En la mítica torre de telecomunicaciones blanca y roja de Tokio, en Japón, se expondrán a lo largo de este fin de semana tres obras del artista tinerfeño Ale Montañez. Lo hacen en el marco de la Tokio Tower Arte Fest, una feria que durante tres días reúne a artistas internacionales tanto emergentes como consolidados de diferentes materias y en la que estarán presente las obras del pintor canario.
Como novedad, las tres propuestas de Ale Montañez no estarán expuestas físicamente en la exposición nipona, sino que se expondrán de manera virtual, salvaguardando todo el proceso de traslado que supone mover tres obras de arte de un archipiélago a otro. Es una de las bondades que ha traído la pandemia, que ha permitido que las exposiciones también se adapten a las nuevas tecnologías, lo que también favorece a la creación desde la insularidad.
Exposición virtual
Esta es una medida que el artista agradece para que sus obras puedan exhibirse en diferentes puntos del mundo sin necesidad de trasladarla. De hecho, una de las obras que se expondrán virtualmente en Tokio ya se pudo ver también en la Big Screen Plaza, en Manhattan, Nueva York. De esta forma el trabajo de Montañez tras realizar el cuadro se basa en enviar “la obra bien fotografiada”, después solo hay que descargar el archivo.
Las tres obras que se exponen en Tokio son de reciente creación. Por una parte está Freedom, una ballena azul que sobrevuela la isla de Gran Canaria. Esta es también la obra que se pudo ver en Nueva York. También está presente Ibis Sagrado Africano, la representación alegórica de un ibis sagrado africano que cruza y posa sus patas en ambas orillas del río Nilo.
Una pintura espiritual
La tercera obra es Vaca, una pintura que ilustra a la vaca Luna, una res real que vive en La Esperanza, en el municipio de El Rosario, según explica el artista. El cuadro presenta diferentes figuras animales y tiene una fuerza visual muy marcada por los colores azul y verde que representan “esa sensación de subir al norte de Tenerife, que ves el azul del cielo y lo verde del monte”. “También es una relación de las culturas ancestrales mezcladas con lo nuestro. A mi me gusta reflejar lo ancestral desde la antropología, el conocer a las personas en el pasado”, expone el artista.
Esa espiritualidad está muy marcada en la obra de Ale Montañez, con figuras de diversas mitologías y religiones. “Mi arte es sencillo, no me complico en hacer creaciones de técnica hiperrealista. Yo soy autodidacta, lo que he aprendido lo he aprendido leyendo, viendo vídeos y sobre todo visitando museos y viendo a los maestros y fijándome”, explica. “No me defino dentro de una corriente, sí es cierto que soy un pintor simbolista, que uso mucho el símbolo”, comenta, pero añade que no busca configurarse dentro de un movimiento específico. “Mis cuadros van hablando de los momentos que vivo”.
Su formación autodidacta comenta que le ha permitido crear “sin normas sin que haya un concepto de feo o bonito, simplemente te dejas llevar. Después ya el cuadro te va pidiendo, vas viendo que un color complementa con el otro, que aquí necesitas rojo o azul. El cuadro se va a haciendo”.