No pude dejar de hacerlo. De vuelta, en la vivienda vacacional que no sabe si seguirá siéndolo dentro de poco, regresé a los videos de marzo de 2023. Cuando los grabé solo era un fan acérrimo que viajó a Barcelona seducido por la idea de ver, en el clásico concepto de concierto-aniversario, al Robbie Williams de toooooda la vida. Todas sus canciones míticas. Todo él.
Anoche en el Granca Live Fest acudí como periodista, para cubrir un evento que, por la grandeza del personaje, se equipara a las grandes citas que ha acogido Canarias a lo largo de los años. Pero, ¿quién puede ser objetivo cuando le cantan las canciones de su vida?
Hace un año no tenía que ceñirme a los protocolos, así que lo grabé todo. Y ahora, mientras escribo esta crónica escucho, palabra a palabra, inflexión tras inflexión, el concierto que acabo de vivir y que pude disfrutar hace más de 15 meses. Pregúntame si me importa.
Panza de burro
El show es el mismo. Robbie dice, canta e interactúa lo mismo en cada escenario. Pero lo hace tan maravillosamente bien, tan espontáneo y natural que da igual, crees que es la primera vez que lo dice cuando no se sale del guion ni una linea. Ni una coma. Como excepción que confirma la regla, confesó durante su actuación que llevaba más de seis meses sin continuar una gira que le ha llevado alrededor del mundo durante los últimos dos años y se sentía inseguro. Conociendo al personaje cómo no empatizar.
Hay que reconocer que empezó muy arriba pero el flow decreció de manera contrariamente proporcional al del público, que tardó en familiarizarse con su estilo procaz que busca descaradamente una interacción directa con la audiencia. La lluvia espoleó al personal, que sabe que un tema mítico bajo la lluvia es dos veces tema. Magia.
El idioma es un problema y vaya que se notó en ciertas bromas que en otros escenarios derivaba en aplausos de minutos. Una pena que la quedada de la panza de burro (donkey belly) entrara tan pronto y con la gente fría, porque fue épica.
Para el recuerdo
Es una pena porque, en comparación con aquel concierto de Barcelona, estuvo más conversador con el público. Habló con Toni, con Adriana, con Sergio y sobre todo con Patricia, a la que dedicó She´s the one. Qué cosas, Patri vivió cinco años en Stoke-on-Trent, donde nació Robbie. Más magia.
Los momentos inolvidables fueron los que todos se pueden imaginar: Let me entertain you para empezar, el verdor de Feel, Angels por encima de todo y la sorpresiva respuesta del público isleño con Love my Life, esa reafirmación de su nueva (y sobria) vida que es, hasta ahora, su último gran éxito.
Quienes no lo habían visto antes tuvieron que flipar con sus puntillosas referencias a su época en Take That, la boy band que muchos dicen que le catapultó a la fama, pero que levante la mano quien conociese entonces a otros de aquel grupo que no fueran Gary Barlow y Mark Owen (¿…?). Como indisimulada venganza lleva cantando todo este tiempo Back for Good y aquellos dos se deben estar tirando de los pelos.
Otra sorpresa mágica, que entonces pensé ocasional pero ahora veo recurrente, fue la versión de Don´t look back in anger rememorando aquel viaje a Glastonbury que cambió su carrera. El fallo: imitó a Liam cuando esa canción la canta Noel.
'Entertainer'
No le importa porque él es la estrella. Cuando el 99% (periodo) de los cantantes nombran religiosamente a los miembros de su banda, él pide un aplauso para la Robbie Williams band. Se introduce con el bien conocido Robbie f**** Williams, el mejor “entretenedor” del mundo.
Es cuestión de gustos, pero lo que es innegable es que representa en el escenario lo que uno entiende por una estrella. El material con que se forjan los sueños.
Vi el mismo concierto, pero fue totalmente distinto. Qué más pedirle a una estrella.