Encarna Galván: "Lo importante de la candidatura a Capital Europea de la Cultura es el trayecto"

La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria subraya que " veces nos empeñamos en atraer a los jóvenes a nuestra forma cultural y a lo mejor somos nostros los que tenemos que reciclarnos"

Martín Alonso / Darío Ojeda

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Encarna Galván, durante su etapa como concejala de Cultura del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. / Sabrina Ceballos
Encarna Galván, durante su etapa como concejala de Cultura del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. / Sabrina Ceballos

Es mediodía y el Palacete Quegles bulle como una cafetera a punto de derramarse. En todos los despachos hay alguien con alguna tarea entre manos, en los butacones ubicados en pasillos y antesalas del edificio comparecen dos importantes productores culturales de la ciudad que esperan ser recibidos y en el patio, mientras una productora filma un vídeo, Radio Las Palmas ejecuta en directo un programa. La actividad es trepidante, algo habitual por estas fechas: llega noviembre y con el penúltimo mes del año desembarcan en Las Palmas de Gran Canaria otra representación del Don Juan Tenorio, una edición más del Womad y la consolidación del Eat to the Beat. El desarrollo de la capacidad creativa de sus habitantes y la celebración de manifestaciones artísticas se han colado en el horizonte de la ciudad como si fuesen dos edificios ilustres más. De repente, una puerta se abre y dentro de una luminosa habitación nos espera Encarna Galván, concejala de Cultura del consistorio capitalino y presidenta de Sociedad de Promoción. Durante un buen rato trazamos una línea temporal en la que hablamos de lo que ha sido, de cómo está el panorama y de lo que pasará. Todo con la cultura como hilo conductor.

[Pregunta] Llega noviembre y los habitantes de Las Palmas de Gran Canaria saben que es tiempo de Don Juan Tenorio, Eat to the Beat y Womad. ¿Cree que uno de los grandes logros de la concejalía ha sido agendar en el imaginiario colectivo de la ciudad todos los eventos culturales que acoge?

[Respuesta] Sí, la verdad es que durante todo el año tenemos épocas o meses, como bien dicen, en las que hay ofertas que son esperadas por la ciudadanía para poder disfrutar de ellas. Y ahora estamos en esta época del año, el otoño, en el que destaca el Don Juan Tenorio, que es una cita ya tradicional de muchos años y que tiene como bonita particularidad que se celebra en el núcleo fundacional en Vegueta. Durante los dos últimos años, además, ha vuelto a su formato tradicional, tal como empezó, con la celebración de la representación escénica en las distintas plazas de Vegueta, con el público circulando libremente entre una y otra para ir siguiendo la representación de los diferentes puntos. Luego disfrutaremos del Womad, que todo el mundo ya sabe que el segundo fin de semana de noviembre es territorio Womad. Este año podremos mantenerlo en el entorno del Parque Santa Catalina a pesar de las obras, porque se celebrará en la trasera del parque, en la Plaza Islas Canarias. Y también tenemos el Eat to the Beat, una propuesta más reciente que ha destacado como un carácter diferente, con el rock por bandera y que se celebra en espacios interiores y públicos como el Auditorio Alfredo Kraus y el Edificio Miller. Aunque es una propuesta más joven es una cita esperada, sobre todo por la calidad musical y la oportunidad que nos ofrece de poder disfrutar de formaciones que vienen desde otros lugares, bien de Europa o de América, y que nos traen lo mejor del rock.

Encarna Galván, durante la enttrega de galardondes de Masdanza.
Encarna Galván, durante la enttrega de galardondes de Masdanza.

¿El Womad seguirá en Las Palmas de Gran Canaria pase lo que pase tras las elecciones municipales de 2023?

Yo quiero pensar que es un debate superado. No sé qué pasó en su momento, pero creo que el Womad forma parte ya de Las Palmas de Gran Canaria. Y está por encima de cualquier posición política. Es un evento cultural que la ciudadanía espera, que quier disfrutar. Lo bueno del Womad es no conocer a parte del cartel, ir y descubrir propuestas maravillosas. La ciudad tiene contrato con el Womad para 2022 y 2023, porque creo que el próximo grupo de gobierno, cuando acceda al cargo en junio del próximo año, no tendría margen de maniobra para organizar el Womad en esas fechas. Pero insisto, creo que es algo que está superado y que no se discute.

Hablaba ahora de la vuelta a la normalidad, tras los peores momentos provocados por el covid-19, con la representación de Don Juan Tenorio. Sin embargo, Las Palmas de Gran Canaria destacó, durante el confinamiento, porque la cultura no paró. ¿Lo ve, con la perspectiva del tiempo, como uno de los grandes logros de su paso por la Concejalía de Cultura?

Lo veo como que pudimos demostrar para qué estamos aquí. Fue un momento muy difícil. Creo que es el más complicado que hemos vivido todos, tanto a nivel personal como en este caso profesional o desde el ámbito de las responsabilidades públicas. Y era el momento en el que había que demostrar que tenemos que servir. Y nos pusimos a ello. No quisimos rendirnos ante la adversidad. Mostramos fortaleza, buscando las distintas vías y analizando cómo poder hacer las cosas. Y ahora, cuando hacemos balance de lo que fue ese primer año, el más difícil de la pandemia, podemos decir que en esos 365 días terribles llevamos a cabo 223 actividades culturales. Se dice pronto, pero prácticamente se celebró casi una por día, en un entorno en el que todo eran dificultades, en el que todo eran prohibiciones, restricciones. Pero fuimos buscando la manera cuando no se podía hacer de ninguna. Lo hicimos de manera virtual y logramos reunir muchos seguidores por streaming, llegamos a tener más de 320.000 reproducciones. Cuando nos permitían hacer actividades con 40 personas de público, hacíamos con 40 personas de público y hacíamos cinco en sitios distintos para para poder dividir al público y poderlo llevar a cabo.

Fue un ejercicio de resistencia.

No nos rendimos, ejecutamos todo el presupuesto de cultura de ese año en vez de dejarlo para otras cosas. Es más, ejecutamos más que nunca: el 104% del presupuesto, porque aprovechamos otras partidas que otros no llevaron a cabo para poder hacerlo. Y es una satisfacción ver como esto sirvió como un pequeño respaldo, porque fue un grano de arena en medio del océano. Pero fue un pequeño respaldo a todo el sector cultural, que vivió esa época de una manera terrible, porque fue el que primero, más directa y más duramente recibió los efectos de la pandemia. De un día para otro toda la actividad del sector cultural se vino a cero y eso era algo ante lo que había que reaccionar. Ahí detrás hay muchos profesionales que viven de eso, hay muchas familias, hay muchos alquileres que pagar y mucha bolsa de supermercado que llenar. Había que llevarlo adelante, había que reaccionar ante eso. Luego, realmente, vimos como esa oferta cultural permitió a la gente poder respirar un poquito, poder vivir y ver que había vida normal, más allá de toda aquella situación tan terrible y trágica que estuvimos viviendo y todas aquellas escenas de enfermedad y de muerte por las que tuvimos que atravesar. Ese doble papel que pudo jugar la cultura en ese año tan complicado nos deja la satisfacción de haberlo podido llevar adelante y el agradecimiento a todos los que lo hicieron posible, porque para poderlo hacer hubo que contar con nuestro equipo, siempre dispuesto a darlo todo y con todos los trabajadores del sector que tuvieron que seguir llevando adelante su actividad en un momento en el que lo que apetecía a todo el mundo era quedarse resguardado en casa.

¿Se esperaban esa respuesta tan positiva del público?

Fue un momento en el que a la gente le daba mucho miedo relacionarse y asistir a espacios donde pudiese estar en contacto con otras personas y, por consiguiente, expuestos a contaminarse. Pero el público asistió a todas nuestras actividades llenó todos los aforos según el número que se nos permitía. Afortunadamente pudimos llevarlo a cabo y no tuvimos ni un solo caso, ni un solo brote en todas las actividades que realizamos. Así que bueno, ahora lo vemos así, con un poquito de perspectiva, vemos que fue complicado pero que mereció la pena tremendamente. 

Tal vez la pandemia sirvió para ver al sector cultural como una industria. Hace unas semanas, en una entrevista que concedió a AtlánticoHoy, el alcalde Augusto Hidalgo subrayó que es uno de los sectores del municipio en que más ha crecido el empleo.

Es un motor del empleo. A diferencia de otras crisis anteriores, yo creo que el sector cultural ha salido fortalecido de esta. Y creo que es precisamente así por esa necesidad que toda la ciudadanía tuvo de poder disfrutar de algo que le venía precisamente desde el sector cultural, bien a través de las propuestas musicales, teatrale, exposiciones que se hacían online o posteriormente todo lo que se pudo hacer de manera presencial. La gente se concienció de que la cultura no es un lujo ni es algo de lo que puedas prescindir. Y creo que todos hemos tomado conciencia de que la cultura es realmente un bien esencial del que no se puede uno desprender así tan alegremente, ni castigarlo cuando viene una crisis y olvidarnos de él. Forma parte de nuestro ecosistema económico, pero también es algo muy necesario para mantener la situación de bienestar, de bienestar ciudadano, de bienestar personal. Y eso es algo que a diferencia, como les decía, de la crisis anterior y en el que la cultura realmente lo pasó mal, no sucedió ahora. Lo que hicimos, como les decía, fue un granito de arena, porque la actividad en general se paralizó y lo que aquí aportábamos era una ayuda. No suficiente para que pudiese vivir con normalidad, pero sí que sirvió para el sector cultural que se fortaleciera. Y creo que logramos que ahora ya no se vea como una frivolidad invertir en cultura, hacer una inversión pública en cultura. 

¿Empieza a ser Las Palmas de Gran Canaria un destino turístico ligado a su oferta cultural? ¿Tienen datos que lo confirmen?

No tengo datos que reflejen eso, pero lo que sí es cierto es que Las Palmas de Gran Canaria cada vez aparece más como un destino turístico con una interesante oferta cultural en revistas especializadas. Ya no solo es buen clima y playa. Uno de los valores que se colocan cuando se habla de la ciudad es su oferta cultural y eso es importante. Y es importante, creo, sobre todo porque aquí no hacemos cultura pensando en el turista o en la persona que nos visita. Hacemos cultura pensando en la ciudadanía de Canarias, en la ciudadanía de Las Palmas, en la ciudadanía de Gran Canari, ayudamos al desarrollo de las actividades, de las capacidades creativas que hay aquí, que son muchas. Pero esa actividad que hacemos nosotros con normalidad es disfrutada también por las personas que nos visitan y la ven como una ciudad con un gran dinamismo. Y eso empieza a nombrarse, empieza a ser nombrada como una ciudad que tiene un importante atractivo cultural. Aquí la gente, lógicamente, va a seguir viniendo porque somos un destino de sol y playa. Pero la ciudad tiene una oferta cultural en la que el turista, una vez que termina su día de playa, puede emplear también su tiempo libre en encontrarse con las propuestas culturales que aquí hay. Yo creo que eso es importante. 

Encarna Galván observa una fotografía expuesta en un concurso.
Encarna Galván observa una fotografía expuesta en un concurso.

En los últimos años en España, sobre todo a raíz de la salida de la pandemia, ha habido muchos problemas en varias ciudades por festivales que desbordan su capacidad alojativa y de servicios. No sé cómo ve este asunto el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Los festivales que se celebran aquí suelen ser más pequeños, menos sobredimensionados. ¿Qué opinión tiene? ¿Vienen también turistas a esos festivales?

Sí, claro que vienen turistas a los festivales, hay personas que vienen a disfrutar de las propuestas musicales que aquí hay. El otro día hablaba con el productor del SUM Festival y nos comentaba que se habían vendido muchas entradas en la Península. Pero han mencionado algo fundamental. Yo creo que nuestros festivales tienen una dimensión diferente. Aquí no hay una apuesta por ese festival masivo de 20.000 o 50.000 personas que pueden ocasionar dificultades, sino que aquí estamos cuidando un poquito el disfrute del festival en sí, el confort que puede recibir la persona cuando va a disfrutar de una propuesta musical en este caso,en un espacio en el que poder estar y disfrutar cómodamente. A veces estás todo un día o toda una tarde hasta bien entrada la madrugada. Y si estás en un sitio apelmazado, en un sitio donde no dispones de unos servicios cómodos, de unos baños, de una zona de descanso, de unas zonas de gastronomía que estén preparadas con cariño para que puedas disfrutar de eso, se puede convertir en algo tedioso. Aquí los festivales son más pequeñitos, pero muy cuidadoss. Acabamos de celebrar también el Festival Cero el otro día, en la trasera del Auditorio, en la Plaza de la Música. No sé si estuvieron, pero la plaza se transforma y se transforma en un lugar que apuesta, sobre todo, por la comodidad. Tenemos un aforo limitado a 3.500 personas, cuando en realidad allí podrían caber perfectamente el doble y hasta más. Pero lo tenemos limitado porque nos interesa que la gente que vaya disfrute de la experiencia, no solamente que vaya allí a ver un concierto apelmazado, sino que tenga un espacio en el que poder también encontrarse con los amigos, relacionarse, tomarse algo, pasarlo bien e irse a su casa con la sensación de haberlo pasado bien, de haber podido acceder a la música y de disfrutar de ella de una manera distinta.

 La oferta cultural se concentra en la parte baja de la ciudad, ¿tienen planeado algún proyecto que permita distribuirla por otros distritos del municipio?

Evidentemente, la cultura está centralizada prácticamente en la zona baja de las ciudades. Desde que llegamos aquí hicimos un estudio sobre los espacios culturales y está claro como la zona baja de la ciudad condensa prácticamente todo los espacios culturales y la apuesta del ayuntamiento es por irlos diversificando y ampliando hacia otra zona. Estamos a puntito a puntito de poner en marcha un nuevo espacio cultural bastante importante en la zona de Tamaraceite. Ya nos salimos de la zona baja de la ciudad y nos vamos a la zona alta con un edificio con unas características únicas, que realmente podría estar en la zona de Triana y allí sería un edificio maravilloso. Pero está en Tamaraceite y servirá para dotar de más servicios a un barrio que se ha transformado en los últimos años. Aparte de ser totalmente eficiente y autosostenible. Ofrece un auditorio de 320 localidades, un espacio para talleres, aulas de ensayo totalmente insonorizadas, una biblioteca pública y un espacio multidisciplinar para actividades comunitarias. Es decir, es una infraestructura cultural muy importante que se está terminando en estos días, ya dotada de equipamiento técnico. En Tamareceite, con este proyecto, podría pasar lo que hace unas décadas pasó con Guanarteme: la conjunción de un espacio cultural de relevancia como fue el Auditorio Alfredo Kraus con un espacio comercial como es el Centro Comercial Las Arenas. Eso provocó la renovación de toda la zona de Guanarteme, no solamente desde el punto de vista urbanístico, sino incluso económico y social. Aquí pasa lo mismo. La infraestructura comercial ya está y la cultural va a estar en muy breve espacio de tiempo. Y esperamos también que todo esto sirva para apoyar, que no solamente sea la tranformación urbanística de la zona, sino que puedan mejorar las condiciones de vida de las personas de la zona de Tamareceite y que se convierta en un nuevo núcleo urbano, como ha pasado con Guanarteme. 

¿Qué pasa con la Ruta Playa Viva?

Cuando accedí a la concejalía me interesé por el tema, a pesar de que era una iniciativa impulsada por el distrito. El problema de Playa Viva es jurídico, es difícil que una iniciativa ligada a la hostelería y en la que se produce el consumo de bebidas alcohólicas en vía público tenga encaje como un proyecto municipal. Ante eso, siendo conscientes de que la ruta permitía a muchos artistas y bandas locales darse a conocer, optamos por desarrollar y apostar por LPA en Vivo, que es un calendario de conciertos en una red de locales con licencia para conciertos y que sirva para que esos grupos o artistas locales que antes se promocionaban en Playa Viva lo puedan seguir haciendo con un proyecto que goza de más garantías jurídicas.

Encarna Galván, junto a Augusto Hidalgo y Yeray Rodríguez.
Encarna Galván, junto a Augusto Hidalgo y Yeray Rodríguez.

¿Notan que los jóvenes consumen más cultura gracias al bono cultural del Estado para los que cumplen 18 años? 

En la oferta cultural que programa el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se nota menos porque mucha tiene carácter gratuito. Y ahí lo del bono cultural no se nota. Tienen, además, unas entradas que son muy económicas, como puede suceder con la programación del edificio Miller o con algunas otras que hacemos. Pero realmente lo del bono cultural es muy importante para que los jóvenes accedan a la cultura o si me permiten, entre comillas, a nuestra forma de ver la cultura. Porque yo creo que la juventud hoy en día accede a la cultura, lo que pasa es que no es a la oferta cultural que nosotros estamos acostumbrados y a veces nos empecinamos en que tienen que venir a disfrutar de nuestra oferta cultural. Cuando la juventud realmente no solamente accede como espectador a una oferta cultural determinada que forma parte de su gusto, sino que también son creadores de cultura en otro nivel y a lo mejor de otra manera. A lo mejor somos nosotros los que tenemos que acercarnos a esa forma cultural, a esa forma de vivir la cultura. A veces nos empeñamos en atraerlos a ellos y a lo mejor somos nosotros los que tenemos que reciclarnos y ver que existe otra manera de componer, que existe otra manera de hacer producciones audiovisuales, que existe otra manera de asistir a conciertos y no es la que nosotros estamos acostumbrados a ver. Tengo un hijo de 17 años y lo veo en casa. De repente, entré un día en casa y le vi una pantalla de ordenador llena de colorines y no sabía lo que era. Le pregunté qué era aquello y me explicó que estaba componiendo, que estaba estudiando piano. Es su manera de hacerlo. Y se relaciona así con sus amigos. Amigos que yo no veo pero que existen, que están ahí y que se relacionan de otra manera.

Este gobierno municipal se ha embarcado otra vez en la apuesta por convertir a Las Palmas de Gran Canaria en Capital Europea de la Cultura. Las elecciones están a la vuelta de la esquina, ¿qué pueden avanzar en este tiempo? ¿Qué se va a encontrar el siguiente grupo de gobierno respecto a este proyecto?

Queremos dejar preparada la base para que puedan, una vez que se abra la convocatoria –en el año 2024–, avanzar para llevar adelante el proyecto. Pronto pondremos en marcha la Oficina Técnica de la Capitalidad. Y la forma jurídica de la sociedad-consorcio entendemos que va a ser una fundación, que llevará adelante toda la gestión del proyecto. Por lo pronto, lo que hay planteado es una idea. Una idea que parte de que una candidatura no es un premio, no es el objetivo final. Lo importante es el trayecto, es el camino y es lo que nos va a ir dejando realmente algo de riqueza en nuestra propuesta cultural. A veces nos planteamos este tipo de nominaciones como un premio, no como el que hace una carrera importante. El reto es ver quién llega primero para que te den la medalla. Aquí lo importante es hacer el camino. A lo mejor al final, cuando eres designado, si eres designado Capital Europea de la Cultura, eso pasa y si no has aprovechado el camino queda en nada. Tenemos ejemplos de ciudades que han sido capitales europeas de la cultura y prácticamente no nos hemos enterado de ello. Entonces eso es una oportunidad perdida. Hhay que aprovechar lo que es el trayecto. Vamos a dejar preparado la infraestructura, la dotación, por así decirlo, necesaria para llevar adelante el proyecto. Pero nos interesa mucho que la mirada no esté puesta en la meta, en lo que es el final, sino en lo que podemos hacer durante esos años en los que se va a llevar adelante el proyecto de capital cultural. Porque realmente eso es lo que hay que aprovechar. Una vez llegue el año 2031 y pase, se te puede quedar en nada, en un globo que se desinfla en un momento determinado.