Las barbas llegaron para quedarse

Las barbas han vuelto para quedarse. Lo que pudo ser vivido como una moda pasajera se ha convertido en una realidad perenne e irrenunciable para muchos hombres. Así lo piensa Rayco González (33 años), dueño de Laguna Barber Shop, una de las barberías/peluquerías más activas de la Ciudad de Aguere: “El que tiene un barba ya no quiere ni puede verse sin ella. Es lo que ocurre en la mayoría de los casos. Hoy en día es una realidad estable, no creo que se pueda hablar de moda”.

Rayco se acercó al mundo de la peluquería un poco por inquietud personal y un poco por necesidad: “Lo primero que hice en mi juventud fue comprarme una máquina para cortarme el pelo yo solo. Primero fue un hobby, luego empecé a pelar a mis amigos. Con la crisis decidí hacerme profesional y dedicarme de lleno a la peluquería. Me formé y ahora desde hace cuatro años es mi modo de vida. Recuerdo que el primo de novia, que también es peluquero, me animó a introducirme en este mundo porque me veía con dotes para ello”.

En La Laguna, en el número 19 de la Calle Viana, tiene su espacio por el que cada día pasan más de 10 personas: “Tanto en el corte de pelo como el arreglo de barba hay mucha diversidad. Desde los trabajos más clásicos a nuevas tendencias”. Y por supuesto, muchos se sientan en el sillón con alguna referencia específica: “Las cortes concretos que más piden son los de futbolistas, cantantes y personajes famosos del mundo del cine. Por poner algunos nombres puedo decir el de Sergio Ramos, Cristiano Ronaldo o, algo más actual, el del cantante Bad Bunny”.

Lo que fue una tendencia determinada, y ahora es casi una forma de vida, ha posibilitado también que se multipliquen el número de negocios de este tipo: “Quizás se pueda decir que muchas barberías se han subido al carro de la moda. Quizás yo también lo hice porque abrí mi propio local hace relativamente poco, cuatro años. Intento seguir mejorando y formándome cada día. Creo que puedo estar satisfecho con lo logrado hasta el momento, porque más o menos me he logrado estabilizarme y, de alguna manera, también porque esto es una Isla, ya me conoce todo el mundo”.

¿Y cuáles son las nuevas peticiones recurrentes en el mundo de la peluquería? “Los Air Tattoo, es decir los dibujos en la cabeza. Hay algunos que son muy  complicados y otros que son más sencillos. Yo de momento, con los complicados no me atrevo, aunque con el tiempo lo aprenderé. También piden ahora muchos colores en la cabeza, de lo más diversos. Esa puede decirse que es una de la modas actuales”.

En las barberías, como en muchos otros negocios, el trato personalizado es una de las claves: “Entra por la puerta una cantidad de personas bastante diversa y hay que saber tratarlos para conseguir un cliente asiduo. Creo que la clave está también en dedicarle el tiempo necesario a cada persona que se viene a pelar. No se trata de hacerlo todo rápido para ganar más dinero, como pasa en muchos sitios, eso es un error. Calidad en el atendimiento, limpieza, sobre todo con las herramientas de trabajo, y seriedad con los horarios, esa son algunas de la claves”.

Rayco González trabaja mayormente con cita, porque tiene un volumen de trabajo que le permite, y le requiere, organizar su agenda: “Aquí está también una de las claves. Hay que conseguir que el cliente de igual manera sea riguroso con los horarios, que acuda a tiempo a las citas o que avise con la antelación necesaria si quiere anularla. Yo en mi caso, tengo algunas dificultades extras, porque trabajo sólo y no puedo delegar ninguna función”.