15 recomendaciones a sanitarios para cuidar la salud mental

Conoce los retos, reacciones y recomendaciones que comparte la Sociedad Española de Psiquiatría y del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón

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El cuidado de la salud mental del personal sanitario que atiende a los pacientes de COVID-19 es fundamental para que cumplan sus labor en una situación de incertidumbre máxima y estrés intenso, afirman los psiquiatras, que han elaborado un documento con recomendaciones.

Se trata de un trabajo de la Sociedad Española de Psiquiatría y del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, uno de los más saturados en la asistencia a los pacientes afectados por coronavirus.

El documento recoge siete retos en esta situación de crisis, ofrece 15 recomendaciones y expone reacciones frente al elevado estrés desde cuatro puntos de vista: emocional, conductual, cognitivo y físico.

"Cuidarse a sí mismo y animar a otros a autocuidarse mantiene la capacidad de cuidar a los pacientes. Necesitamos que te cuides para seguir cuidando y contagiar salud", es el lema con el que se lanza esta iniciativa.




Retos

Los retos del personal son el desbordamiento en la demanda asistencial, el riesgo de infección, la insuficiencia de los equipos, la angustia del paciente, el estrés en las zonas de acción directa, el desconsuelo de las familias, y los dilemas éticos y morales.

"Mientras muchas personas acuden reclamando asistencia, el personal sanitario también enferma o ve a sus personas cercanas enfermar", señala el documento.

En una situación como la actual, y como demuestran los datos de sanitarios contagiados, "existe un mayor riesgo de contraer la enfermedad y transmitirla a familiares, amigos y otras personas del trabajo", se añade.

"La falta de medios, la sobrecarga y la propia evolución incierta de los pacientes, hacen que en ocasiones, el profesional se vea obligado a tomar decisiones complejas, en un breve tiempo, generando intensos dilemas morales y culpa", expresa esta guía.


"Mientras muchas personas acuden reclamando asistencia, el personal sanitario también enferma o ve a sus personas cercanas enfermar"


Reacciones

Las reacciones posibles que en situaciones de estrés intenso, como la generada por el coronavirus, pueden sufrir los sanitarios, clasificadas en los cuatro apartados mencionados, son ansiedad, impotencia, frustración, miedo, tristeza, irritabilidad, hiperactividad, verborrea, llanto,incapacidad de desconectar, pensamientos contradictorios, dificultades de concentración, negación o sensación de irrealidad, entre otras.

También dificultad respiratoria, sudoración, temblores, cefaleas, mareos, taquicardias, agotamiento, insomnio o alteraciones del apetito, en su faceta de reacciones físicas.




Recomendaciones

En el apartado de recomendaciones, donde el documento formula 15, figuran el cuidado de las necesidades básicas como comer, beber y dormir, ya que no hacerlo "pone en riesgo su salud mental y fisica"; así como realizar actividades no relacionadas con su trabajo: escuchar música, leer o hablar con amigos.

Activar mecanismos de protección psicológica y poner límites, por ejemplo, a los mensajes preocupantes y fatalistas, preservando el tiempo de descanso, es otra de ellas.

"La competencia profesional y la fortaleza no es incompatible con sentir inquietud, sensación de descontrol, miedo, tristeza... Son emociones que nos hacen humanos. Compartirlos con alguien que nos transmita confianza ayuda a que sean más tolerables y poder reforzarlas", aconsejan los psiquiatras.

También, compartir información constructiva y las frustraciones, e impulsar las relaciones con los seres queridos fuera del sistema sanitario, así como obtener información en fuentes fiables de conocimiento.

La autobservación de las emociones y sensaciones para actuar sobre ellas es otro de los consejos de este documento sobre el cuidado de los profesionales sanitarios en situaciones de estrés, que la crisis del coronavirus está poniendo al límite.

"Los profesionales sanitarios -se afirma- estamos en exposición continúa a la cara más dramática de esta pandemia, la muerte y el sufrimiento en condiciones desoladoras. Esto moviliza una importante carga emocional que, a nivel cognitivo, se traduce en una ideación obsesiva donde se confunde lo posible con lo probable".

"Es importante recordar -prosigue el documento en relación con este aspecto- que una parte importante de los pacientes padecen el virus en formas leves".