Historias de emprendedores del Arca de Babel

Esta comunidad es la consecución del sueño de un pequeño grupo de emprendedores canarios que creen en la unión para lograr los mejores resultados empresariales.

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Arca de Babel es la consecución del sueño de un pequeño grupo de emprendedores canarios que creen en la unión para lograr los mejores resultados empresariales. Así, configuraron una comunidad de emprendedores con una visión común: un grupo amplio e interesante de socios dinámicos que encontrasen allí el lugar idóneo para desarrollar sus ideas y proyectos.

La comunidad acaba de cumplir cuatroaños y se inició en un momento complejo en el año 2013, cuando “nos pareció necesario crear un espacio para juntar personas que se relacionasen de manera física en un lugar”, afirma uno de sus fundadores, Víctor Hernández. Recalca que, de las cuatro personas de diferentes ámbitos que se juntaron al inicio, acabaron siendo más de ochenta, tras contactar, cada uno, con sus propias redes.

“Al final, nos hemos ido concentrando en un espacio físico que apoya a los emprendedores para que puedan desarrollar sus proyectos, a la vez que acceder a una red de profesionales muy variados. Hoy, tenemos en torno a los 65 socios activos, que abonan una cuota”, matiza.

Desde Arca de Babel se ofrece a los no emprendedores la posibilidad de conectarse con otros con el objetivo de emprender. “El emprendimiento no es tarea fácil. Es el cruce de un desierto muy largo donde muchísimos proyectos se quedan por el camino, pero el hecho de hacer esta travesía por el desierto en caravana, en conjunto, de manera conectada por sinergias, es la mejor manera para que menos proyectos fracasen. Y ahí estamos, como nos gusta decir, navegando por ese desierto de la emprendeduría, que no es nada fácil”, subraya Víctor Hernández.

Uno de sus socios, Carlos M. Rodríguez , recalca que el Arca está abierto a todos los perfiles que quieran participar en él pues “no es un club social privado”. Así, toda persona emprendedora que quiera tirar hacia delante con su proyecto o colaborar en los de los demás está "abierto a entrar y participar" del Arca de Babel, insisten todos.


"El emprendimiento no es tarea fácil. Es el cruce de un desierto muy largo donde muchísimos proyectos se quedan por el camino, pero el hecho de hacer esta travesía por el desierto en caravana, en conjunto, de manera conectada por sinergias, es la mejor manera para que menos proyectos fracasen"


Obstáculos
Para Carlos Rodríguez, el emprendedor se enfrenta a numerosos obstáculos. "Para buscar ayudas, uno no sabe a dónde ir. En teoría, te asesoran, pero cuando llegas ahí eres un soldado al que le dicen que tienes que caminar por un camino lleno de minas. Es un riesgo 100% a la hora de ser emprendedor en Canarias, aunque yo creo que es en todo el país". 

En esta línea, añade que la gran traba que existe, sobre todo para el emprendedor desde el punto de vista del autónomo, son los costes. "Hay un momento dado que implica una inversión muy grande y necesitas, desde el minuto uno, tener ingresos para poder afrontar el gasto que conlleva ser emprendedor, porque no tienes garantías de nada. Al final, te estás dejando todo el trabajo en pagar para poder trabajar", asegura.  

Víctor explica, además, que Canarias es "un buen lugar para emprender en el sentido de que reúne las condiciones. El tema es que necesita, a lo mejor, apoyo. Pero las islas reúnen un montón de condiciones para desarrollar proyectos muy interesantes, incluso a nivel internacional, aunque hay que canalizarlo".


Dificultades para emprender en Canarias

Mara Esteban defiende que, en algún momento determinado se ha transmitido una imagen muy idealista en torno a la figura del emprendedor. " Parecía que todo el mundo podía emprender cuando no es así". Para ella, no consiste tan solo en "tener una idea y lanzarla", sino que requiere "un trabajo, formación y sentarse a pensar, que es lo que desde el Arca estamos intentando aportar", matiza.

Para su compañero Víctor es necesario subrayar que, a esas alturas, "aún no tienes claro ni el modelo de negocio ni el mercado al que está dirigido. Por eso hay que ir avanzando poco a poco, que es la metodología que seguimos, porque emprender es una actividad de altísimo riesgo".

A su juicio, "muchas veces uno emprende un proyecto, que no necesariamente tiene que ser crear una empresa que venda en todas partes del mundo, sino proyectos sociales, pero que tienen que alcanzar su sostenibilidad". Por ello, explica que hay que armarlos para que "se sostengan solos", una tarea que requiere, no solo formación, sino de "inputs de distintos ámbitos, que es el sueño compartido que tenemos para poder ponerle las patitas que necesitan los proyectos".  

Carlos Rodríguez expone que, en lo que respecta a irse al extranjero, todo depende de cómo estén las leyes para poder empezar a trabajar allí. "Igual sí hay países que te ofrecen ciertas garantías, como los seguros de autónomos. Que después a lo mejor no son reales del todo, pues tienes la letra pequeña. Siempre que uno escucha la palabra emprendedor piensa en un señor con chaqueta y corbata que va a montar una empresa para poner a trabajar a 100 personas, pero un emprendedor es una persona que decide un día ganarse el pan con el sudor de su frente y monta una empresa. Que la empresa soy yo, la sede social es mi casa y las herramientas son mis manos. Eso es un emprendedor también", subraya. 


Características del emprendedor
Para Víctor Hernández, un emprendedor debe contar, ante todo, con confianza, capacidad de esfuerzo y muchísima tolerancia a la frustración. Al respecto, su compañera, Mara Esteban, añade que debe poseer una mente abierta y flexible. 

Coinciden en destacar, también, las habilidades sociales y comunicativas porque "vender tu proyecto y comunicarlo es muy importante,. Nada de encerrarse en tu burbujita, hay que compartir. Las ideas fluyen y cuando se comparten se multiplican", especifica Víctor.

El optimismo realista tampoco sobra en este caso. "El otro día leí que los mejores científicos siempre eran muy optimistas, porque se ponían a investigar teorías de las cuales no había nada, pero tenían que seguir avanzando porque sentían que iban por buen camino", dice.

Lo más importante. permanecer con los pies en el suelo y siendo conscientes de que el que más tiempo y trabajo está poniendo en su proyecto "eres tú mismo". "Hay que saber cuánto eres capaz de dar por esto, poderlo medir y, en un momento dado, tomar decisiones como saber hasta dónde llegar".

Para Mara, equilibrar también debe estar en la lista de deseos del buen emprendedor, puesto que "hay personas que dicen que lo dejan todo, como el trabajo, porque van a emprender. Antes, mira ver si la idea va a funcionar, porque a los dos años no tienes trabajo ni tienes idea. Ir dedicándole una hora al día y poco a poco vas equilibrando", aconseja.

Al respecto, Carlos matiza que es más sencillo definir "qué es no ser emprendedor". Al fin y al cabo, implica decir “no quiero ser emprendedor porque quiero mi contrato o sacarme una oposición”. 


"Un emprendedor debe contar, ante todo, con confianza, capacidad de esfuerzo y muchísima tolerancia a la frustración"


Retos futuros
El primer reto al que se enfrentan ahora mismo es el de mantenerse solos. Han hemos creado una estructura en la que la idea" no está pensada en un modelo de negocio donde se genere una actividad, se alquilen salas y se genere un beneficio, sino que los beneficios se reinviertan en el proyecto y en las personas a las que están vinculadas", explica Hernñandez.

Para él, es necesario alcanzar la sostenibilidad. "Llevamos tres años con muchísimo esfuerzo, sobre todo de capital humano, por lo que ahora lo que toca es terminar que pueda funcionar sola", insisten. Después, acarician la idea de captar proyectos interesantes. "Estamos conectando con centros de Formación Profesional para que realicen prácticas con nosotros", avanzan.










Proyectos
Desde esta iniciativa se fomentan tres proyectos principales; Generando Talento, Adventures y Babel Up. Mara Esteban especifica que el primero de ellos, el de Generando Talento, es su proyecto personal. Con él se pretende concienciar sobre la importancia de las personas como "el mayor valor dentro de las empresas". "Si potencias a los trabajadores, la empresa crece, porque sube la motivación, la implicación, etc". 

Esta comunidad de emprendedores trabaja de tres formas: consultoría en tema de recursos humanos, programas de formación y coaching ejecutivo. "La idea es que, por un lado estén las personas de la empresa, por otro los objetivos y en el medio, una especie de agujero negro que muchas veces es difícil de conectar, como problemas entre compañeros, con el jefe, etc. Ahí es donde entramos nosotros", matiza Mara Esteban.

Con respecto a Adventure, Víctor Hernández destaca el premio ‘Emprendedores’, reconocimiento obtenido recientemente de manos de Fide-Caja Canarias. Se trata de una empresa de una de las fundadoras del Arca, Yael Hernández, quien se dedica a seleccionar proyectos emprendedores en los que vale la pena invertir y los conecta con inversores que quieren invertir en proyectos. "Es una plataforma que se ha dado de alta en la Comisión Nacional de Mercado de Valores y en el Banco de España, un proyecto muy potente y una de las patas con mayor protección del Arca", subraya.

En tercer lugar, el Babel Up consiste en un programa formativo vinculado a Adventures para dar formación a los emprendedores en el Arca. Mediante el mismo seleccionan perfiles profesionales que puedan dar mentorización y formación a esos emprendedores, además de conectarles.

Aparte, los fundadores señalan que la comunidad cuenta ahora mismo con más proyectos como uno del propio Carlos Rodríguez, sin olvidar otros de costura, robótica, fotografías, coaching, arte, audiovisual o el Babel Meeting, que consiste en exposiciones, en sesiones de media hora, sobre diferentes temas.

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Tres de las cuatro babeles existentes | ATLÁNTICOHOY


¿Conoces los 'babeles'?

El babel consiste en una economía local que permite el intercambio dentro de la propia comunidad, monedas que persiguen facilitar las relaciones de intercambio dentro del propio Arca de Babel. Así, en algunas actividades pueden pagar una parte en euros y otra en babeles para fomentar el consumo interno de los socios, "como una especie de trueque", matizan. 

Cada uno de los miembros posee su propio proyecto, lo que les permite crear un núcleo de servicios internos en los que pagar en babeles. "Yo puedo pagarle a Carlos un diseño en babeles porque yo he recibido previamente un pago en babeles del Arca por llevar la página web", explica Víctor.

Son monedas colaborativas con su versión real, analógica y física. Para reforzar la idea de Babel, "los admitimos como pago de cuota o de cualquier servicio que podamos dar y, cuánto más se propicie ese intercambio, tendrá más valor, que es el que le damos nosotros"

La única diferencia entre un babel y una moneda de curso legal es que la respalda el Estado, que es "una entidad muchísimo más potente que una pequeña empresa, mientras que la otra la respaldamos nosotros". La misma les permite, incluso, financiar proyectos. Así, el 19 de mayo harán entrega de un premio en babeles directamente. "Son para utilizarlos en bienes y servicios en el Arca. Cualquiera fuera del Arca puede tener babeles y usarlos en el espacio", exponen.

Aunque inicialmente algún comercio externo los aceptó como moneda,  en realidad su implantación "va mucho más lenta, pero el pago total o parcial en el Arca es más que una realidad y seguimos empujando pues es, sobre todo, una herramienta de marketing impresionante, como una tarjeta de visita".

El diseñador de los babeles  Fernando Jiménez, quien "se lo tomó muy en serio y nos propuso seleccionar paisajes y fauna de Canarias", explican. Por este motivo, en la de cinco babeles se ven cinco chicharros, una palmera en la de 50, el lagarto de El Hierro en la de 20 y en la de dos es el Teide.



Víctor, Mara y Carlos nos hablan sobre las posibilidades de Canarias para emprender | ATLÁNTICOHOY