Corría el año 2006 cuando el vertedero de Akouédo (Costa de Marfil) se vio envuelto en un escándalo por la descarga de cientos de camiones que dejaron allí más de 540.000 litros de residuos tóxicos que pertenecían al Probo Koala, un barco fondeado en el puerto de Abiyán, una de las mayores ciudades de África Occidental. Los hechos tuvieron efectos devastadores en la población y, durante los meses siguientes, miles de personas tuvieron que acudir al hospital con infinidad de síntomas.
De lo que no se habla se olvida y no hay mejor forma de comunicar que con el arte. La artista y fotógrafa Paula Anta presentó este jueves en Casa África (Las Palmas de Gran Canaria) la exposición que lleva el mismo nombre que el lugar donde ocurrió todo: Akouédo. Estará abierta hasta el próximo 6 de septiembre y se podrá acceder gratuitamente de lunes a viernes para conmemorar el día del continente donde surgió la humanidad.
Inspiración
Su obra está inspirada en las imágenes del fotógrafo marfileño Ananias Leki Drago tomadas en 2018. Ella fue invitada en 2023 por la Embajada española en el país a una residencia artística donde pudo conocer de cerca la restauración medioambiental que se lleva a cabo en el vertedero para convertirlo en un parque de 100 hectáreas. Así conseguirán revitalizar una zona deteriorada convirtiéndola en un lugar modélico.
“Mi trabajo trata principalmente de esa línea entre lo artificial y lo natural siempre y no como elementos opuestos, sino como conceptos que se acompañan. La verdad es que en este proyecto se ve claramente esa convivencia”, apuntó en declaraciones a los medios de comunicación. Las imágenes que se pueden ver en la sala tienen como protagonista al plástico que cubre el espacio y esos puntos donde se empieza a reverdecer.
El plástico
Señaló que es una zona muy especial. “Además en esta barriada sobre todo hay una etnia muy específica que tiene su propio lenguaje y es muy activo, hay muchos mercados, de alguna manera todo este barrio se fue construyendo alrededor del vertedero”, indicó.
Para la artista el plástico negro es muy simbólico porque busca plantear “un tipo de solución”, pero no la definitiva “porque nosotros seguimos generando vertidos y realmente están tapados. “Es como meter debajo de la alfombra toda esta basura y entonces es un proceso curioso porque se hacen unos grandes agujeros, la basura se compacta”, añadió.
La impunidad
“Para mí el plástico es este material que aísla y que separa una membrana que divide lo contaminado de esa nueva realidad que va a ser visible a nuestros ojos, pero lo otro de alguna manera sigue estando ahí”, continúa reflexionando. Cambia de tema para comentar que en estos lugares, al igual que en el resto del mundo, es cuestión de dinero y política.
Plantea que la resolución formal de las imágenes va a cambiar porque “esto es como ha sido como un primer paso”. También quiero trabajar con espejos, de alguna manera sentirnos reflejados en estas imágenes de estos lugares. “Está ahí todavía en mi cabeza y no quiero ponerme límites”, dijo Anta.
Comisaria
La artista utiliza materiales que se configuran en ámbitos “tóxicos” por su composición, como pinturas plásticas, aerosoles, pvc o diferentes tipos de plásticos. Contrasta con la visión de una especie de paisaje cada vez más desnaturalizado que se impone en los diferentes emplazamientos escogidos, permitiendo de esta manera un diálogo interno.
La comisaria de la exposición es Marta Soul. Sus proyectos se caracterizan por la muestra del trabajo artístico desde una base cultural cooperativa y el interés sobre el proceso creativo por encima, incluso, de los resultados. Sobre el trabajo de Anta, resaltó que se ha llevado a cabo con otros artistas marfileños. “Es un proyecto vivo, empieza aquí en Casa África y nuestra intención es ir a Costa de Marfil y la Península”, exclamó. “Habrá nuevas colaboraciones en el futuro”, apostilló.