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Cultura

José Padilla: "Yo estrené antes en Moscú que en el teatro Guimerá"

El dramaturgo tinerfeño tomará las riendas este lunes de la primera edición de los Premios Max de las Artes Escénicas que se celebrará en Tenerife, con el importante reto de homenajear a Ángel Guimerá

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El dramaturgo José Padilla. / CEDIDA

Este lunes, por primera vez en su historia, la provincia de Santa Cruz de Tenerife acogerá los Premios Max de las Artes Escénicas. Es la gala de los grandes reconocimientos a autores, dramaturgos, grupos de teatro y bailarines a nivel nacional por sus obras. Por suerte o por arduo trabajo e ingenio, hay muchos canarios que atesoran entre sus reconocimientos un Premio Max. Entre ellos está José Padilla, un dramaturgo tinerfeño que se ha alzado ya con dos premios y que este año tomará las riendas de la dirección de gala, con el reto de homenajear a Ángel Guimerá en el centenario de su muerte. Padilla no tiene miedo de denunciar la censura que actualmente afecta a parte del arte nacional y de criticar la falta de un circuito teatral estable en el que poder representar sus galardonadas obras 

-Pregunta: ¿Cómo se siente al tomar las riendas de un evento como los Premios Max que se celebran por primera vez en Tenerife?

-Respuesta: Todo esto viene cruzado transversalmente con el hecho de que soy de Santa Cruz, con lo cual no es poco el hecho de que un evento tan grande como son los Premios Max de las Artes Escénicas se traigan a Canarias, a Tenerife por primera vez y que además tenga el enorme placer de dirigirlo yo. Se llevan con mucha responsabilidad pero también con mucha alegría. Yo te puedo decir que estoy en un 50% entre la responsabilidad y la alegría y muy feliz de llevar un evento de estas características en mi ciudad. 

-¿Cómo trata al cuerpo y a la mente una organización de este estilo?

-No es sencillo, pero sí es muy plácido, porque todo va saliendo. Sobre todo porque por fortuna cuento con un equipo de personas ingente a mi alrededor que trabaja tanto como requiere esto, lo cual es mucho, para poder llevar a cabo esto. Es un proceso tremendamente exigente pero muy grato en el sentido de que vez que el equipo va dándole forma a todo lo que uno va proponiendo. 

-Este año el lema es La escena, travesías de ilusión, ¿lo que se ve en la escena corresponde más al ámbito de la ilusión o de la realidad?

-Yo diría que en los escenarios donde se dan las artes escénicas la realidad es la ilusión y viceversa. Sé que puede sonar muy abstracto pero es así. Se puede entender de una forma muy inmediata, cuando uno va al teatro sabe que lo que está viendo no es real pero durante ese tiempo es una realidad que cuando ocurre capta toda tu atención y todos tus sentidos y trasciende la sala de teatro. Se crea un marco poético en el que la realidad y la ilusión se están relacionando todo el rato. Es uno de los pocos foros donde esa relación se da de una forma pura. 

"Siempre se habla de lo que significa ser canario y de lo que significa la identidad canaria, pero, ¿cómo podemos olvidar a nuestro mayor referente teatral a nivel mundial?"

-En esta edición se homenajea al tinerfeño Angel Guimerá, en el centenario de su muerte.

-Conmemoramos esa fecha, pero es que además es el tinerfeño que a nivel teatral ha llegado más lejos, con una diferencia abismal. Lo peor es que no se reconoce. Yo espero que con estas nuevas iniciativas de empezar a poner sus obras en su lugar empiece a reconocerse, pero es complicado que la gente, incluso aquellos que van al teatro regularmente, te pueda decir tres títulos de Ángel Guimerá y esto es algo que no se puede entender. Siempre se habla de lo que significa ser canario y de lo que significa la identidad canaria, pero, ¿cómo podemos olvidar a nuestro mayor referente teatral a nivel mundial? Es un sinsentido al que hay que ponerle coto ya y que aparte de las iniciativas que pueda haber en Santa Cruz, yo como responsable de la gala de los Max no me quedaba otra casi que rendirle homenaje a este enorme creador tinerfeño, era casi una obligación. 

-También ha comentado en otras ocasiones que su obra es muy actual.

-Como ocurre siempre con las grandes autorías, son obras eternas. Las lees y las resonancias no dejan de estar presentes siempre. Tanto es así que uno de los montajes finalistas candidatos a mejor espectáculo de los Premios Max de Teatro es un texto de Ángel Guimerá. Esto ha sido así azarosamente. Lo que viene a demostrar esto es que Ángel Guimerá es digno de ser representado y de estar además en la élite de las narrativas contemporáneas. ¿Cómo es posible que esto se haya olvidado? Ángel Guimerá como todos los grandes autores y autoras es eterno y tenemos que reivindicarlo ayer. 

-Ha ganado ya dos premios max de Teatro, ¿qué tiene que tener una obra para poder calar de la forma que lo han hecho las suyas?

-Por fortuna no hay fórmulas mágicas ni fórmulas cerradas. Yo lo que sí que creo, y esto no es una respuesta a tu pregunta, es que hay una calidad indiscutible en las artes escénicas de nuestro país, en todas sus disciplinas, en todas sus fórmulas, hay una calidad espectacular. En nuestro país hay un despliegue enorme de creación y creatividad que de una manera lógica termina por verse reflejado en los Premios Max. Si miras todos los finalistas del año pasado y miras los finalistas de este año te darás cuenta de que hay un rosario infinito de propuestas diferentes, lo que viene a indicar es que la única respuesta para esto es crear desde ti y en lo que tú creas, porque hay como algo muy fértil pasando alrededor de las artes escénicas. Pero no hay fórmulas. 

-Hablando de esa fertilidad, ¿qué dificultades afronta un dramaturgo para traer su obra a Canarias y que recorra las islas?

-Yo estrené antes en Moscú que en el teatro Guimerá. Es algo que he comentado en otras ocasiones pero define, en mi caso, lo que me has preguntado. No tengo ni la más remota idea, aparte de la periferia y la insularidad, por qué cuesta más tanto. Te hablo de mi experiencia, ha sido muy complicado, por fortuna he tenido la oportunidad de compartir mi trabajo en Canarias, en Tenerife, pero no ha sido una relación fértil de modo alguno. Cada vez que me he ido he tenido que empezar de cero para poder volver. Ha habido ocasiones que ha sido incluso desagradable el trato. 

Esto responde, salvando las distancias y los abismos, a cómo tratamos lo artístico, lo teatral al menos, que ha habitado fuera. Ángel Guimerá para la inmensa mayoría es Àngel Guimerà (en catalán), es el padre del teatro catalán, este señor nunca escribió una obra de teatro en castellano, ¿eso lo convierte en menos tinerfeño? Yo no lo sé, son preguntas que me hago al azar, todo esto vertebrado en torno al evento que ahora nos ocupa, pero no tengo una respuesta. En mi caso mi experiencia no ha sido buena, ha sido escarpada y difícil. 

"El canario es alguien que siempre ha trascendido sus fronteras, en todo, nos caracterizamos por eso, vamos a abrazar esto también en lo teatral"

-Entiendo que lo ha sido para muchos creadores. 

Me da mucha pena. Yo quiero con la gala de los Max hacer una invitación afectuosa a que esta tendencia cambie. Tenemos que abrazarnos de dentro a fuera y de fuera a dentro. El canario es alguien que siempre ha trascendido sus fronteras, en todo, nos caracterizamos por eso, entonces vamos a abrazar esto también en lo teatral. 

-¿Y el canario es consumidor de teatro?

-Yo creo que al canario al que se le ofrezca buen teatro va a ir. Buen teatro me refiero a lo regular, si hay unas programaciones estables, cuidadas y que atiendan a la creación que se hace dentro y que se hace fuera, el canario responde como cualquier otro espectador. 

-Últimamente se ha hablado de la censura y de las cancelaciones de obras en territorios gobernados por el PP y Vox, ¿hay miedo dentro de la creación a la censura?

-No, miedo no hay, o por lo menos yo no lo concibo. Yo no creo que tengamos miedo y creo que hay un nivel de alarma lógica, los hechos están ahí. Hay productos artísticos que están considerados como algo pernicioso y se están prohibiendo, pero en bibliotecas, por fortuna esto se revirtió pero era una intención seria quitarle el nombre de Paco Rabal al municipio de Alpedrete, si no me equivoco. ¿De qué estamos hablando? Es un nivel de disparate tan grande. No hay miedo a la creación y la prueba es la cartelera. Pero es un hándicap que haya personas que nos vean como un problema cuando lo único que hacemos es tratar de proponer una reflexión, pero se está revirtiendo, quizás pervirtiendo con un punto de vista que no sé de dónde sale la creación y la creatividad como un elemento de peligro. Y de repente este tipo de disparates como prohibir libros o nombres de artistas, es de locos. Con lo único que podemos responder es con arte y con no amedrentarnos. Es bonito esto que digo pero creo que no nos queda otra. En cualquier caso, nosotros somos los que construimos las obras de teatro, para su desgracia. Entiendo que a la gente que subraya este tipo de tratamiento para las artes en general y para las artes escénicas en particular no les gusta que seamos dueños de eso, pero lo siento, lo somos. 

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