Canarias los asistentes demostraron un gran interés, no solo los estudiantes sino también el público general de Nueva York, en buena parte de ascendencia caribeña. Fue así como nació el CECA, tras el acuerdo oficial que se firmó entre ambas universidades. Hasta ahora hemos ofrecido intercambios de estudiantes, seminarios en ambas universidades, dos congresos sobre estudios canarios en Hunter College, prácticas de traducción e interpretación y estancias de investigación. Hemos estado en comunicación con distintos colegas de la Universidad de La Laguna, y estamos trabajando para conseguir el acuerdo oficial entre Hunter y la ULL. Nuestro objetivo es que Hunter College consiga un acuerdo oficial con ambas universidades canarias lo antes posible.
Sí, el CECA cuenta con bibliografía especializada en estudios canarios gracias a la colaboración de distintas entidades y profesores que han enviado ejemplares de libros. Sin embargo, no es un listado numeroso porque estamos comenzando en este proceso de recopilación. Afortunadamente la biblioteca pública de Nueva York cuenta con un extenso número de libros y documentos de temática canaria.
Hasta el momento hemos solicitado el apoyo únicamente de instituciones académicas, no de organismos políticos o gubernamentales. Desde el principio hemos recibido total cooperación desde la ULPGC y la ULL para continuar con nuestro proyecto.
Las islas cuentan con dos universidades públicas de importancia, ¿qué recomendación hace a la comunidad estudiantil y docente de las islas sobre la posibilidad de los intercambios académicos entre Canarias y Estados Unidos?
Uno de los aspectos más satisfactorios de CECA es el intercambio de estudiantes. Gracias a nuestro acuerdo oficial, los estudiantes canarios y neoyorquinos pueden estudiar en la universidad de destino sin tener que pagar matrícula en el extranjero y con la garantía de disponer de seguro médico. Los estudiantes que han disfrutado del intercambio aseguran que ha sido una experiencia incomparable.
Una parte importante de tu labor investigadora ha tenido la obra de Nivaria Tejera como protagonista ¿Qué aspecto de la literatura de la autora cubano canaria le parece más atrayente? ¿Se ha considerado adecuadamente su primera novela dentro del panorama de producciones literarias sobre la guerra civil española?
El barranco fue elogiado en 1958 como una de las mejores obras de la Guerra Civil española y disfrutó de una magnífica recepción en Francia. El número de ediciones y traducciones que inspiró no es indicativo de la posición que ocupa en el canon de las letras españolas y latinoamericanas, en donde es un gran desconocido. Este texto canario debería leerse junto con obras esenciales de la guerra civil que revelan la traumática experiencia de los niños en el conflicto español, como Primera memoria, de Ana María Matute. La situación contradictoria de esta novela es representativa de la relación que existió entre Nivaria Tejera y el mundo crítico y editorial de las letras en español.
- Háblenos de la experiencia del proyecto Narrating Memory donde participas para la difusión y el reconocimiento entre los estudiantes neoyorquinos de la Brigada Abraham Lincoln en la guerra civil española.
Prefiero leer a escritoras estadounidenses que representan a grupos minoritarios. Los textos de la chicana Gloria Anzaldúa o la escritora afroamericana Toni Morrison siguen siendo vigentes porque éstas –y otras- autoras constituyen agentes de cambio frente a los discursos dominantes. Estas mujeres tratan temas fundamentales como la opresión de la mujer, el racismo o la educación.
Depende del público estadounidense al que nos referimos. Sí existe un sector estadounidense que lee a novelistas latinoamericanas, pero no es mayoritario. Además de algunas escritoras latinas y latinoamericanas como Erika L. Sánchez y Carla Guelfenbein, las escritoras más conocidas en Estados Unidos suelen pertenecer al canon, como Sandra Cisneros, Carmen Boullosa o Isabel Allende.
- Tras varios años de residencia como profesora en Nueva York, ¿qué extraña de las islas? ¿Es conocida la literatura canaria en los Estados Unidos? ¿Qué opinan los estudiantes de habla hispana sobre el acento y la identidad canaria?
Llevo fuera de las islas muchos años y extraño mucho a mi familia y amigos. Además echo de menos el carácter de nuestra gente y el sentido de comunidad que existe en Canarias. Nueva York es una ciudad atractiva por su diversidad étnica y por la posibilidad de acceder a cualquier tipo de actividad cultural, pero el anonimato de la gran manzana tengo que compaginarlo con visitas anuales a las islas.
La literatura canaria no es suficientemente conocida en Estados Unidos. La comunidad latina de Nueva York, particularmente los grupos poéticos urbanos, ofrece la oportunidad de escuchar a poetas canarios actuales por medio de festivales o congresos de literatura que se han organizado en la ciudad. Sin embargo, la adquisición de libros canarios en Estados Unidos resulta complicada. Queda mucho por hacer para conectar la riqueza artística y literaria que existe en el archipiélago canario con Estados Unidos y otros países.
En el Hunter College ha impulsado la creación del Centro Canarias-América, ¿cómo surge el proyecto y qué experiencias se han desarrollado hasta la fecha? ¿Cuentan con bibliografía especializada en literatura o historia de las islas? ¿Hay apoyo de las instituciones canarias para su proyección en el futuro?
En el otoño del año 2010 Hunter College (City University of New York) y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria comenzaron una serie de intercambios académicos. Esta conexión se dio a raíz de la invitación que extendí al profesor Germán Santana Pérez, de la ULPGC. Durante un mes Germán Santana ofreció varios seminarios sobre la historia de Canarias a estudiantes de grado y posgrado en Hunter College, Montclair State University y Hofstra University, así como un seminario conjunto conmigo en el Bildner Center. Asimismo, varios profesores de Hunter College ofrecieron distintos seminarios en la ULPGC.
Durante esta serie de conferencias sobre Canarias los asistentes demostraron un gran interés, no solo los estudiantes sino también el público general de Nueva York, en buena parte de ascendencia caribeña. Fue así como nació el CECA, tras el acuerdo oficial que se firmó entre ambas universidades. Hasta ahora hemos ofrecido intercambios de estudiantes, seminarios en ambas universidades, dos congresos sobre estudios canarios en Hunter College, prácticas de traducción e interpretación y estancias de investigación. Hemos estado en comunicación con distintos colegas de la Universidad de La Laguna, y estamos trabajando para conseguir el acuerdo oficial entre Hunter y la ULL. Nuestro objetivo es que Hunter College consiga un acuerdo oficial con ambas universidades canarias lo antes posible.
Sí, el CECA cuenta con bibliografía especializada en estudios canarios gracias a la colaboración de distintas entidades y profesores que han enviado ejemplares de libros. Sin embargo, no es un listado numeroso porque estamos comenzando en este proceso de recopilación. Afortunadamente la biblioteca pública de Nueva York cuenta con un extenso número de libros y documentos de temática canaria.
Hasta el momento hemos solicitado el apoyo únicamente de instituciones académicas, no de organismos políticos o gubernamentales. Desde el principio hemos recibido total cooperación desde la ULPGC y la ULL para continuar con nuestro proyecto.
Las islas cuentan con dos universidades públicas de importancia, ¿qué recomendación hace a la comunidad estudiantil y docente de las islas sobre la posibilidad de los intercambios académicos entre Canarias y Estados Unidos?
Uno de los aspectos más satisfactorios de CECA es el intercambio de estudiantes. Gracias a nuestro acuerdo oficial, los estudiantes canarios y neoyorquinos pueden estudiar en la universidad de destino sin tener que pagar matrícula en el extranjero y con la garantía de disponer de seguro médico. Los estudiantes que han disfrutado del intercambio aseguran que ha sido una experiencia incomparable.
Para el estudiante de Hunter, Canarias tiene muchos atractivos: un espacio incomparable, rigor académico y nuestro clima. Los canarios que vienen a Hunter tienen la oportunidad de navegar por la ciudad de Nueva York y estudiar en una universidad pública reconocida por su diversidad cultural. Hunter es una de las universidades públicas más antiguas del país. Está emplazada en la zona conocida como Upper East Side, a poca distancia del Central Park, MOMA y muchos otros centros culturales.
Una parte importante de tu labor investigadora ha tenido la obra de Nivaria Tejera como protagonista ¿Qué aspecto de la literatura de la autora cubano canaria le parece más atrayente? ¿Se ha considerado adecuadamente su primera novela dentro del panorama de producciones literarias sobre la guerra civil española?
Nivaria Tejera fue una escritora singular, tanto por su experiencia vital como por su obra. Uno de los aspectos que me llamó siempre la atención fue su noción de escritura. Pagó un precio muy alto por mantenerse fiel a su estilo híbrido alejado de narrativas comerciales y tendencias literarias de actualidad. Tejera falleció en enero del 2016 en su pequeño atelier de la Avenida Jean Moulin de París, con muy pocos recursos. Si a lo largo de su vida hubiera decidido escribir una autobiografía comercial –Nivaria se relacionó con varias de las figuras más reconocidas de la literatura y el arte del siglo XX- o si hubiera publicado algún texto popular describiendo sus experiencias bajo los regímenes de Franco, Batista y Castro, seguramente habría padecido menos necesidades económicas. Pero Nivaria nunca escribió una sola palabra con el propósito de vender libros. La literatura se convirtió en la única forma de resistencia en una vida marcada por múltiples exilios.
El barranco de Nivaria Tejera es una novela autobiográfica en la que ya se define su singular estilo. En ella se narra el arresto repentino y desaparición final del padre de la niña protagonista a manos de los militares franquistas durante la Guerra Civil española en Tenerife. A diferencia del personaje ficticio, el padre de Nivaria, Saturnino Tejera, pudo escapar a Cuba en 1944. Sin embargo, debido a su frágil estado de salud por su estancia en prisión, murió doce años después. Este primer episodio de violencia política definió la experiencia vital y literaria de Nivaria Tejera.
El barranco fue elogiado en 1958 como una de las mejores obras de la Guerra Civil española y disfrutó de una magnífica recepción en Francia. El número de ediciones y traducciones que inspiró no es indicativo de la posición que ocupa en el canon de las letras españolas y latinoamericanas, en donde es un gran desconocido. Este texto canario debería leerse junto con obras esenciales de la guerra civil que revelan la traumática experiencia de los niños en el conflicto español, como Primera memoria, de Ana María Matute. La situación contradictoria de esta novela es representativa de la relación que existió entre Nivaria Tejera y el mundo crítico y editorial de las letras en español.
- Háblenos de la experiencia del proyecto Narrating Memory donde participas para la difusión y el reconocimiento entre los estudiantes neoyorquinos de la Brigada Abraham Lincoln en la guerra civil española.
El proyecto Narrating Memory consiste en una página web que recoge ensayos de estudiantes sobre los voluntarios de la Brigada Lincoln en la Guerra Civil española. Aproximadamente 2800 voluntarios estadounidenses viajaron a España entre 1936-1938 para ayudar al gobierno republicano. El grupo universitario mayoritario procedía de CUNY (City University of New York), la universidad a la que pertenece Hunter College.
En Nueva York se encuentran los archivos de la Brigada Lincoln en la biblioteca Tamiment. Estos archivos contienen documentos personales, cartas, posters, fotografías, entrevistas orales, libros y otros documentos que las familias de los veteranos han donado. Estos archivos son una herramienta esencial para entender la experiencia de los voluntarios de la Brigada Lincoln, particularmente para mis estudiantes, ya que la Guerra civil les queda lejos no solo en terminos históricos, sino tambien geográficos. Para su proyecto final, los estudiantes escriben un ensayo sobre uno de los voluntarios de la Brigada Lincoln, basando su investigación fundamentalmente en los archivos.
En este proyecto los estudiantes contribuyen al proceso de memorialización de la Brigada Lincoln, al enfocarse en narrativas personales que han sido silenciadas. Al compartir sus ensayos en el blog de la página web, accesibles fuera de la comunidad académica, los estudiantes se convierten en agentes de transmisión generacional. El último voluntario, Delmer Berg murió hace tres años, y ahora las nuevas generaciones participan del proceso de preservar su voz en la historia y en nuestra memoria.
Y finalmente, ¿cuál es su opinión sobre la literatura femenina en la historia contemporánea? ¿Cree que se van superando las desigualdades de género en la recepción de las obras literarias? ¿Cuáles son sus autoras favoritas en el ámbito angloamericano? ¿Se lee a las novelistas latinoamericanas en Europa y Estados Unidos?
No cabe duda de que sigue existiendo desigualdad de género, tanto en el ámbito literario como político, social y cultural. Sin embargo, a lo largo del siglo XX la voz de la mujer se incorpora cada vez con más fuerza al canon literario, resistiendo así el rechazo patriarcal eurocéntrico. Un ejemplo claro de la existencia de desigualdad de género está directamente relacionada con el gobierno actual estadounidense. El 8 de noviembre del 2016, el día que se suponía que una mujer sería elegida por primera vez como presidenta del país, los votantes eligieron a un hombre que se jactaba de haber asaltado sexualmente a las mujeres.
Prefiero leer a escritoras estadounidenses que representan a grupos minoritarios. Los textos de la chicana Gloria Anzaldúa o la escritora afroamericana Toni Morrison siguen siendo vigentes porque éstas –y otras- autoras constituyen agentes de cambio frente a los discursos dominantes. Estas mujeres tratan temas fundamentales como la opresión de la mujer, el racismo o la educación.
Depende del público estadounidense al que nos referimos. Sí existe un sector estadounidense que lee a novelistas latinoamericanas, pero no es mayoritario. Además de algunas escritoras latinas y latinoamericanas como Erika L. Sánchez y Carla Guelfenbein, las escritoras más conocidas en Estados Unidos suelen pertenecer al canon, como Sandra Cisneros, Carmen Boullosa o Isabel Allende.