Elvira Piedra y la ilustración de las mujeres de la historia

Ilustrar a mujeres empoderadas es la obsesión de esta artista tinerfeña quien mediante su arte revisiona la historia de las figuras femeninas que históricamente han estado a la sombra de los hombres

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La ilustradora Elvira Piedra. / Atlántico Hoy
La ilustradora Elvira Piedra. / Atlántico Hoy

Más de 18.000 personas ven cada día las ilustraciones que publica la artista tinerfeña Elvira Piedra en su cuenta de Instagram. Son mujeres empoderadas, antiguas guerreras, figuras femeninas tradicionales que se actualizan a ritmo de tablet y rotuladores y que se entremezclan con reiterpretaciones del arte. En un estudio de su propia casa, la ilustradora ensalza la historia y cuerpos femeninos a modo de reconocimiento de esa narrativa que siempre las ha obviado.

En pocos días publicará su nuevo libro Diosas y Guerreras, una colección que ilustra, como su título indica, a diosas y guerreras de diferentes culturas para poner en valor su historia. Un trabajo que enfrenta directamente con la clásica documentación de los logros de hombres ilustres en los campos de batalla, por ejemplo, con la intención de hacer ver que las investigaciones arqueológicas e históricas dicen que ellas también existieron, lucharon, y decidieron. "Ha sido maravilloso descubrir que hay princesas guerreras árabes, vietnamitas o japonesas", comenta en su estudio donde cuelgan algunas de sus ilustraciones y una gran cantidad de rotuladores y material artístico.

Sin referentes en la escuela

"Siempre interpreto el papel de la mujer pero desde una forma más empoderada", expresa. Desde que cursó sus estudios en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna, se pregunta el porqué las mujeres no forman parte del currículo académico, lo que luego trasladó a todo el ámbito de la historia. “No siento que tenga referentes femeninos en los que inspirarme”, comenta con pena.

Siempre se ha sentido inspirada por pintores como Gustav Klimt, Dalí o Egon Schiele, artistas hombres que sí han pasado a la historia. Pero al hacer un barrido por referentes femeninos se hace el silencio. Quizás, comenta, el reconocimiento global de pintoras mujeres se rompió hace unos años con el boom popular de Frida Kahlo. Pero lamenta que otras artistas como Margaret Kane o la monja activista Corita Kent, no sean tan conocidas, aunque ella se siente ahora “mucho más identificada” con ellas.

La mujer empoderada

Entonces se planteó dar voz a las mujeres célebres a través de la ilustración. “Lo que hago yo es un poco de divulgación a través de imágenes”, explica. Se fija especialmente en las mujeres empoderadas. “Siempre intento buscar referencias de mujeres con rostros fuertes”, explica. “Hay un tipo de artistas que dibuja mujeres sexualizándolas y yo las dibujo sensualizándolas. La diferencia explica es la dimensión que le dan a las mujeres, que unos la usan como objeto y otros, como ella, como sujetos. “Yo quiero creer que soy esa mujer poderosa y fuerte”, explica. 

Aparte de los elementos históricos, sus ilustraciones también buscan la actualidad, la hiperconexión de los teléfonos móviles o los personajes de televisión que la inspiran, que se intercalan con figuras de la mitología o la religión. “Es un cóctel de cosas que me inspiran en mi día a día”, comenta entre risas. Un scroll (desplazamiento) por su Instagram da buena muestra de ese cóctel, con la casi siempre presente figura de las serpientes, animales con los que dice estar obsesionada, las constantes alusiones a Klint o los mensajes emancipadores y de apoyo a la comunidad LGTBI. 

Vivir del arte 

Elvira es una mujer, joven y de Canarias, son tres factores que en base a los datos son catalizadores de sueldos bajos e inestables, a lo que se suma la dificultad de vivir del arte. ¿Se puede puede conseguir vivir exclusivamente del arte en las Islas? Primero ríe ante la pregunta y luego expone: “Se ha malcreido que no se puede vivir del arte, por la idea que existe del artista. Pero esto es una carrera de fondo, es esfuerzo. Sí se puede vivir, sobre todo porque vivimos en un mundo muy lleno de imágenes”. 

Por suerte, la tecnología ha hecho necesaria la actividad de las y los artistas de la ilustración. “Siempre hay alguien que quiere imágenes bonitas para su web, una portada para su concierto, de un disco de una cartelería, joyería, merchandising”, explica y añade que todo depende de los gustos y lo adaptable que sea el artista. “El abanico es tan grande que si no te funciona una cosa vas a otras y puedes seguir dedicándote al arte”, comenta. 

Ese abanico del que habla, en su caso es amplio. Desde encargos para regalos a un programa de radio donde habla de arte y mujeres, e incluso, ahora va a adentrarse en el mundo del tatuaje, aparte de sus libros y todo el trabajo que realiza dando charlas y talleres. “Lo bueno de este trabajo es que es imposible que te aburras”, destaca, aunque ‘con los pies en el suelo’ añade que, al ser autónoma “tampoco puedes dejar de hacer cosas”. 

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