Ciro Miró, natural de Gran Canaria, ha crecido rodeado de talento artístico. Hermano de la actriz Kira Miró e hijo de la destacada directora de producción, Marta Miró, el actor participa en la segunda temporada de Hierro, la serie de Movistar + dirigida por Jorge Coira. En ella da vida a Alfredo Dueñas, hermano de Lucía (Aroa Hafez) y tío de Dácil y Ágata (Helena Sampere y Naira Lleó), juntos comenzarán una nueva vida en la finca heredada de sus padres. Alfredo es un pastor herreño de pocas palabras, practica la lucha canaria y defiende como nadie a los suyos. Ciro confiesa estar muy contento por poder grabar en El Hierro y por practicar deportes autóctonos como el salto del pastor y la lucha canaria.Alfredo es un pastor que representa la parte más rural de Canarias ¿Cómo fue la construcción del personaje? ¿En qué aspectos trabajó más?Trabajé mucho, sobre todo en la parte física de personaje. Tuve la suerte de conocer y acompañar en su día a día a Aurelio Cabrera, uno de los pastores que todavía sigue en El Hierro y que mantiene el pastoreo tradicional. Eso hoy en día es importante, porque cada vez se ve menos. Aurelio fue un pilar muy importante para la construcción del personaje de Alfredo. Además, mi personaje había existido en la realidad. Existía un luchador canario que era un pastor de El Hierro, el cual no tenía la complexión de puntal e iba a entrenar de vez en cuando, pero luego era muy bueno.¿Cómo le afecta a Alfredo todo lo que sucede esta temporada en Hierro?Emocionalmente lo trastoca bastante, porque Alfredo es un pastor que está en El Hierro con sus animales y sus historias, y de repente aparece su hermana Lucía, que vuelve de un matrimonio frustrado con las niñas. Entonces eso a él le cambia su día a día de una forma radical. Para Alfredo, los valores de la familia son los más importantes, de tal forma que genera un vínculo, sobre todo con la pequeña Dácil, hasta el punto de que cualquier cosa que pueda desequilibrar ese triángulo familiar a él le afecta muchísimo. Además, la aparición de Gaspar y la lucha por la custodia de su hija monopolizan a Alfredo en su tema emocional.También es un personaje muy serio y que aparenta esconder algo ¿Cómo se interpreta manteniendo siempre esa tensión en escena?La contradicción continua es lo que hace divertido el trabajo de un actor. El círculo del teatro es la máscara de la risa y el llanto, pues esto lo extrapolamos al misterio de Alfredo, un tipo de pocas palabras, que no se sabe muy bien si está enfadado, si al responderte te va a contestar mal o bien. El mantener ese misterio es lo que le da chicha a un actor. Alfredo tiene cositas muy pequeñas con las que intenta que la gente empiece a hacer sus cábalas. Es más lo que interpreta la gente en función a cómo él reacciona, a lo que él dice que le está pasando.
También te vemos ponerte la ropa de lucha canaria para una escena de una luchada en el Hierro, ¿Cómo fue esa grabación y cómo te sentiste al tener que hacer una luchada en la serie?Casi se me saltan las lágrimas de la emoción, porque de repente volver a mi tierra a trabajar con mi acento y encima contribuir a darle visibilidad a un deporte como es la lucha canaria, el salto del pastor y además el pastoreo a mano fue una pasada. La productora contactó con un par de luchadores de El Hierro. Habló con Aarón, sobrino del Pollito de La Frontera y William, un chaval que es un magnífico luchador. Ambos estuvieron entrenando conmigo y enseñándome un par de mañas, en concreto tres, para que quedara natural y creo que se ha conseguido el efecto.