Teníamos la sensación de que algo se nos había escapado. Después del episodio anterior, posiblemente el más chocante de toda la serie, no pensábamos que la historia de Juego de Tronos fuera capaz de reinventarse, pues los que considerábamos que eran los héroes estaban muertos. Como nos habrá ocurrido a muchos cuando vimos la serie, estábamos equivocados. 

Todo había sido cuidadosamente planeado por Roose Bolton y por los Lannister. Los estandartes de los Stark ardían y lo único que pudo acabar con la carnicería y la traición de los Bolton y los Frey fue más y más violencia. Mientras tanto, Arya conseguía huir con el Perro. 

Poco a poco nos dábamos cuenta de que Tyrion y Sansa tampoco hacían tan mala pareja. Eran los dos renegados de la ciudad y ahora estaban casados. Shae, por su parte, que era la amante de Tyrion y la sirvienta de Sansa, no parecía aceptar de buen grado que la relación entre ambos fuera creciendo. 

El Consejo Real, la reina Cersei, Tywin Lannister y el rey Joffrey celebraban la matanza que tuvo lugar en la "Boda Roja", con el asesinato de Catelyn, Robb y sus hombres. Para el rey era una simple broma, para Tywin suponía la victoria y para Tyrion era un acontecimiento que los norteños nunca olvidarían. 

Los esclavos de la ciudad de Yunkai ahora eran libres, gracias a los soldados de Daenerys y a su liderazgo. Esta escena, en la que ella se acerca al pueblo y los saluda personalmente, con sus dragones sobrevolando el cielo, nos dejaba un buen sabor de boca, después de una temporada que nos golpeó a todos. En el idioma de los esclavos, "Mhysa" significaba "madre". Daenerys era su madre, la Madre de Dragones, y tras la muerte de Robb Stark, Daenerys y Jon Nieve pasaron a ser las nuevas esperanzas del público.

Sin duda, uno de los aspectos más brillantes de la serie es cómo la historia de la famosa guerra entre Robert y Rhaegar cobraba vida en los comentarios y reproches de los personajes principales, como cuando Joffrey le echaba en cara a su abuelo el hecho de haber esperado escondido en Roca Casterly hasta que la guerra estuvo ganada. 

La tensión alrededor de Tyrion seguía creciendo, debido a la rivalidad con Joffrey y con el Consejo del Rey y debido a las palabras gélidas de Tywin cuando le decía que si hubiera sido por él no lo hubiera dejado vivir cuando nació siendo un enano. Además, tenía que darle la noticia a Sansa de lo que había pasado con su familia. 

Bran y sus compañeros se refugiaron en un castillo abandonado y el joven Stark, que decía que era aficionado a las historias de terror, contó una sobre un señor que había asesinado a los invitados que estaban bajo su protección. Según él, sin aún saber lo que le había ocurrido a su familia, estos actos nunca podrían ser perdonados por los dioses. 

Este tipo de matices en los diálogos reflejan una historia profunda y le daba una mayor fuerza a la conocida "Boda Roja", de la que ya todo el mundo hablaba en los Siete Reinos. 

Lord Frey, al igual que Joffrey, parecía divertirse recordando lo que había ocurrido en los salones de su castillo, junto a Lord Bolton, que ahora era el Guardián del Norte. Ambos se mofaban del "Joven Lobo", que era el nombre que le daban a Robb Stark. 

Sam Tarly y Gilly se encontraron con Bran, Hodor y sus compañeros. Sam lo sabía todo sobre los Stark, así que reconoció a Bran enseguida. Lo que le sorprendió saber era que se dirigían hacia el norte del Muro. El joven Tarly los ayudó a cruzar la gran muralla de hielo, tal y como querían, antes de seguir con su propio camino hacia el Castillo Negro. 

Las noticias de cómo Ramsay Bolton seguía torturando a Theon Greyjoy llegaron a oídos de Balon Greyjoy y de la hermana de Theon, Yara. Ella decidió tomar la nave más rápida de las Islas del Hierro para recuperar a su hermano. 

Ygritte encontró a Jon, intentando huir hacia el Castillo Negro, y pasó lo que todos nos temimos con esta pareja. El vínculo que ambos tenían se rompió de la peor de las formas: ella disparó tres flechas a su cuerpo, pero no lo mató. Ella nunca fallaba y si hubiera querido matarlo, lo habría hecho. 

Ser Davos liberaba a Gendry de las garras de Melisandre y de Stannis y Jon por fin conseguía llegar con vida junto a sus hermanos juramentados de la Guardia de la Noche. 

Los esclavos de la ciudad de Yunkai ahora eran libres, gracias a los soldados de Daenerys y a su liderazgo. Esta escena, en la que ella se acerca al pueblo y los saluda personalmente, con sus dragones sobrevolando el cielo, nos dejaba un buen sabor de boca, después de una temporada que nos golpeó a todos. En el idioma de los esclavos, "Mhysa" significaba "madre". Daenerys era su madre, la Madre de Dragones, y tras la muerte de Robb Stark, Daenerys y Jon Nieve pasaron a ser las nuevas esperanzas del público.