¿Vivimos en un mundo raro? ¿Qué lo está haciendo más y más raro? Para la artista Mala Rodríguez el mundo es cada vez “menos humano” con “más máquinas”, “más matemático” y aunque hay “más libertad, a la vez existe un vacío”. Un vacío que ella se ha propuesto llenar con su nuevo disco, imponiendo su “propia ley”, donde aborda qué es la felicidad, los remordimientos, el derecho de hacer lo que una quiere, el verdadero valor de las cosas y lo poco que importa lo que diga la gente de nosotras a través de su voz rabiosa y brava a la vez que doliente y dulce.
Atlántico Hoy habla con la gaditana, que vuelve a la música con su álbum Un mundo raro, sobre su carrera, la evolución del género urbano que la ha nombrado reina del rap española y sobre la vida en sí diciendo “lo que quiere”, eso siempre, lo que la ha llevado a conocer la cancelación más de una vez en redes sociales. La Mala lo asume, es “una bocachancla”, pero está segura de su trayectoria, que habla de ella misma contando sus historias y promoviendo el empoderamiento de "hacer lo que una quiere".
¿Qué es la felicidad?
Durante la pandemia empezó a trabajar en este disco junto al productor colombiano Bull Nene con el que poco a poco fue construyendo una historia sobre “estar atrapados y buscar un poco de aire”. Ella misma se dio ese aire a través de este álbum después de estar “bastante bloqueada” desarrollando en él “todo ese conflicto” que tenía consigo en una sociedad en la que “a veces tienes que ponerte una máscara, mostrarte con mucho ego, falsedad y ser muy agresivos”. Lo que “todos buscamos es ser felices”.
¿Y qué es la felicidad para la Mala? “Estar en paz conmigo, saber que lo estoy haciendo lo mejor que puedo, que me esfuerzo por algo que me gusta, que estoy bien con la gente que amo, que me perdono por todas las cosas que me he hecho mal y también perdonar a los que me han hecho mierda”.
Las historias de las personas trans
Son todas estas emociones las que para ella se echan en falta en este mundo raro y a la vez se alegra que comiencen a abordarse en el panorama urbano musical, sobre todo en su género, el rap, en el que “se han soltado un montón de cuerdas y amarres que había antes porque a mucha gente le costaba hablar de amor” y solo se tocaban historias de “guetos”, de hombres, que “no me representan”.
Ella lo ha sentido así desde hace más de 20 años que comenzó en la música. “Lo único que quería era contar cosas de mi vida y mi punto de vista como mujer”, atestigua, y como ella, “hay muchas personas que tienen que contar su historia”. Por eso le parece una “maravilla” que “por fin hayan personas trans que cuenten su experiencia”.
El empoderamiento de contar su propia historia queda reflejado en el tema Peligrosa, dentro de su nuevo disco, donde la artista habla de algo tan difícil como “saber poner fin a las relaciones tóxicas” desde sus vivencias, siendo consciente de que más mujeres se han visto en la misma circunstancia también.
“Una bocachancla que se viene arriba”
La Mala defiende ese empoderamiento reflejado en muchas de sus nuevas canciones como “hablar cuando quiero, ponerme la ropa que quiero, desde un bikini de tanga hasta un burka, hacer lo que quiero porque es mi decisión” sin que venga “un juez o un señor” a decirlo. “Para mí la mujer empoderada es la que habla y calla cuando quiere, y es dueña de sus palabras”.
Esta idea la demuestra en todas sus declaraciones. Es dueña de sus palabras y a veces incluso sabe que pueden conducir a que la cancelen de primeras. Ante esto se ríe y asume que es “una bocachancla” que un día se “viene arriba” y dice una tontería y al día siguiente otra, como que le gustaría ser presidenta del Gobierno con medidas pensadas y todo, poniendo el foco en la educación, la conciencia social y la salud mental, que “no ganamos pa’psicólogos”, bromea.
Es así como se toma ella las cosas, “a risas”, pero resaltando la importancia de saber los momentos en los que hay que tener sentido del humor y cuando se está hablando de algo serio. “Me tomo a mí misma a broma”, pero confía en toda la trayectoria que tiene a sus espaldas, que habla por sí sola.
La gente “está triste, dolida y vacía”
Con la canción que cierra su álbum después de más de 40 minutos de un viaje por distintos paisajes sonoros, Casi nada, refuerza el mensaje de “ser fiel” a una misma y que “da igual lo que digan los demás” porque no es necesario seguir esas tendencias para “ser la más moderna” en este mundo raro, todo ello fuera de esa idea de “reputación”. María Rodríguez busca conectar más con su espiritualidad y escucharse a sí misma, que es lo que la hace feliz. Sabe que eso a mucha gente le cuesta porque “quieren controlarlo todo”
De este árbol de amor propio nace el show de su gira en el que muestra esa relevancia que se da a las apariencias, a la coraza y máscaras que se ponen la gente que al final lo que “está es triste, dolida y vacía”. Además, de los temas de siempre, la Mala presenta su nuevo disco con un espectáculo de danza para transformar todo ese dolor, transitarlo y encontrar la liberación para ser mejores personas.
La cantante está deseando que el público vea este show “diferente” y venir a Canarias, donde tiene su “segunda casa”. Mala Rodríguez visitará Gran Canaria el próximo 21 de junio, siendo una de las cabezas de cartel del LPA Beer & Music Festival 2024, junto a otros artistas como Ana Tijoux, Él Mató a un Policía Motorizado y Muchachito Bombo Infierno, entre otros.