Las nuevas condiciones existentes en el país –determinadas por el llamado Período Especial, época de intensa crisis– motivaron la búsqueda de alternativas para salir hacia adelante y, poco a poco, fueron ocurriendo cambios. Acontecieron entonces –ya en el nuevo contexto favorable de la autonomía canaria obtenida en 1983, durante el proceso democrático ocurrido en España luego de la muerte de Francisco Franco– visitas de delegaciones oficiales, culturales y turísticas de ese archipiélago atlántico; el reencuentro familiar de personas de ambas orillas que hacía décadas no se veían; la actividad solidaria de Asociaciones de Amistad de Tenerife y Las Palmas; un resurgimiento de las tradiciones artístico-culturales de origen canario en casas de cultura y museos de diferentes municipios del país, que impulsaron las labores de investigación, rescate, apreciación y revitalización de esos valores identitarios; y la marcada voluntad de reactivar o refundar sociedades de amistad por parte de las autoridades cubanas, a través del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, ICAP; sin duda, todo lo anterior, motivó ese sentimiento de apego y cariño a los valores y tradiciones, trasladados a Cuba por abuelos y padres desde Canarias y la necesidad de rescatarlos, conservarlos y divulgarlos dentro y desde una agrupación social; todo esto alcanzó su punto culminante con la fundación de la mencionada Asociación Canaria de Cuba Leonor Pérez Cabrera.

Se constituyó, a inicios de la década de los noventa, un Comité Gestor, encabezado por el doctor Juan Mier Febles e integrado por Luis Carranza Espinosa, Carmelo González Acosta (1), Esperanza Echevarría González, Manuel González y Juan Manuel García Espinosa; el mismo desarrolló una breve pero intensa labor, encargándose de las gestiones legales y organizativas relativas a la constitución de la nueva Asociación.

Carmelo González Acosta

Fue así que el 16 de junio de 1992, el Ministerio de Justicia de Cuba aprobó sus Estatutos y Reglamento, surgiendo de esta manera la esperada organización. Un papel básico en el acto fundacional lo desempeñó Carmelo González Acosta, el Presidente-Fundador, quien a lo largo de veintiséis años se mantuvo en su cargo hasta su fallecimiento en el año 2018, consagrado por entero a esta causa. En este loable propósito fue acompañado desde el inicio por personas entusiastas y comprometidas, algunos de los cuales, desgraciadamente, tampoco están ya entre nosotros. La primera Junta Directiva Nacional estuvo integrada por:

Entre los principales objetivos de la nueva organización pueden mencionarse los que siguen: agrupar a naturales y descendientes; ofrecer ayuda a los asociados necesitados en el campo de la salud y la asistencia social; establecer y consolidar lazos de hermandad entre Canarias y Cuba; incentivar el estudio y el conocimiento acerca de la historia, la geografía, la cultura y las tradiciones del hermano archipiélago y viceversa; promover intercambios científicos, deportivos y culturales entre ambas orillas; fomentar la conservación del sentimiento de canariedad dentro del aporte canario a la nacionalidad cubana; y ayudar al reencuentro familiar.

En medio de ese gran entusiasmo y sentido de pertenencia impensables hasta entonces, se crearon decenas de delegaciones en municipios de todas las provincias; los nuevos directivos, encabezados por su Presidente, recorrieron el país y contagiaron a todos con su disposición y sus sueños.

La adquisición de un local para su funcionamiento, aspiración de toda Sociedad, fue motivo de atención por parte de sus dirigentes; con este objetivo realizaron ingentes y constantes gestiones ante las autoridades.

La historiadora cubana Dolores Guerra López (2) ofreció detalles de lo anterior: 

La Asamblea Provincial de los órganos del Poder Popular en la Ciudad de La Habana, les asignó dos edificios, situados en la calle de Prado n° 256 y 258, pero luego de un estudio de factibilidad debido al mal estado constructivo, se llegó a la determinación de suspender el proyecto de restauración hasta tanto no se dispusiera de otro menos costoso desde el punto de vista de la inversión. De manera que la Directiva piensa en la posibilidad de solicitar el edificio construido por la antigua Sociedad Cubana de Ingenieros, sito en la calle Monserrate n° 258, pero ocupado por otras dependencias.

En la actualidad, la organización cuenta con su Junta Directiva Nacional, encabezada por un Presidente, un Vicepresidente, un Secretario y un Tesorero (cargo vacante este último por el reciente fallecimiento de la titular), y a ella se subordinan todos los Órganos de Base (Delegaciones) de cada municipio. Esta Junta Directiva Nacional traza estrategias e instrumenta las maneras de aplicarlas para asegurar sus objetivos en favor de sus asociados y de la razón de ser de la Asociación, que prioriza la conservación de la canariedad y el bienestar de sus miembros. En la actualidad está integrada por:

Durante más de medio siglo, la Asociación Canaria Leonor Pérez Cabrera se ha destacado, dentro del conglomerado de sociedades españolas en Cuba, por la magnitud de sus acciones que incluyen la atención a nativos y descendientes, actividades culturales y recreativas, destacándose los Festivales de Tradiciones, la Jornada por el Día de Canarias, la remembranza de su fundación, los concursos literarios e investigativos de diferentes tipos y el Coloquio Historiográfico, entre otras; sin dudas, constituye en la actualidad, un baluarte y un referente de la conservación de la memoria histórica, sociocultural y familiar de padres y abuelos canarios en la Mayor de las Antillas.

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(1) González Acosta, Carmelo.- Nació el 11 de mayo de 1933 en Las Palmas de Gran Canaria y emigró a la Mayor de las Antillas en 1950, con solo diecisiete años de edad. Fue fundador del Club de Fútbol Unión Deportiva Las Palmas, deporte que practicó en Cuba. Por su actividad futbolística en la tierra que lo acogió, mereció el Título Honorífico de Gloria del Deporte Cubano; promovió los deportes autóctonos canarios. Fue dirigente en del Comercio Exterior cubano por cuarenta años, en la ciudad de La Habana, donde siempre residió. Falleció el 21 de noviembre de 2018; en ese momento, además de presidir la Asociación Canaria, era el máximo dirigente del Consejo de Residentes Españoles (CRE), en el país. Ostentaba la Medalla de Oro del Gobierno de Canarias y la Medalla de Honor de la Emigración en su categoría de Oro, concedida por el Gobierno Español.

(2) Guerra López, Dolores.- Canarios en Cuba. Sus asociaciones insignes. Editorial Galimundo, Vigo, Galicia, España, 2009, p. 148.