Jesús Castaño conoció a Martín Chirino (Las Palmas de Gran Canaria, 1925) cuando este, huyendo del progreso, se refugió en Morata de Tajuña (Madrid). Castaño llegó a batirse como abogado en ciernes, pero esa nueva amistad y su amor por el arte, le hicieron cambiar el rumbo de su vida. Hoy es el director de la Fundación Martín Chirino que está ubicada en el barrio de La Isleta de Las Palmas de Gran Canaria. Cuenta Jesús, que antes de inaugurarla hace unos nueve años, los vecinos pensaban que la Fundación llegaba a su barrio para quitarles el Castillo de La Luz. Nada más lejos de la realidad porque la Fundación, que es conocida mundialmente, es también el orgullo del Puerto, patrimonio universal y un privilegio que pueden visitar vecinos y forasteros. Jesús Castaño es simplemente el guardián del legado del herrero del arte, cargo que desempeña con constancia y agradecimiento.
[Pregunta] ¿Cómo llega un licenciado en Derecho hasta un artista de la talla de Martín Chirino?
[Respuesta] Siempre he tenido inquietudes culturales, mis mejores amigos eran coleccionistas de arte. Yo hice derecho y trabajaba como abogado, pero también hice el Máster en Gestión Cultural y en ese momento conocí a Martín Chirino. Él había cambiado de taller y lo instaló en Morata de Tajuña, que es de dónde soy yo. Empecé con Martín haciéndole gestiones hasta que me dijo que tenía que estudiar Historia del Arte. Es en segundo de Historia del Arte cuando dejé mi trabajo de abogado y me fui a trabajar a la Galería Marlborough y también llevaba cosas de Martín. Un día me dijo que me dedicara en exclusiva a trabajar con él y empecé con la gestión de exposiciones, ventas y todo lo que implicaba su vida. En esa época también estudié Antropología. Fue entonces cuando salió el proyecto de la Fundación y me puse a trabajar con él y con su familia sobre los estatutos y también con los tres alcaldes que tuvo la ciudad hasta que la inauguramos.
La pandemia fue un golpe para todos los sectores económicos, también para la cultura. ¿Cúal es la salud de la Fundación Martín Chirino?
Durante la pandemia tuvimos que cerrar, evidentemente. Después llegaron las limitaciones de aforo. Fue una época muy complicada porque tuvimos que repensar cómo seguir desarrollando la actividad. Todos los museos se volvieron locos con el tema de hacer las cosas online, pero yo era un poco reacio a ello. Creo que la experiencia ante una obra de arte tiene que ser real. Una cosa es que la conozcas a través de la pantalla y otra verla en persona. Por ejemplo, escuchas un disco y está bien pero en un concierto te emocionas más. De repente todo el equipo se puso a pensar en actividades para los niños en casa y cosas así. La verdad es que pasé por un poco de estrés, pero bueno está en la memoria. Ayer pasé por el Castillo con unos visitantes y mirando al suelo me acordé de las pegatinas que se ponían para separar a los visitantes.
Recientemente ha sido galardonado con un Premio Atlántico al Liderazgo de Atlántico Hoy. Sin duda, un reconocimiento que pone en valor su trabajo al frente de la Fundación…
El año pasado fuimos reconocidos con la medalla de oro a las Bellas Artes a nivel nacional y son premios que ayudan en la autoestima, una señal de que al final no lo estamos haciendo tan mal. Y además al comprobar que los nominados en los premios de Atlántico eran muy potentes, pues más. Estoy convencido de que hago lo que me gusta lo mejor que puedo, pero hay días en los que el diablo viene a hablar contigo y te haces muchas preguntas. Este tipo de reconocimientos ayuda y que la sociedad agradezca tu trabajo es complaciente.
¿Conocen los ciudadanos de Gran Canaria la Fundación a pesar de que no esté en el circuito de museos que hay en Vegueta?
A mí todavía me sorprende que después de casi 10 años, haya gente que todavía no conozca la Fundación. Yo he ofertado la Fundación por tierra, mar y aire, es cierto que aquí hay una mentalidad que separa geográficamente lo que es la capital del Puerto. Ocurre que a veces, a las personas les cuesta llegar hasta este lugar, pero es que son cuatro o cinco minutos en coche, no más…Echo de menos cierta señalética, cierta labor institucional de cara a la divulgación, pero no sólo con esta institución sino en general. Debería haber más señalética anunciando centros culturales. Tengo la suerte de tener los cruceros muy cerca, pero no pernoctan en la Isla. El que va a la zona de Vegueta ya no tiene tiempo para venir al Puerto.
¿Cuáles son los criterios que sigue usted para comprar arte para coleccionar?
Yo soy un recién llegado y eso da mucho respeto, pero del artista que más obra tengo es de Martín Chirino. Lo primero es que te debe gustar la pieza, debes conocer el contexto y al artista y luego crear una tesis. Una colección tiene que ser coherente, la vas haciendo con el tiempo. Yo compro cualquier soporte menos videoarte, me gusta mucho, pero es muy difícil de conservar. Principalmente tengo pintura, escultura y fotografía. Empecé muy joven, con 25 años y ahora he cambiado el criterio, el conocimiento también es otro y estoy un poco por los históricos, pero no de los populares. Te estoy hablando de artistas como Asins y otros movimientos a nivel internacional.
¿Qué le falta a la cultura en Canarias?
Martín Chirino siempre fue un embajador de su tierra, orgulloso de su tierra, pero claro, yo que estaba en la península, le decía que era una pena que no seas catalán o vasco porque esas comunidades hacen patria y hacen historia con sus artistas plásticos. En Canarias falta un poco de protección y fomento de artistas. Canarias tiene una cultura valiosísima y muy rica en poetas, pintores, escultores o cantantes. Hay gente muy válida, podría hacer una lista de gente importante que han hecho su camino.
Hábleme de la programación para este 2024 de la Fundación.
El 16 de marzo hacemos un ballet de la Compañía de Natalia Medina. Normalmente buscamos un equilibrio entre alguien nacional con alguien local. Es un espectáculo que será gratuito. También estoy desarrollando la exposición que hacemos todos los veranos. Tengo ideado presentar la obra de Martín Chirino por etapas y por periodos, por iconografías…Estoy haciendo una enciclopedia y presento unos volúmenes cada años dedicados a una serie de Martín y aprovechando la presentación del volúmen hago una exposición individual aunque en este caso es colectiva porque contextualiza la obra de Martín Chrino que presento con el tiempo en el que se creó, con otras corrientes, con otros artistas. Luego hacemos conferencias, talleres, un poco de todo.