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Opinión

Capítulo 9 (tercera temporada): 'Las lluvias de Castamere'

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Si eres uno de esos fans que, cuando acaba una temporada de Juego de Tronos, se te queda un vacío inmenso en el corazón y en tu vida, significa que no solamente te gusta la serie, sino que estás obsesionado con ella. No te preocupes, porque en AtlánticoHoy también estamos obsesionados con los dragones, las traiciones, las intrigas y las diferentes casas nobles de Poniente. Por eso, te proponemos un plan para hacer la espera hasta el estreno de la última temporada un poco más llevadera, comentando CADA VIERNES todos los capítulos de la serie, uno por uno, semana tras semana, para volver a disfrutar de ellos y poder recordar detalles y matices que es posible que se perdieran por el camino. Empezamos...

Capítulo 9 (tercera temporada): 'Las lluvias de Castamere'

El episodio comenzaba con un mapa del campo de batalla y con una conversación entre Robb y Catelyn planeando tomar Casterly Rock por la fuerza. Ella le decía a su hijo: "Enséñales lo que se siente al perder lo que más quieres". Todo este plan dependía de que Walder Frey cooperara. 

Robb Stark, su madre, su esposa y sus soldados entraban en el castillo de los Frey para preparar la boda de Edmure con una de las hijas de Walder Frey. Las acusaciones hacia el Rey en el Norte por haber roto su juramento y las faltas de respeto hacia Talisa, su mujer, no eran un buen presagio para lo que estaba por llegar. 

Por su parte, Daenerys planeaba cómo tomar la ciudad de Yunkai con la ayuda de Los Segundos Hijos, dirigidos por Daario Naharis, y con la ayuda de Jorah Mormont. Naharis todavía no se había ganado la confianza de los fieles consejeros de la reina. 

Sam le hablaba a Gilly de la historia de los Siete Reinos (que los fans de la serie pueden leer en el libro El Mundo de Hielo y Fuego) antes de llegar por fin al Muro, donde iban a estar a salvo de los peligros de los que habían conseguido escapar. 

Las últimas palabras que oyó el Rey en el Norte antes de morir fueron pronunciadas por Roose Bolton: "Los Lannister envían saludos", que eran las palabras que Jaime había dicho en el capítulo siete de esta temporada. Después de todo, aunque la evolución del personaje de Jaime le había ganado el favor del público, Juego de Tronos seguía narrando la historia de una brutal guerra entre familias y ya era muy difícil distinguir en ocasiones quiénes era los buenos y quiénes los malos.

Arya se encontraba realmente cerca de su familia, tanto que resultaba en ese momento la única esperanza de una historia que jugaba con los sentimientos de los espectadores. El Perro y ella descubrían los miedos del otro y las amenazas de muerte que se lanzaban eran la parte divertida de esta relación. 

Mientras Bran y Rickon se refugiaban junto a sus amigos y Hodor en una torre abandonada, Jon Nieve atacaba junto a los salvajes una cabaña que cuidaba caballos para la Guardia de la Noche. 

Jon era el único que parecía tener la intención de salvar al hombre que guardaba la cabaña. Bran estaba en la torre y Jon fue obligado a matar al campesino, al pie de la misma torre. Los dos estaban muy cerca, pero la debilidad de Jon lo delató como un hermano juramentado de la Guardia de la Noche, por lo que tuvo que matar a los que ahora eran sus ex compañeros salvajes y traicionar a Ygritte. 

Bran, por primera vez, fue capaz de meterse en la piel de otras personas de forma consciente y sin estar en sus sueños, y demostró que tenía grandes poderes, como meterse en la piel de Hodor y en la de sus lobos, para salvar a Jon de las afiladas espadas de los salvajes que ahora volvían a ser sus enemigos. Por suerte, Jon consiguió escapar. 

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Catelyn Stark y Robb se enfrentan a las consecuencias de sus errores | Fotograma tráiler serie: HBO

Lord Edmure se casaba con una de las hijas de Walder Frey, que era demasiado guapa para ser una Frey. Algo no iba bien. No nos dimos cuenta en ese momento, pero las pistas eran abrumadoras. 

Jojen Reed y Bran tenían que encontrar al Cuervo de Tres Ojos y esto implicaba ir más allá del Muro. Bran sabía que él era el heredero de Invernalia después de Robb y que, si él caía, el siguiente era Rickon, por lo que Osha debía proteger a Rickon de cualquier peligro y los hermanos debían separarse. 

Jorah Mormont y Daario Naharis tomaron la ciudad de Yunkai junto a Los Segundos Hijos, lo que convertía nuevamente a Daenerys en una conquistadora de las ciudades más allá del mar Angosto. 

Durante la que se conoció como la "Boda Roja", mientras todos los invitados festejaban la ocasión, el Pez Negro (el tío de Catelyn) salió del castillo para hacer pis y Edmure (el hermano de Lady Stark) se dirigía a consumar el matrimonio con su mujer, como era costumbre; esto los convirtió en los dos afortunados que pudieron salvarse de la escena más cruel de toda la serie. 

Jon era el único que parecía tener la intención de salvar al hombre que guardaba la cabaña. Bran estaba en la torre y Jon fue obligado a matar al campesino, al pie de la misma torre. Los dos estaban muy cerca, pero la debilidad de Jon lo delató como un hermano juramentado de la Guardia de la Noche, por lo que tuvo que matar a los que ahora eran sus ex compañeros salvajes y traicionar a Ygritte.

Los Frey cerraron las puertas y sonaba la canción "Las lluvias de Castemere" en el salón de celebración de la boda, una canción que representaba a la casa Lannister. Todos los hombres de los Stark, junto a Robb, Talisa y Lady Catelyn fueron brutalmente asesinados por Roose Bolton y Walder Frey.

Arya no pudo encontrarse con su familia y el Perro consiguió sacarla de allí con vida. Todo había sido cuidadosamente planeado para vengarse de la ofensa de Robb al rechazar el matrimonio con una de las hijas de Lord Frey. 

Las últimas palabras que oyó el Rey en el Norte antes de morir fueron pronunciadas por Roose Bolton: "Los Lannister envían saludos", que eran las palabras que Jaime había dicho en el capítulo siete de esta temporada. Después de todo, aunque la evolución del personaje de Jaime le había ganado el favor del público, Juego de Tronos seguía narrando la historia de una brutal guerra entre familias y ya era muy difícil distinguir en ocasiones quiénes era los buenos y quiénes los malos. 

"Las lluvias de Castamere":