📍"Coming Back to Be a Monkey" de @AlonaHarpaz en #GaleríaATC👉https://t.co/3p1sxSetLn pic.twitter.com/MDYcjJSKKZ
— IAC (@IAC_asociacion) September 2, 2020
La galería “Agencia de Tránsitos Culturales” inaugura la primera exposición en Canarias de Alona Harpaz
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La galería “Agencia de Tránsitos Culturales”, sita en la calle Callao de Lima 39, Santa Cruz de Tenerife, ofrece la inauguración de una nueva colección, “Coming Back to Be a Monkey” de Alona Harpaz, que estará colgada desde este viernes 4 de septiembre, hasta el próximo 12 de diciembre. El acto de apertura y presentación de la colección será este mismo viernes a las 20 horas. Se trata de la primera exposición de Alona Harpaz (Tel Aviv) en las Islas Canarias. La exposición consta de once pinturas, de formato grande y mediano, creadas durante los dos últimos años, con elementos botánicos, figuras y animales.Los lienzos de Harpaz reflejan el renovado interés en la pintura figurativa durante las dos últimas décadas. Fue en 2002 cuando tuvo su primera exposición individual en la galería Sommer Contemporary Art, en Tel Aviv. Esa obra prefiguraba ya su pintura actual.Cuando Richard Prince vio por primera vez, algunas años más tarde, la obra de Alona Harpaz en Art Basel Miami Beach, escribió para ArtReview que las pinturas de la artista eran “un lugar de encuentro de Matisse, Polke y el Punk. Tal vez había algo d Kippenberg pero creo que sobre todo me gustó la forma en que derramó la pintura y la aplicó en pequeñas cantidades”. De hecho, se pueden detectar sutiles referencias en sus obras. La estructura de muchas de sus composiciones recuerda a los diseños del Art Nouveau; toques de maquillaje colorido, untado en las caras, impregna el lienzo con una estética glam; y los elementos naturalistas insinúan travesuras, limitación y simbolismo espiritual.Sus colores —que aplica con acrílico, aerosol y pinturas industriales sobre lienzo— despiertan interés por su intensidad y fluorescencia. Los combina de manera insólita, aplicándolos sin modulación alguna y dando forma a superficies planas. La línea y la mancha, a menudo, coexisten, y la artista merodea entre la figuración y la abstracción. La narrativa es muy personal, centrada en una única figura femenina, que es siempre el elemento principal de la composición —una representación de una feminidad dueña de sí misma que reacciona a la visión hiper masculina y exotizante de la mujer en Gauguin—.Los motivos florales que incorpora y su disposición en el lienzo, especialmente en relación con la figura, crean un vínculo entre las formas naturales del Art Nouveau europeo y los patrones geométricos de los mandalas asiáticos. Entre los animales salvajes se encuentran el lobo, el cervatillo, el búho y el mono —que en la mitología hindú simboliza a Hanuman, un dios de poder y fuerza—. En su obra, la artista conecta con lo “salvaje” —el poder crudo y desenfrenado de la naturaleza— y se deleita con su gracia y velocidad, el conocimiento y la energía inalcanzable. En Coming Back to Be A Monkey, Harpaz demuestra que su estilo es más intrépido que delicado, y está dispuesta a enfrentarse al lienzo de una manera inesperada, capaz de dejar algo un poco sin hacer; es una braveza calculada para la próxima ronda, cuando pueda volver con renovada audacia.