Imagina un edificio donde las artes y la historia convergen, un lugar que encapsula el espíritu de una isla que siempre ha sido puente entre continentes y culturas. Allí, entre las luces de una ciudad se erige una joya arquitectónica que guarda siglos de tradición. Su fachada no es solo piedra; es un testimonio del romanticismo y del talento humano, un portal a un mundo donde la creatividad y la cultura reinan.
En este rincón de Canarias, la historia no solo se cuenta, se vive. Su estructura ha sido testigo de momentos trascendentales, de tragedias que dejaron cicatrices y de renacimientos que devolvieron el esplendor perdido. Este lugar, que combina el encanto del pasado con las comodidades del presente, es mucho más que un edificio: es un símbolo de la identidad de la isla.
Un teatro con alma
El Teatro Pérez Galdós, un icono del modernismo y el academicismo arquitectónico en Canarias, no siempre tuvo este nombre. Inaugurado en 1890 como el Teatro Tirso de Molina, su historia está marcada por cambios, tragedias y renacimientos. Diseñado por Francisco Jareño y Alarcón, el teatro surgió como respuesta a la necesidad de la sociedad grancanaria de un recinto teatral que reflejara su crecimiento cultural. Sin embargo, no fue hasta 1918, tras un devastador incendio, que comenzó su transformación definitiva.
El arquitecto Miguel Martín Fernández de la Torre lideró su reconstrucción, mientras que su hermano, el pintor Néstor Martín Fernández de la Torre, aportó su arte en las vidrieras y lámparas que aún hoy embellecen su interior. En 1928, en honor al célebre escritor canario Benito Pérez Galdós, el teatro adoptó su nombre actual, consolidándose como un símbolo cultural de la isla. En 1994 el edificio del teatro fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por el Gobierno de Canarias, con la categoría de Monumento en Conjunto Histórico.
Belleza arquitectónica
El teatro se divide en dos partes: la clásica, que incluye la sala principal y las fachadas de estilo académico-clasicista, y una moderna adición, construida entre 2004 y 2007. La fachada principal, de piedra de cantería, se caracteriza por un conjunto de arcos renacentistas y pilastras jónicas que aportan majestuosidad al edificio. Su interior cuenta con una sala principal de cuatro niveles y capacidad para 1.085 personas, diseñada para ofrecer una experiencia acústica y visual inigualable.
La Sala Camille Saint-Saëns, en la primera planta, destaca por su refinada decoración, accesible a través de la monumental escalera de honor. Es aquí donde las vidrieras diseñadas por Néstor y las lámparas originales transportan al visitante a otra época.
Epicentro cultural de Canarias
Más allá de su arquitectura, el Teatro Pérez Galdós es un centro vivo de la cultura canaria.
Es sede del Festival de Ópera de Las Palmas de Gran Canaria Alfredo Kraus y escenario de innumerables conciertos, obras de teatro y eventos culturales. Su rehabilitación, culminada en 2007, le devolvió el esplendor perdido, combinando tradición y modernidad en un espacio único.
Visitar el Teatro Pérez Galdós
El teatro, ubicado en el emblemático barrio de Triana, es una parada obligatoria para quienes visitan Gran Canaria. Su combinación de historia, arte y arquitectura lo convierte en uno de los edificios más impresionantes de Canarias.
Un lugar que no solo celebra la memoria de Benito Pérez Galdós, sino también la rica tradición cultural de las islas.